Green Eyes.

21. Aleksandra // Portrait.

La casa estaba ubicada en medio de un claro, perdido en el bosque de árboles más viejos que la mayoría de los seres humanos y que seguirían estando allí luego de que todos se fueran la única forma que habían tenido de llegar allí había sido gracias a Nico, que hizo 5 viajes sombra para llevarlos a todos, de dos en dos, hasta las afueras de la casa. Llegaron con la luz del sol, mientras la tenue luz del sol comenzaba a filtrarse a través de las viejas ventanas, cubiertas por un espesa capa de polvo.

Aleksandra tardó 20 minutos en convencer a su novio de que debía descansar después de semejante esfuerzo, finalmente el hijo de Hades accedió pero solo con la condición de que lo despertaran en 3 horas, a excepción de que si algo malo ocurría los despertaran antes. Se había dejado caer en un silla acolchada, cubierta de polvo y bastante antigua y allí se había quedado, dormido.

-Yo me quedaré con él.- Dijo Bruno, mientras dirigía su mirada al lugar donde sentía latir el corazón de Aleksandra.

-¿Seguro? -Jason podía quedarse. Un Nico dormido era un Nico indefenso y no sabían si había monstruos cerca. Si bien tenía entendido que Bruno podía pelear perfectamente a pesar de no ver, no estaba seguro de dejarlo.

-Si. Después de todo, probablemente me dediqué a tropezarme con todo una y otra vez si es que voy, y desde aquí puedo sentir sus auras y corazones, además de supervisar que no llegue ningún m--

-Shhh,-Lo interrumpió Percy.- Hemos tenido suerte de que ninguna criatura nos haya atacado hasta ahora. Mejor quedate callado, los nombre tiene poder y de eso sabemos nosotros.

Bruno asintió, se sentó en el suelo junto al mueble donde Nico dormía y allí quedó.

-¿Cómo vamos a buscar?- Inquirió Reyna, algo preocupada de dejar a Nico y a Bruno solos, mientras el resto caminaba hasta la escalera que se divisaba desde la entrada. Estaba empolvada, la casa era muy alta, de tres pisos, y por las escaleras se veían cuadros de gente que ya tenía que estar muerta.

-Lo mejor será separarnos.- Dijo la rusa, que sentía algo raro al estar en ese lugar. Sus manos sudaba frió y su corazón se sentía apretado, como si su cuerpo sintiese algo que su cerebro no. Lo único extraño para los otros fue que por primera vez ella tenía acento, pero solo por breves segundos.- Nos tomará mucho tiempo buscar los 5 juntos; Que Jason y Percy busquen en el primer piso, Reyna y Thalia en el segundo y yo puedo ir sola al tercero.

-¿Segura? -Percy ka miró, no desconfiaba de su palabra o algo así, pero no creía que lo más lógico fuese enviar a alguien solo. No sabían si es que algo, o alguien, cuidaba la égida.

-Si. Puedo cuidarme sola. Sé hacerlo.- Nadie dijo nada, Percy y Jason comenzaron a registrar habitación tras habitación, mientras las tre chicas subían por la escalera de pasamanos de mármol cubiertos de telarañas y polvo. 

-¿Oye, Al? -La voz de Thalia sonaba nerviosa, hasta algo tímida.- ¿Puedo preguntarte algo con respecto a la Erregue Familia?

- Claro.- Fue la respuesta de la chica de ojos verdes que observaba con sordo asombro el retrato de una mujer de orbes grises y gesto severo, muy hermosa pero también muy seria.

¿Sería quien creía que era? 

Y de ser así...

¿Qué hacía un cuadro de ella en ese lugar?

¿Ella sabía de esto? ¿Lo ignoraba?

¿Esta había sido el hogar que ocupó en alguna misión cuando era agente?

¿El nombre bajo el retrato realmente le pertenecía a la joven que vestía de riguroso luto en el retrato?

"Aleksandra Vasíliev" Se leían en letras negras sobre la placa dorada atornillada al marco de madera.

-Cuando las esterilizaron,-"Suena a que fuésemos animales." Pensó Aleksandra, al oír la palabra que ella usó "Quizá somos eso, o armas."- Hace... ¿Hace cuánto dijiste que fue? Lo lamento, no lo recuerdo.

Con dificultad quitó la mirada del cuadro cubierto de polvo que colgaba en la pared. No logro divisar fecha alguna en la tela, pero la mujer debía tener un máximo de 18 años en él.

-No se los dije.- Se volteó a mirarlas, clavando el orbe verde en Thalia y haciéndola sentir algo nerviosa. De pronto se veía seria. Enojada, su mirada se veía severa, como si juzgara todo en lo que descansaba su ojo.- Fue hace 2 años.

-Bien... Cuando eso ocurrió, ¿No te resististe?

"Cuando la primavera acaba, el invierno llega."

Había sido una cacería. Aleksandra rezaba porque él no fuese quien estuviera encargado de ir tras ella, pero los dioses ya la ignoraban hace tanto que sus súplicas y rezos siempre eran algo más terapéutico que algo que funcionara.

Lo primero que hizo cuando supo que iban a operarlas a todas y dejarlas infertiles fue huir. No lo pensó, estaba de misisón y no tenían como retenerla. Puso un cuchillo y con delicadez extrajo el gps tras su oreja. Huyó y él no la encontró hasta después de 6 meses, le tardo 6 más en capturarla y enviarla de vuelta.

Sabía que él la pudo haber devuelto mucho antes, pero sabía que él temía por el destino que le preparaban al volver...

Y sorpresivamente, la perdonó. La guvernantka la perdonó. 

Era su tercer falla. Nico la había desvirginado en la segunda, la primera había sido hace años... Y esta era la tercera, además era muy grave. La mujer la perdonó pero le prohibió decirle a la gente que era su tercera falla. Ella misma les decía que había sido la segunda y el castigo fue secreto, muy terrible para hablar de ello.

-No.- La respuesta fue tajante, repentinamente se puso pálida. Las otras dos la miraron pero no dijeron nada.- No había caso en huir, tener hijos o seguir sangrando no me interesaba, siempre me pareció algo que simplemente no estaba hecho para mi. Soy quien soy porque solo me cuido a mi, un hijo o el riesgo de tener uno solo me arruinaria.

Terminando su fría afirmación, apresuró el paso y dejó a Thalia y Reyna en lo escalones previos al segundo piso.

-Es rara.

-Por eso le gusta a Nico.