Capítulo 3

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Sigo sin entender bien la diferencia de horario entre México y España, pero aun así trato de comunicarme con mis padres. Tomo el teléfono que se encuentra en la mesita de noche, marco el número de casa, pero no obtengo ninguna respuesta; después de varios intentos pruebo con sus celulares y, como tampoco los contestan, me doy por vencida. Van a ser las diez de la mañana en Madrid, y me encuentro aún en la cama, así que busco en mi mochila hasta localizar mi laptop para escribirles un email, pues de esta manera estoy más que segura que lograré comunicarme con ellos; me conecto al Wifi del apartamento y listo. Hubiera sido más fácil solo escribirles un mensaje o utilizar el famoso WhatsApp, pero mi celular está totalmente fuera de cobertura.

Confirmo la hora en mi computadora, a la cual no le he cambiado la zona horaria, y me doy cuenta que en México son las tres de la madrugada, ahora entiendo la razón por la cual nadie me contesta en casa, deben estar aún durmiendo. Quedé con mi madre en escribirle al llegar a la ciudad, pero por una u otra cosa anoche no pude hacerlo, además, entre el cansancio del viaje y el sueño tan profundo que me dio después de la cena con Luz, me retiré a mi habitación y con solo tocar la cama caí muerta.

Mi madre con seguridad verificará su correo electrónico cuando despierte; aunque no es muy fan de los aparatos y su avanzada tecnología, sé que está más que preparada para encontrar el primer email de su única hija. Pero si hablamos de mi padre es otro cantar; a pesar de ser mayor, él ama navegar en la red, leer el periódico digital, jugar al ajedrez en línea con sus amigos y buscar artículos importantes, la mayoría de las veces de política, que es lo que más le llama la atención. Él tiene su propio ritual; al despertarse, como de costumbre, se toma su café leyendo las noticias "El Norte" en su tablet, y, como todas las mañanas, nadie puede perderse su comentario referente a que lo único valioso del internet son las noticias. Así que antes de planear el viaje me concentré en mi mamá, para enseñarle todo lo que pudiera sobre computadoras, tablets y celulares inteligentes; al principio era reacia a aprender, pero, cuando le hice ver que sería la forma más sencilla para comunicarse conmigo, entró por completo en la materia.

Empiezo a escribir...

De: Delhy_Lugo@hotmail.co

Para: FamiliaLugo@hotmail.co

Asunto: ¡Holaaaa!

Fecha: Viernes, 11 de noviembre de 2016 09:50:32

¡Hola, mami! ¡Hola, papi!

Espero que se encuentren bien, traté de hablar con ustedes, pero nadie contestó, supongo que aún estarían durmiendo, aquí son casi las diez de la mañana. Quiero que sepan que estoy muy bien, ¡estoy muy muy feliz! ¡Dios, no pueden imaginar cuánto! Ayer que llegué no pude marcarles. Pero la verdad, todo ha salido mejor de lo que imaginé. La chica con quien estoy compartiendo el piso es súper buena onda, ¿pueden creer que ayer me hizo una cena de bienvenida?

No quiero que se preocupen por nada, aunque los extraño mucho, quiero que sepan que estoy extremadamente feliz, me muero por conocer toda esta hermosa ciudad. Los amo demasiado, recuerden que si me necesitan solo me tienen que llamar, mandar un WhatsApp o un email; por favor, no duden en comunicarse a cualquier hora, por cualquier cosa o emergencia.

Hoy tengo planeado ir a hacer todos los pendientes, uno de ellos, conectar mi celular a una compañía local y conseguir un nuevo número para así mandarles muchos WhatsApp y montones de fotos de la ciudad. ¡¡¡¡Los amoooooo!!!! Miles y miles de besos...

Con todo el amor del mundo, su hija preferida (sería el colmo que no lo fuera, si soy hija única, jajaja) que los extraña con locura...

Delhy

Qué Será De MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora