—_____, gracias a ti el país de Nunca Jamás está sano y salvo. Por eso, vamos a celebrarlo con una festividad–dice Peter con tono de hombre, cosa que provoca que me ría.
Seguidamente, unas hadas me ponen una corona de flores en la cabeza. Campanilla me abraza la mejilla y después se posa en la palma de mi mano.
—Ha sido fantástico cómo has luchado contra Garfio.
Frunzo el ceño y miro para los lados. Creo que me estoy volviendo loca. Juraría que he escuchado una voz femenina.
La vuelvo a escuchar otra vez, se está riendo.—Soy yo, _____, Campanilla. Deja de poner esas caras tan graciosas–dice riéndose.
—Tú... me estás hablando. Yo nada más escuchaba como campanitas... y ahora...
—Eso es porque crees. Llevabas todo este tiempo sin creer en nosotros y este mundo fantástico. Seguramente pensabas que era un sueño, ¿cierto?
—Bueno... sí. La verdad es que sí. Quería que fuera así porque sino estaría loca. Así que... estoy loca–digo lo que provoca una carcajada de parte de Campanilla.
—Mejor estar loca, ¿no?
—Supongo...
Veo cómo mira detrás de mi hombro y sonríe.
—Ahora, ves y disfruta de tu último día aquí.
Siento una presencia detrás mío, cosa que provoca que me recorra una especie de cosquillas por la columna vertebral.
Me giro rápidamente y, sin mirar, doy un puñetazo en la mejilla al individuo.—Au, menudo golpe–dice mientras se toca la mejilla.
—Dios, lo siento, Peter. No sabía que eras tú.
—Y mira que quería enseñarte un sitio. Mejor que te lleve ya a casa...
—Pues vale. Campanilla, ro...
Me tapa la boca rápidamente.
—Era broma–dice apartando su mano–. Sígueme.
Me lleva volando durante un buen rato hasta al fin llegar a un enorme árbol.
—Ya hemos llegadooo–dice feliz, como siempre.
¿Me ha llevado volando durante un montón de rato solo para un árbol?
—Bonito... árbol.
He tenido que poner una cara de molestia muy graciosa porque no para de reírse.
—No es un simple árbol. Es la hondonada de las hadas. Mira, acércate.
Le obedezco y miro por un agujero que hay en el árbol.
Hay un montón de hadas hablando, bailando y jugando.—¿Ves esa pequeña cascada dorada?–me pregunta.
—Sí.
—Eso es polvo de hada, de ahí es donde lo sacan y cada día se ponen un poco para poder volar.
—Eso es genial–digo asombrada mientras miro como bailan.
—Y hacen diferentes trabajos. Campanilla es un hada reparadora.
—Wow, ¿hay más trabajos?–pregunto fascinada.
—Sí, muchos más. Hay algunas hadas que pueden hacer crecer las flores, otras que sus trabajos tienen que ver con el agua y muuchos más.
—Es fascinante. ¿Van muchas hadas a... mi mundo?–pregunto.
—Sí, lo llaman Tierra Firme. Hacen los cambios de estaciones, sin ellas nada de esto sería posible.
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¿El País De Nunca Jamás? Menuda Chiquillada (Peter Pan Y Tú)
FanfictionHe crecido escuchando las más maravillosas historias de los mundos más remotos y fantásticos. Pero a mis 13 años ya no creo en los cuentos que narra mi madre Jane a mi hermano pequeño Jack sobre hadas, sirenas y ese niño que mágicamente puede volar...