28. Minseok

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Hacía mucho frio aquella noche pero había accedido al pedido de Jongdae. En un principio no quería ir pero luego me puse a pensarlo bien y caí en la cuenta de que yo no perdía nada a diferencia de él quien podría tener problemas con su novia.

Jamás lograría borrar el dolor que la pérdida del chico había causado en mí y era algo que me perseguía todo el tiempo y que estaba seguro que nunca me abandonaría.

Froté mis manos entre sí, intentando darme algo de calor. Estar en el parque a estas horas no era normal y me causaba algo de miedo. Aun así me seguí columpiando hasta que la figura de Jongdae apareció frente a mis ojos.

Veo que comenzaste a divertirte sin mí. —dijo con una sonrisa que hizo latir con fuerza mi corazón.

Te estabas tardando. —continúe con mis movimientos, esperando a que él dijera algo y finalmente lo hizo.

Quería que vinerías porque ya no soporto esto.— el contrario se mantuvo en silencio antes de levantar la mirada y suspirar. —  Minseok, jamás he dejado de amarte en el tiempo que llevamos separados.

—Pues no lo parece porque me dejaste solo, Jongdae. —detuve mi vaivén, quedándome quieto, manteniendo la mirada baja.

Creí que seguir ese camino me limpiaría, olvidaría todo aquello que tuvimos pero ¿sabes qué? Descubrí que no, que siempre te he amado y que lo nuestro nunca fue un error como yo creí. Tendría que haber mandado al diablo a mis padres pero en ese entonces era muy ingenuo como atreverme a eso.

—Creo que es demasiado tarde para notar eso. ¿No crees?

—No quiero pasar toda mi vida extrañándote.

—Pues yo he pasado mucho tiempo haciendo eso y nunca te importó.

Sentí la mano de Jongdae tomar la mía, acariciándola para luego dedicarme una sonrisa. Podia notar la tristeza en ellos ya que era la misma que habia sentido durante tantos años.

—Ya no tenemos que extrañarnos, Min. —tomó mi rostro con su otra mano, acercándose a mi boca.

Debía alejarlo pero no tenía la suficiente fuerza de voluntad como para atreverme a hacerlo. Aun mi cuerpo respondia por si solo a sus acciones y añoraba llenar el vacio que senti dentro todo ese tiempo. Aun así, me acerque a él, besándolo con delicadeza lo cual se comenzó a volver algo más hambriento. Llevaba tiempo sin probarlo y no soportaba mas eso.

— ¿Pretendes que sea tu amante?

—Solo sería hasta que sepa cómo sacar a Wendy de mi vida. —susurró, volviendo a dejar un corto beso sobre mis labios. — Hace mucho frio aquí, deberías volver y hablamos de esto mañana.

Negué rápidamente, tomando su mano para tirar de él.

—Ven a casa conmigo, no hay nadie y puedes irte sin que te vean.

No pude evitar reír ante su sonrisa, sabía lo que estaba pensando y sinceramente no me oponía a aquellos planes.

Entramos en mi departamento llenándonos de besos, yo ya me encontraba con la camisa abierta desde el elevador, rogando porque nadie nos viera.

—Te extrañe tanto, mi ángel.

—Y yo a ti.

No tarde en cerrar la puerta de mi cuarto, siendo recostado por Jongdae en la cama antes de recibirlo entre mis brazos nuevamente.

—Siempre fuiste mi alma gemela y volveremos a unirnos.

Aprovecharía a Jongdae al máximo, liberaría todo aquel tiempo sin él. No me dejaría vencer por Wendy como al principio. Tendría a mi chico solo para mí cueste lo que cueste.

°

Nota de A: Los gemidos que oian Sehun y Chanyeol cuando entraron al departamento eran los del ChenMin, por si quedan dudas(?

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