-Narra Alex
Cuando un hombre te mira de ese modo, cuando te envuelve una mirada de ésas y sientes que resbala por tu cuerpo, ¿Qué es lo que sientes? di, ¿qué es lo que sientes... Nos quedamos callados unos segundos. Torcí los ojos. Por supuesto que no puedo creer lo que acabo de decir. Le había estado dando tantas vueltas a la cabeza en solo imaginarlos a los dos juntos...que el impulso me ha obligado abrir la jodida boca. Entonces doy mi criterio sobre este asunto. Esto ha salido sin haber querido, ¿en verdad estoy celoso?
-Si, Karen. Lo estoy. ¡¿Contenta?! —Respondo alzando mis manos. Ella, prácticamente se ha quedado paralizada, sin algún movimiento en su cuerpo. Pero después me mira con más intensidad.
-No estoy celoso de él. Estoy celoso en la forma que él puede llegar a proponerte cosas... cosas en las que yo solo podría hacer contigo, y tú estarías dispuesta aceptar. Y muy bien que lo sabes. —Joder. ¿Otra vez? ¡Deja de abrir la puta boca!
Ella mira mis ojos, y sigo sin poder descifrar lo que está sintiendo. No dice nada bajando su rostro pensativo. Fue entonces cuando me rendí. Era una estupidez cana a la locura pensar que había elegido el lugar y el momento más oportuno para decir esto. Solo porque estaba desesperado, excelente Alex.
Después me estudiaba con la mirada, parecía un poco ansiosa. Lo sabía por qué yo conozco ese rostro tan dulce.
Karen viene hacia a mí y me doy cuenta que me está sonriendo. Siento que el corazón quiere salirse por primera vez.
Y luego ahí, percibí un cierto efecto que me hizo que transcurra el tiempo tan rápido. Karen clavo sus labios en mi mejilla, un beso dulce y suave, porque al cabo de un segundo desaparece ella de mí, sin decir nada. Suspiro y expulso todo el aire que contuve por en ese momento que ella me beso. Me hizo sentir diferente por primera vez en mi jodida vida. Sentí algo distinto en mí. Era como si todo fuera al revés en mis años que llevo siendo el Alexander Rodríguez que le roba el aliento a quien se cruce por mi camino... Ahora me veía por otro lado.
Horas después, me quedo en la habitación de juegos, lugar donde puedo pensar claramente, analizar las cosas. De algún modo siento admiración por ella, estar con Karen le da a mi vida algo que le faltaba, algo que me hace sentir bien...
Impulso mi cuerpo para sentarme arriba de la mesa de billar. Pulsé la pantalla de mi iPhone para reproducir música... hasta dejar una canción que jamás pensé que escucharía.
-¿Alex? —Es Chaz que abre la puerta acercándose —Te vez cansado —Comentó Chaz.
-Estoy hecho polvo —Admití. El clavo los ojos en mi iPhone y me devolvió la mirada confundido. ¿Tu? ¿Escuchando a Bruno Mars? ¿En serio? —Da una pequeña carcajada.
-¿A caso importa...? -Qué extraño —Vuelve a reír. —De un día para otro ya comience a gustarte
-No me gusta. Solo esta canción.
-Gorilla... la letra es muy pervertida
-Oh... sí que lo es. Solo me gusta esa. —Digo frio y cortante.
-O ¿será que comienza a gustarte por alguien más? —Me he quedado sorprendido de que llegara a semejante conclusión.
-Ni de broma —Lo miro con desaprobación. — ¿A eso viniste? Digo, me está explotando la cabeza.No, de hecho he venido por otra cosa. —Pauso la música y cruzo los brazos.
ESTÁS LEYENDO
The Best (La Apuesta) Emilio Alexander Rodríguez & Karen Elena Pujors
Roman pour Adolescents¨hice esa apuesta antes de conocerte...... antes de conocerme¨. ¿Alguna vez en tu vida, te has llegado enamorar de alguien que rara vez se acuerda de ti ? ¿Te has puesto a pensar si en realidad le gustas? O ¿realmente puede llegar a quererte de la m...