Green Eyes.

13.I Got You // Checkmate.

13. Te Tengo //  Jaque Mate

"Estás jugando mi juego ahora."

Si hay algo que pasa de forma rara en la vida de Aleksandra Romanoff, es el tiempo. 

Hay días que ha sentido como un par de horas, mientras sostiene la mano de Nico o sostiene una copa en la mano. De cualquier forma mata cualquier dolor.

Hay segundos que pasan como meses, mientras debe fingir ser una chica con ciertas características para poder ganarse la confianza de alguien y después traicionarlo.

El tiempo siempre le ha parecido algo, por muy repetitivo que sea, cliché. Cuando todo es placentero y fácil, es rápido y cuando todo se desmorona a su alrededor y ella debe mantenerse bien, es eterno. Por ejemplo, desde que dejó de ver a Nico le parecía que habían pasado, como poco, un par de décadas, pero sabía que en realidad era menos de media década. Otro ejemplo bueno es que le parecía que los dos meses que tenía desde que se dio la profecía hasta que efectivamente fuese hora de irse en la misión era más que suficiente tiempo, sin embargo, sentía como que una semana había recién pasado cuando ya solo quedaba un día para partir. 

Esa mañana, cuando Aleksandra se levantó, Nico estaba dormido, con la mirada relajada y la manos acomodadas contra el cuerpo de Aleksandra. Habían tenido una buena noche, y sin pesadillas. La chica se levantó de la cama y, tan pronto terminó de colocarse un pantalón de chándal y una playera, junto a la ropa interior, unos golpes resonaron en la cabaña. Ella se apresuró hasta llegar a la puerta, podían despertar a Nico, que llevaba varias noches sin poder dormir más de 4 horas. 

-Señorita.- Eso fue lo único que dijo el viejo centauro, a modo de saludo.

-Quirón.- Respondió ella, de igual forma. Quizá hasta más fría.

"No me sorprende que a Di Angelo le guste ella."

-Necesito que venga a casa grande conmigo, de inmediato.

-¿Para qué? No partimos en la misión hasta mañana en la mañana.

-Es urgente.

-Déjame ponerme zapatos.- Sin esperar respuesta, Aleksandra cerró la puerta y rápidamente, tomó el pequeño aparato con forma de télefono celular que registraba todo lo que las cámaras y micrófonos registraban.- Letra c, número tres. 72 horas.- Llevaban tres días sin revisar cámaras. Tres días en los que no sabían que había hecho Quirón en la soledad. El aparato le mostró, en pocos segundos, todos los movimientos y ruidos registrados. Vio al centauro tomar té minutos y luego la pantalla se fue a negro.

Quirón no había estado allí más que para tomar té, una vez.

Se colocó unas zapatillas y partió con el centauro en dirección a la casa grande.

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-¿Qué tipos de baile le gustan, señorita? -Quirón apenas despegó la mirada del tablero de ajedrez. Él y Aleksandra estaban jugando una partida, pero habían mantenido el silencio durante varios turnos.

-Me gusta el ballet.- Respondió ella, a la vez que movía uno de sus peones.- Mis amigas y yo vamos a una escuela de ballet, durante el año.