¿El País De Nunca Jamás? Menuda Chiquillada (Peter Pan Y Tú)

Final Alternativo (parte 9)

-¿Adónde estamos yendo?-pregunto cansada de caminar y apartar las ramas que interrumpen mi paso.

-Ya lo verás-dice con una sonrisa divertida-. No seas impaciente.

Suspiro pensando en dónde me he metido.
No sé dónde me quiere llevar si he visto prácticamente todo lo que hay en esta isla. No es que sea muy grande.

Aunque mentiría si dijera que no me intriga saber el tour que tiene pensado hacerme.

Cada paso que damos se hace más cuesta arriba, literalmente. Creo oír el agua correr a lo lejos, aunque no estoy del todo segura porque el canto de las aves no me deja apreciar ningún otro sonido lejano.

Tengo ganas de preguntarle si queda mucho recorrido, pero no voy a parecer débil en frente de él, así que voy a tener que aguantarme.

-Vale-dice Gideon soltando un suspiro y girarse para verme-. Cierra los ojos-me lo quedo mirando frunciendo el ceño con desconfianza-. Venga, será solo un momento. No te voy a matar ni nada por el estilo. Lo juro-acaba alzando una mano rígidamente y poniéndose la otra en el corazón.

Suelto el aire que estaba reteniendo cansada y hago lo que me dice.

Noto cómo me rodea con un brazo la cintura e inconscientemente me pongo rígida. Con la mano sobrante agarra delicadamente la mía.

-Vale... Con cuidado...-dice mientras me guía hacia su destino procurando que no me tropiece ni me caiga-. No abras los ojos eeeh.

-Que nooo-digo cansada.

-Vale, vale. Solo me quería asegurar.

En un momento en el que el suelo ya es llano, Gideon me suelta de la cintura y la mano para colocarme mejor guiándome por los hombros.

Seguidamente se aleja de mí y lo único que siento es el aire envolviéndome tiernamente haciendo que mi cabello se mueva libremente. Eso significa que estamos cerca de la costa, además de que creo oler la sal marina desde aquí.

-Ya puedes abrir los ojos.

Los abro lentamente para que se puedan adaptar a la luz del sol y cuando estos se acostumbran doy un paso hacia atrás sobresaltada por lo cerca que estoy del acantilado.

¿Acaso me quiere matar?

Me giro furiosa hacia él, quien, en realidad, no tiene expresión de alguien con un plan malvado.

-¿Estás loco? ¡Casi me mato!

Pone los ojos en blanco para después acercarse a mí.

-De verdad que eres una persona muuuy cabezota-me coge de los hombros para girarme-. Mira-dice mostrándome el recorrido de un larguísimo río cristalino.

Maravillada me aproximo más hacia lo que creía que era un acantilado. Me arrodillo para poder tocar el saliente de agua, el cual es frío y claro.

Vuelvo a ponerme de pie para poder observar mejor el paisaje. El curso del río lleva a la costa donde descansa el Jolly Roger.

Desde aquí se puede ver toda la isla, es como si estuviéramos en el cielo.

Me giro para dirigirme al pirata que está a mi lado observando también el panorama con una expresión relajada.

-¿Por qué me has traído aquí? Además, podríamos haber venido volando. Tengo amigas hadas.

-Es el lugar más alto de Nunca Jamás-contesta aún con la mirada en el paisaje-. Tienes la sensación de estar volando sin estarlo realmente-dice esto último posando su mirada verde en mí.