Casi le doy en el centro.
Hacía años que no jugaba a la diana y nunca había jugado con cuchillos, pero no se me da mal. Si sigo practicando podría llegar a ser buena.
No soy una chica con mucha fuerza, pero tengo bastante puntería y me podría servir de gran ayuda.Me queda un cuchillo por tirar. Cierro el ojo izquierdo para poder visualizar mejor el centro de la diana improvisada que he dibujado en la pared.
Hago el ademán de tirar el cuchillo unas tres veces hasta que acabo tirando con todas mis fuerzas el arma. Toca el medio de la diana y el impacto resuena justo cuando alguien entra en el árbol.
—¡Diana!–exclama Peter.
Lo miro durante un segundo y aparto la mirada, como si no me importase.
—¿Qué te pasa?–pregunta acercándose a mí volando.
¿De verdad me lo está preguntando?
—No sé, tú sabrás–le contesto enfadada.
—Si lo supiera no te lo preguntaría.
Suspiro cansada.
—¿De verdad crees que esa capitana de pacotilla...
—Scarlett–me interrumpe.
—... quiere que haya paz en el País de Nunca Jamás?–termino la pregunta.
—¿Por qué no lo iba a querer?–pregunta mientras coge una manzana de un cuenco.
—¡Porque es una pirata! ¿Cuántos piratas has conocido que no sean malos?
—Dos: el ex capitán Garfio y el señor Smee–contesta y da un mordisco a la manzana.
—El capitán era malo. Pero, bueno, permíteme que cambie la pregunta: ¿Cuántos piratas has conocido que no engañen a los demás para conseguir lo que quieren?
Se queda en silencio mientras mastica la fruta.
Mantengo la mirada y me cruzo de brazos.
Traga lo masticado y deja la manzana encima de la mesa para después acercarse a mí.—_____, ¿confías en mí?–me pregunta mientras me agarra de los brazos delicadamente para deshacer el cruce de estos.
Relajo la expresión enfadada. Odio no poder estar el suficiente tiempo enfadada con él.
—Sí, claro que confío en ti–mi mirada, que estaba posada en sus preciosos ojos, pasa a estar posada en el collar cuelga de su cuello–. Pero no confío nada en ella.
—Llevo meses observándola porque me parecía muy raro que no atacaran los piratas. Tuvimos algunos encuentros, no hablamos, solo me miraba y lo hacía como si me conociese. No sé como explicarlo, pero siento como si la conociese de siempre... No lo entenderías.
No puedo evitar sentir como si me pegasen un puñetazo en el pecho. Nunca pensé que sería mal recibida y que habría otra chica que me arrebataría mi primer amor.
No sé porqué pero lo que más me ha dolido es que dijera que no lo entendería. Lo dice como si fuera pequeña, como si nunca hubiera sentido nada. ¿Qué se cree? El que en teoría no lo puede entender es él, ya que es un niño y siempre lo será, según él.
Carraspeo y me alejo de Peter. Me acabo de dar cuenta de la poca distancia que nos separaba.
—Puede ser que no lo entienda–digo y me dirijo a la salida.
—¿A dónde vas?–pregunta aún en el mismo sitio.
—A dar una vuelta. Por cierto, los niños perdidos dijeron que iban a la laguna de las sirenas, por si quieres ir con ellos.
![](https://img.wattpad.com/cover/76582691-288-k248200.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿El País De Nunca Jamás? Menuda Chiquillada (Peter Pan Y Tú)
Hayran KurguHe crecido escuchando las más maravillosas historias de los mundos más remotos y fantásticos. Pero a mis 13 años ya no creo en los cuentos que narra mi madre Jane a mi hermano pequeño Jack sobre hadas, sirenas y ese niño que mágicamente puede volar...