Cap 36

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-Narra Alex-

Miles de monos en medio de una selva tropical hacen golpes con tambores sin parar, y retumba en mi cerebro perdiendo la noción del tiempo. ¡Paren estúpidos monos asquerosos!

-¡Jodido infi...erno! —Arrastrando las palabras, me di cuenta que al abrir con trabajo los ojos por culpa de laluz filtrada en las cortinas, no era un sueño lleno de monos locos, era simplemente la resaca... el dolor de cabeza era insoportable, esos monos se han puesto de acuerdo en desquiciarme.
Entonces miles de recuerdos de todo el día de ayer se implementaron en mi mente. Mi mano frota mi frente arrugada, arrastrando en mi cabello. Todo lo que ha pasado en un jodido día... solo uno, y ha sido con ella. Esto me provoca que la cien me pulsa a cien por minuto. Noooo con la mierda ¡basta!

En lo que las gotas de agua caen brotando por mi espalda, mi cabello y el resto de mi cuerpo, complemento masajes en el cuero cabelludo e intentar quitar este maldoso dolor de cabeza. Solo a mí se me ocurre combinar alcohol con yerba. Bravo, Alex. Pero no solo eso... mi cerebro pareciera que hace choques eléctricos cada vez que ella pasa por mi mente. Ella tan linda, inocente, sus ojos y su boquita, la Karen que a en de verse tan inocente no se deja de nadie ni de mí. Por eso amo eso de ella, no es como las típicas locas niñas que van detrás de mí...

suspirando por mí. Ella es diferente, si algo le molesta lo dice, si algo le gusta lo dice.
Me pregunto ahora ¿Por qué sigo pensándola? ¿Qué tiene ella que me hace pensarla?
Ayer...acercándome sus labios mientras estuve a punto de hacerla mía en este mismo lugar oh... si. Mi lengua recorrer en su cuello, y en sus pechos excitándola besar, cada parte de su cuerpo... God... que me ha hecho...
En mis deseos, y bajo la ducha caliente, coloco una mano en la pared deteniendo mi cuerpo agitado... cerrando los ojos, la mano libre toca mi miembro, lo sujeto, y exhalo en darme esa idea que estaré apunto de hacerlo... Entonces acariciándolo una y otra vez lentamente, si... esa sensación, ella no sale de mi mente. Sal, nena, vamos sal... doy un gemido cuando mi mano acelera con movimientos bruscos en mi pene. Mierda si...

-¡Ale...x...ander! —Ella grita mi nombre.

-Karen...

—Mi voz ronca suelta un gemido mientras seguía dándole pequeños besos en el pecho. Los dos en este momento. Me doy vuelta, y sostenerla en sima de mi cuerpo desnudo. Posicionando mis manos bajo sus muslos de ella, entro en esta sin la necesidad de parar...
Joder la ne...cesito... mi respiración agitada y mi brazo haciéndose notorio esa tensión muscular al seguir en pleno placer. Mi cuerpo pide agritos el suyo, sentirla.
-Oh si nena... — mi mano se apresura hasta llegar el éxtasis y dar un pequeño grito ahogado combinado en un gemido satisfactorio. Y al terminar, junto con una respiración acelerada y entrecortada, preparo en abrir mis ojos libidos y dilatados. Mi pecho subía y bajaba.

Que mierda hice...
Ha pasado tanto tiempo que no me auto complacía, y ella me ha obligado hacerlo. La he pensado mientras me satisfacía yo mismo, como un adolescente en la ducha.
Soplo fuertemente, y me estoy dando cuenta que estoy sonriendo. ¿Esto es en serio? Ella te está volviendo loco ¿sabías? Y ahora me vuelvo a dar cuenta que estoy riendo fuertemente... vuelvo a exhalar y frotar con agua mi cara, ¡man despierta estás saliéndote de control con esa tía...!

Terminado de vestirme con una camisa color negra manga corta de algodón, unos pants color caqui, y unos Vans negros, en mi cabeza aparece amenazante el recuerdo de La Apuesta. Tengo que conseguirlo. Aunque mientras mi cuerpo dice 'adelante', el resto piensa 'eres un cabrón, ¿no ves que es vulnerable?'


Mientras todos toman su desayuno en el comedor, yo deseo ahora mismo un caldo de pollo, a ver si con eso se quita la jodida resaca. Todos están allí, exceptuando ella... ¿Ya no puedo tener privacidad aquí? Man, ¿no entiendes que estás con cinco personas viviendo bajo el mismo techo?

Sentándome con mi plato bien servido de cereal, prefiero no tomar conversación con nadie, no estoy de humor para aguantar sus mierdas de cada uno de aquí.

-¿Qué hay Rodriguez? Woo, oh. Te ves terrible... —Dice Chaz. Puedo imaginar cómo me veo en una mañana de resaca...

-No dudo que tú también lo estés.

-Todos lo estamos, la borrachera de ayer fue... pff. —Dice Nathaly. — Por cierto... ¿y Karen, la han visto? —Continúa ella.

-Seguro mandándose mensajitos con Matt —Chaz interviene continuado en una risita.

Cabrón. Mierda, Karen. Exasperado lo recuerdo todo... ella, joder. Su brazo... —Froto mi rostro y mis manos se quedan allí.

The Best (La Apuesta) Emilio Alexander Rodríguez & Karen Elena PujorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora