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58. Sehun

Hacía tiempo que no me preocupaba por nadie sin embargo allí me encontraba yo, sentado en mi moto luego de haber dejado a Kyungsoo en la casa de Jongin. Sentía algo de nervios por ellos, realmente quería que todo se solucionara y que fueran felices. La persona que enviaba las fotos había arruinado la vida de muchos de nosotros y no dejaríamos que ganara. Mi vida había cambiado mucho este último tiempo, saber que Luhan estuvo con alguien más removía algo en mi interior que no sabía que existía. Al parecer dicen la verdad con eso de que uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde.

Estaba dispuesto a irme cuando un chico que caminaba con la cabeza gacha llamó mi atención. Pude notar que estaba llorando y al saber que era Luhan mi corazón se estrujó dentro de mi pecho. Me acerque a él, no iba a permitir que siguiera así, quería calmarlo.

—¡Luhan!

—Lo único que me faltaba era que ahora aparecieras tú, ¿Qué quieres? —preguntó, observándome con el ceño fruncido.

—Quiero saber porque estas llorando.

—Al parecer ahora te importa que llore. Lo estoy haciendo porque de nuevo me vuelven a tirar, al parecer todos son tan idiotas como tú, Sehun.

—¿Me dejas compensarte con un paseo en moto? —pregunté, notando como este reía por lo bajo, negando.

—Eres imposible, pero si, acepto, quiero despejarme un poco.

Los brazos de Luhan no tardaron en rodear mi cintura, aferrándose con fuerza mientras su cabello era revuelto por el viento. Debo admitir que en ese momento estaba feliz, la calidez que este irradiaba contra mi espalda, su risa y gritos hacían que mi corazón se acelerara mucho más de lo normal. Al llegar a un bosque en medio de la nada decidimos parar un poco. Este permaneció apoyado en el asiento y yo frente a él.

—Extrañaba que me pasearas en tu moto, incluso antes de terminar habías dejado de hacerlo.

—Era un idiota, no me lo recuerdes. Creo que nunca tuve la oportunidad de decirte lo mucho que te quería, Luhan. Fui un tonto al tratarte así, quizás al tenerte en mis manos no me había dado cuenta de que podía perderte, pensaba que por mucho que jugara contigo no te irías y que alejándote todo sería mejor. Te evitaría dolor, pero, al contrario, te cause uno mayor. Lo siento.

Los ojos del más bajo se encontraban cristalizados y no tardaron en bañarse de lágrimas. Me acerque a este rodeándolo con mis brazos, apegándolo con fuerza a mi pecho.

—Te amo tanto, Sehun. He intentado olvidarte, pero no lo consigo. Nadie puede hacer que salgas de mi cabeza, pero el dolor que me causaste me persiguió siempre. Se que quizas no es sano lo que tenemos, es algo que roza lo enfermo pero no encuentro la manera de ser feliz lejos tuyo pero ya no me uses.

—No te use nunca, solo que no sabía cómo cuidarte, pero ahora soy consciente de ello. —tomé el mentón del ahora castaño, juntando nuestras frentes. — Me das otra oportunidad?

Nuestros labios no tardaron en unirse en un beso necesitado, uno que ambos habíamos deseado y extrañado durante el tiempo que estuvimos separados. Hicimos el amor allí mismo, sobre mi moto, con una nueva oportunidad de aprender a amar y cuidar del chico que tenía mi corazón.