¿El País De Nunca Jamás? Menuda Chiquillada (Peter Pan Y Tú)

Final Alternativo (Parte 2)

Cuando estoy a punto de alejarme del barco y de los piratas, logro divisar una figura verde observando el barco desde una roca.

Peter.

¿Cómo hago para que se dé cuenta de que estoy aquí sin llamar la atención?
Tendría que rodear el barco pirata caminando por la isla. Seguramente se irá antes de que logre alcanzarlo.

Cuando me dispongo a caminar, veo que se aleja de su escondite volando para observar el barco pirata desde un punto más cercano.

¿Qué trama esta vez?

Sigo caminando mientras intento visualizar su expresión. La mira concentrado y serio, pero a la vez con curiosidad y fascinación.

Noto cómo algo dentro de mí se revuelve.

De repente, pongo mis manos hacia delante para no recibir el impacto del suelo en mi cara.

No puedo ser más torpe.

Me pongo en pie adolorida y miro mi rodilla, la cual está lastimada por la caída.

Eso te pasa por no mirar hacia delante.

Escucho como el sonido de unas campanitas se acerca a toda velocidad hacia mí.

—Campanilla, menos mal que has venido. ¿Te importaría rociarme?

Ella asiente frenética y empieza a rociarme todo el cuerpo de polvo de hada. Noto cómo me elevo poco a poco al concentrarme en un pensamiento bonito y me voy acercando hacia el escondite de Peter sin ser vista.

Campanilla se me adelanta y se pone al lado de Peter, sin decirle nada, supongo que para no molestarle.
Yo, en cambio, me tomo mi tiempo para mirar de vez en cuando la fiesta que están celebrando los piratas. Bueno, también porque no tengo ni idea de qué decirle a Peter.

"Hola, Peter. Al final quiero quedarme aquí contigo, he crecido un poco, pero no lo suficiente como para que me eches".

No, suena como si estuviera desesperada de que me acepte.

Y un: "Hola, he vuelto y me quedaré aquí para siempre, contigo".

Mmm... No. Da un poco de mal rollo la verdad. Si alguien me dice eso huiría.

Antes de darme cuenta, ya estaba al lado de Peter, vigilando a los piratas.
Noto como me mira, supongo que asombrado, pero hago como si no pasara nada mientras mi corazón late a mil por hora.

—¿Sabes quién es esa y qué está tramando?

Genial, _____, ¿no lo ves desde hace un año aproximadamente y solo le dices eso? ¿Ni un "hola"? ¿Ni siquiera un mísero abrazo?

Sigo observando a la chica de cabello azabache para no posar la mirada en esos ojos azules que hace tanto tiempo que no veo.

Como el silencio no cesaba, no tuve más remedio que hacer contacto visual con él.
Me miraba asombrado y con el ceño levemente fruncido.
Cuando noto que me estoy mordiendo las pieles de los labios por el nerviosismo, decido decir algo para romper el hielo.

—Hola, Peter, cuánto tiempo–le saludo con una sonrisa tímida.

Sigue sin decir nada y tengo la impresión de que de un momento a otro se irá volando.

—Yo... He vuelto para quedarme. Jack y yo lo hemos estado pasando bastante mal este último año. Si no nos quieres aquí, no dudaremos en irnos...

Sigue sin decir nada. Hasta noto como Campanilla está incómoda escuchando nuestra conversación, bueno, más bien mi monólogo.

—Peter, di algo, por favor.