En todo lo que va del sábado no he visto a Luz, solo la escuché llegar temprano, y me dejó una nota en el refrigerador. En ella me comenta que va a estar muy ocupada en el restaurante, pues el próximo sábado tiene la clausura de un importante congreso de funcionarios del gobierno, y por supuesto todo tiene que estar a la perfección; pues la cena estará bajo su supervisión.
Durante el día me ha estado mandando varios mensajes, vía WhatsApp, y me cuenta que esta es su única manera de escape, de reducir un poco el estrés; así que, en sus ratos libres, me manda infinidad de audios y mensajes con muchos emojis, desde la carita frustrada, hasta la que rueda los ojos. Me explica sobre el protocolo del evento, el catering y las bebidas; pero también me pregunta sobre algunos detalles, aunque al final siempre termina decidiendo ella misma, sin importar cuál es mi opinión, así es Luz, decidida y volátil.
Estoy contestando un mensaje de ella cuando empieza a timbrar mi teléfono, veo la pantalla, ¿y adivina qué? Sí, es Luz, por lo que contesto sin vacilar.
—¿Qué onda, Luz? —digo desganada, es mediodía y todavía me encuentro en la cama.
—¡¡¡Delhy, tienes que venir conmigo!!! —exclama con una voz totalmente desesperada.
—Ajam, ¿a dónde? —Todavía no entiendo por qué se encuentra tan alarmada o el asunto de su llamada en específico, y mucho menos a qué lugar se refiere cuando me pide que la acompañe.
—¡¡¡Tía, tienes que asistir conmigo al evento!!! —exclama sobresaltada—. Me acaban de avisar que necesito estar aquí, o sea, ¡¡¡en la recepción, no en la cocina!!! Que por ser la chef ejecutiva tengo que estar presente en el evento como invitada, ¿puedes creerlo? —cuestiona incrédula—. Según me acaban de explicar, que vienen varios funcionarios a conocer a la chef española más joven que hizo ganar la tercera Estrella Michelin al reconocido País Restaurant, ¿¿¿sabes todo lo que esto ocasiona??? —me pregunta, pero no me deja responder y se sigue con el parloteo de corrido sin siquiera tomar aire—. Obvio que tengo un ataque de nervios, pero esa no es mi principal mortificación; Delhy, yo no puedo estar en el evento, ¡no, no puedo! —asegura—. Mi lugar está en la cocina, necesito estar con mis chicos, ¡¡¡supervisar cada plato que sale hacia el banquete!!! Necesito involucrarme, esa es mi vida, es para lo que nací. Así que, después de que me informaron las "buenas nuevas", me puse a darle y darle vueltas al asunto, y... ¡Tú eres mi única salvación! ¡Tienes que venir! Así me puedo escapar a la cocina, y puedes cubrirme si alguien pregunta por mí, únicamente tienes que decir que estoy en el baño, ¡qué sé yo! Algo se te ocurrirá... —dice tan rápido, que apenas entiendo la cháchara que me suelta.
Me quedo meditando la respuesta, si lo pienso bien, no tiene nada de incómodo asistir a un evento y divertirse un poco; aparte, se le suma que a nadie le hace daño ir a una cena de etiqueta, donde encontrarás la mejor comida, bebida de la mejor calidad, y... ¡gratis! El llenar la barriga a ninguna persona le viene mal, así que sin pensarlo mucho le digo que sí. Y con eso me gano miles de gracias; me dice que soy la mejor, que me debe la vida, que estará eternamente en deuda conmigo. Y antes de colgar me promete una y otra vez que conoceré al hombre más guapo, simpático, caliente y buenorro de todo el mundo, así al estilo ABC. En fin, ella me predice el futuro, todo por ser, según ella, la mejor amiga de todo el universo, al salvar su vida en esta ocasión; sonriendo cuelgo, no sin antes decir en voz alta: «Dios te oiga».
Esa misma tarde recibo un correo electrónico de Miiu Miiu Boutique, donde me comunican el lugar y la hora de mi entrevista; me doy cuenta que las cosas están saliendo de lo mejor, no me puedo quejar, así que me encuentro aprovechando todo al máximo. Estoy muy contenta y entusiasmada, tanto que me hace recordar que tengo que escribirles a mis padres, para contarles las buenas nuevas de todo esto que me está sucediendo.
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Qué Será De Mí
RomanceÉl era mi destino, era quien me mantenía a flote en este camino incierto. Diseño de portada: @HKramer L. RODRIGUEZ