Tras la charla con Tigrilla, regreso a la casita subterránea, donde no hay nadie.
Cojo una manzana del cuenco de frutas, el cual está al lado de la manzana mordisqueada por Peter.
Mientras como, me detengo a mirar el ambiente.
Nunca Jamás es el lugar que más me une a mi familia y no dejaré que nadie me lo arrebate y lo destruya.
Eso me hace pensar en que los piratas saben donde está este refugio que en teoría era secreto. No estamos seguros en este lugar.Cuando termino de comerme la fruta, me dispongo a ir a la laguna de las sirenas. Espero que aún estén allí y que Jack esté con ellos. No sé cómo he podido dejar a mi hermano pequeño con ellos.
Corro hasta que veo una gran cascada y rocas, y escucho risas.
Me paro en frente del lugar, mirando preocupada todas las caras, en busca de una en específico.Me relajo al ver a Jack admirando a una sirena que le muestra vanidosamente piruetas.
Me acerco a ellos saltando de roca en roca, procurando no caerme ni mojarme.
Las sirenas se percatan de mi presencia y me miran seriamente. Esto hace que mi pequeño hermano mire hacia la misma dirección y que su rostro se le ilumine al verme.
—¡_____!–grita mi nombre mientras alza sus brazos y los mueve para llamar mi atención.
Consigo llegar sana y salva hacia él. La verdad es que tenía miedo de que las sirenas la tomaran conmigo.
Una vez que lo tengo delante lo alzo para poder abrazarlo mientras él me rodea la cintura con sus pequeñas piernas y me agarra del cuello delicadamente.
—¿Te lo estás pasando bien?–le pregunto con una sonrisa.
—¡Sí! Hemos estado jugando con las sirenas y ¿sabes qué?–me pregunta entusiasmado, cosa que provoca una pequeña risa de mi parte.
—¿Qué?
—¡He conocido a un pirata! ¡A un verdadero pirata! Pero no era viejo y cascarrabias como nos contaba mamá.
Me tenso al escuchar la información salida de los labios de Jack.
—¿Qué? ¿Te ha hecho algo? ¿Qué te ha dicho?–pregunto preocupada.
—¡Qué va! No habría podido conmigo–contesta orgullosamente, aunque mi preocupación hace que no reaccione con una sonrisa burlona.
—Jack, ¿sabes por qué ha venido?–pregunto mientras lo dejo en el suelo y seguidamente me agacho para quedar a su altura.
—Quería hablar con Peter–dice distraído mientras mira a los niños perdidos siendo arrojados al agua por las hermosas pero siniestras criaturas.
—¿Y sabes de qué quería hablar?–Jack sigue mirándolas mientras se ríe–. Jack, préstame atención, esto es importante–esto último hace que me mire con el ceño fruncido.
—¿Por qué? ¿Le ha pasado algo a Peter?
—No, no. Solo... me gustaría saber qué quería y ya está. ¿Tú lo sabes?–insisto.
—Nop, se apartaron de nosotros y yo me quedé aquí jugando–se le iluminan los ojos–. ¿No es genial, _____? ¡Las sirenas existen! Son... son...–intenta decir eufórico.
—¿Bellísimas?–termino por él mientras contemplo a las mencionadas. Se me ponen los pelos de punta.
—Sí–dice suspirando–. ¡Y son muy divertidas!
—Cuando no intentan ahogarte...–digo en voz baja–. Bueno, me alegro que te lo estés pasando tan bien aquí. Solo necesito una cosita más y te dejo para que sigas jugando, ¿vale?
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¿El País De Nunca Jamás? Menuda Chiquillada (Peter Pan Y Tú)
FanfictionHe crecido escuchando las más maravillosas historias de los mundos más remotos y fantásticos. Pero a mis 13 años ya no creo en los cuentos que narra mi madre Jane a mi hermano pequeño Jack sobre hadas, sirenas y ese niño que mágicamente puede volar...