Cap-19

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-Narras Karen-

"Te deseo" Se repite una y otra vez en mi mente: "Te deseo, te deseo" Oh Dios mío... Todos los músculos de mi vientre se contraen.
Me desea,  Alexander me desea. Espera... ¿Me desea?
Como jodidos ha ocurrido, me siento tan afortunada, seguro he hecho algo bien.
Mierda, ¿Debo de decir algo ahora?

Me mantiene agarrada pero se separa un poco para mirarme, examinando mi rostro tal vez esperando una respuesta. Enfoco mis ojos en los suyos, sumirada ahora es otra, entornados y libidos, con sus labios húmedos entre abiertos. Oh jodida madre, nunca lo había visto así, se ve tan...
Alexander aparta sus ojos de mí, mirando al cielo, pronto me asusta ante su reacción sujetándome con fuerza.

-¡Una estrella fugaz, mira! –Grita mientras alzo mi vista al cielo en menos de un segundo, mis ojos captan una luz, como un flash que rápidamente cruza el cielo. Una estrella, ¡Fugaz! Nunca había visto una, rápido me pongo a pensar en mi deseo. No sé si funcione pero si, ¿sí? Dios, es primera vez que veo una, y lo que lo hace tan más hermoso, que fue alado de él... de él.
Teniendo una sonrisa estúpida, mi rostro se vuelve a la de Alex, con una sonrisa tímida dibujada en su cara.
-Es primera vez que veo una. –Dice el mientras sus manos de nuevo rozan mi cadera y se apega a mí lentamente.
-Pedí un deseo...
-¿En serio? –Me mira impresionado– ¿Qué pediste? – Niego con mi cabeza y al mismo tiempo dedicándole una sonrisa victoriosa.
-Oh, vamos dime –Alex insiste.
-No –Suelto una leve risita.

-Entonces tendremos que disfrutar del paisaje que nos rodea. –Me volteo metiendo una pierna en el barandal, Alex se pone detrás de mí.
Esto es tan hermoso, estamos en una altura impresionante, aunque este obscuro, desde aquí arriba se nota las demás cabañas con sus luces encendidas ahí abajo. Pasan en ratos Cuatrimotor con chicos gritando de emoción, pero a la vez un silencio, una tranquilidad relajante. Hace un frio delicioso,el aire frio choca en mi cara haciendo volar mi cabello lentamente. Esto no se puede explicar de cómo me siento, no puedo creer que esté aquí y con él quien estoy enamorada. Miro al cielo nuevamente, y vuelvo a repetirme, el cielo se ve increíblemente más hermoso desde aquí arriba,debido a la obscuridad, el cielo se ve inmenso, con millones de estrellas brillando y la luna llena filtrando luz lunar en nuestras cabezas y en el demás paisaje.
Mas lejos, mucho muy lejos, se notan muchas lucecitas brillando, seguro que es la ciudad de New York,

no puede ser, todo se ve desde aquí.
Se escucha un búho, se escuchan los grillos, ramas moviéndose debido al aire, se escucha un gato. ¿Un gato?
Escucho la leve risita de Alex. Me volteo para poder mirarlo.
-¿De qué te ríes? –Pregunto con más confianza, creo que me siento más segura al hablar con Alex, pero eso no deja de hacerme intimidar cada vez que lo miro, o me habla. Me pone a temblar
-Nada –Niega con su cabeza a la vez sonriendo –Es solo que, este lugar...
-Es muy hermoso. –Lo interrumpo acabado la frase.
-Como tú. – Musita
¡Oh cielos! Me sonrojo.

Quiero bajar la mirada como de costumbre, pero no puedo y no quiero, No puedo porque quiero aprender aguantar su mirada poderosa cuando me mira que hace que me intimide, debo luchar por eso ya. Y no quiero porque sus ojos hechizantes, son tan...

-Se que te estás sonrojando, aunque no lo vea. –Se ríe leve. Mientras acaricia con su pulgar mi mejilla.
¡Mierda!Como lo sabe, devuelvo una sonrisa y acaricio su brazo que sigue acariciando mi rostro una y otra vez. Cierro los ojos y me relajo ante su tacto cálido que me hace estremecer. Junto el aire frio que nos Rodea, Alex se apega más a mí, sintiendo el calor de su cuerpo enfrente de mí. Sus manos se vuelven heladas de repente, pobre, se ha de estar muriendo de frio y está aquí, aguantando el viento helado.
Como de costumbre alexander lame su labio inferior con su lengua, empiezo a conocerlo, eso lo hace cuando quiere besarme. Joder... me siento tan feliz, humedezco los míos por igual, siento su aliento más cerca de mí,

The Best (La Apuesta) Emilio Alexander Rodríguez & Karen Elena PujorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora