'Alexandra Romanov' llevaba 53 horas en el campamento, de las cuales había pasado 53 horas con Nico Di Angelo y sin socializar con otras personas.
La señorita Spektor se había marchado hace 3 horas y 28 minutos. Habían logrado calmarse hace 2 horas y 54 minutos.
La cena había concluido hace 3 horas y 1 minuto. El toque de queda había comenzado hace 1 hora y 29 minutos.
Había una decisión que tomar y debían decidirlo ellos dos, debían hablar de la forma más fría y posible, porque sus identidades y sus vidas estaban en juego.
Aleksandra se había cerciorado de que todos sus hermanos estuviesen dormidos cuando se fue de la cabaña, en dirección a la de Hades, hace 49 minutos.
Él le había entregado la mochila con sus piezas, ella tenía las suyas. Se había dado a la tarea de recrear sus viejas habilidades como si nunca la hubiesen dejado de usar y habían empezado a rearmar los pequeños circuitos hace 16 minutos.
La discusión comenzó en un inglés fluido, luego se transformó en un italiano rápido y luego en un ruso atropellador. Todo en 12 minutos. Actualmente zigzagueaba entre el ruso y el italiano, sin mantenerse en ninguno demasiado tiempo.
Debían decidir si le dirían a Quirón que eran ellos, quienes eran ellos. Ambos estaban de acuerdo en que la señorita Spektor lo sabía y comunicárselo a Quirón suponía que ella ya no tendría poder de manipularlos con decírselo ella misma. Aleksandra opinaba que debían esperar a saber de que trataba la misión y la profecía, para ver si valía la pena exponer sus identidades tan pronto, ella creía que si la causa lo valía, podían hacerlo. Nico, por otra parte, se negaba a decirlo bajo cualquier motivo, ya fuese que la vida de alguien que no fuesen ellos dos estuviese en juego, él no quería decir que él era 'el niño' o que Aleksandra era 'la niña'
Aleksandra tenía un punto, en todo caso, ella decía que ellos igual debían morir, que ambos estaban malditos y que a la edad de 18 años, su edad actual, dejarían de envejecer y uno debía matar al otro, que la vida los presionará a hacerlo.
Nico se había ablandado, según ella. No quería hablar de la maldición. No quería pensar en matarla o en que ella lo matase. Aleksandra le había dicho que parecía fantasear con la idea de que nadie mataba a nadie y se mantenían juntos por siempre.
"No. No es así. Yo sé que esto no es un cuento de niños."
"Si. Si es así. Eso quieres, pero sabes que no es un cuento de niños y no es posible."
"No les quiero decir que somos."
"Pero si podemos salvarle la vida a alguien..."
"No. No les diremos."
Ella quería decirlo por adelantado, él no quería hacerlo en absoluto.
Finalmente, acordaron que si la situación lo ameritaba, usarían sus 'habilidades' para salvarle la vida a alguien. O sea, no se lo dirían a nadie, pero si era necesario, lo dirían.
Era el único punto medio que pudieron encontrar.
Además de hablar de eso, no se habían quedado quietos.
-Es increíble que aún recordemos hacer estas cositas.- Dijo ella, mientras movía hábilmente unas pinzas en un pequeño micrófono.
-Es increíble que hayamos encontrado las piezas.- Dijo Nico, mientras terminaba de encender el último de los suyos.
Los de Nico servían para grabar, los de Aleksandra para oír. Eran pequeñas grabadoras, de un tamaño menor a el ancho de un lápiz y que se adhería a cualquier superficie, comenzaba a funcionar y les enviaba en vivo y en directo todo lo que registraba a una especia de teléfono.
ESTÁS LEYENDO
Green Eyes.
FanficOh, mi pequeña bailarina: Romperás mi corazón. Siempre tuyo, Nico Di Angelo. Basado en mi one-shot: "Little ballerina." Significado Aleksandra: La que es protectora.