The Best (La Apuesta) Emilio Alexander Rodríguez & Karen Elena Pujors

Cap-15

Mi mirada se enfoco en los chicos tratando de sonreír haciéndome creer a mi misma que no sucedía nada. Mientras tanto mis ojos captaban de reojo los movimientos de alexander y lorena abrazándose uno al otro. ¿Sabes que es lo más machista? Que alexander se haya portado como un imbécil todo el día conmigo, incluso ayer, cuando estábamos todos en la noche. Algo que no podre olvidar fue esa mirada que me hizo cuando estaba sentado al frente de mi en el sofá, su mirada me estremecía totalmente.

¿Qué me dices de su voz? Su voz aterciopelada cuando canto aquella canción que al saber, es su favorita, al cantarla con tanta pasión y sentimiento. Alguien mirar cantar suena tan impresionante, pero escuchar cantar de quien estas enamorada es más loco aún. Y cuando termino esa noche, no dejar de pensar su voz, no dejar de recordar sus miradas, no dejar de recordar el beso... el beso. Siguiendo en mirar a los chicos sin ver realmente.
Sentía un nudo en la garganta. El desencanto fue casi tan inmediato como el reconocimiento. Me deje caer de rodillas allí mismo, en el borde del piso casi, casi estaba muy cercas del lago. Y empecé a respirar entrecortadamente. ¿Para qué ir más lejos a todo esto? Nada me retenía allí, nada salvo los recuerdos que podía invocar cuando quisiera.

-Siempre y cuando estuviera dispuesta a soportar el correspondiente dolor –Susurre– y el sufrimiento que ahora me embargaba me había dejado helada. Aquel sitio no tenía nada de especial sin "nosotros". No estaba segura de que esperaba sentir allí, pero el lago parecía tan espectacular junto con los rayos del sol. Aún así, estaba vacío como todos los demás. Para mí todo esto parecían pesadillas. La cabeza me empezó a dar vueltas vertiginosamente. Al menos estaba me mi mejor amiga. Me invadió una oleada de alivio en cuanto percate de ello, al mirarla tan feliz con su novio. Si tan solo Lorena no se pusiera en nuestro camino... bueno, no hubiera habido forma de disimular el abismo en el que ahora me hallaba sumida. ¿Cómo hubiera podido explicar aquella forma de sentir pedazos mi corazón? Prefería no haber tenido público ahora mismo...

Tampoco tener que explicar a nadie porque de pronto tenia la necesidad de irme de aquí. Después de haber sorteado tantos problemas a la vez. Alexander hubiera parecido o tener esa intención de que siguiera viendo unos pocos segundos más, para que viera todo con mis propios ojos, que él la amaba, y a mí no.
Como diciendo "Ella es mi chica, mírame, jamás me fijaría en ti" Como si lo hiciera apropositamente; pero yo ya estaba intentando reunir fuerzas suficientes para ponerme de pie, después de abandonar la posición que había adoptado y huir. En ese preciso momento salió del agua alguien que no me importaba mirar para saber quien era. La primera fue la sorpresa, no esperaba compañía, además me sacudió una ráfaga de desgarradora esperanza cuando note que unas manos deslizaron suavemente en mi brazo hasta sentarse a mi lado y abrazarme totalmente. Mirando hacia mi izquierda con mis labios entre abiertos y mis ojos con esa esperanza, era Chaz que me miraba tan sonrientemente a los ojos.

-Que pasa señorita – El se burlo. -¿Señorita? –Le devolví la sonrisa. -Creo que puedo ser amable por una vez en la vida -Haha, hola –Sonreí pero luego agache mi cara hacia el piso. -¿Que tienes? –Pregunto él mientras tomaba mi rostro para que lo mirara. -Nada... –Sonreí, de manera que nadie supiera mi estado. -¿Segura? Te veo desde haya con los chicos y estas como triste. Ni siquiera se te notan las ganas de venir con nosotros. -Tranquilo no es nada. –Volví agachar mi cara. -Hey, hey –Chaz se paro y me levanto de gran sorpresa. Me levanto para darme un abrazo muy apretado... Para mi gran impresión Chaz me cargo con señal de aventarme al agua. Oh, Chaz no, no lo hagas –Grite pero sin dejar de reírme. Al mirar a todos vi como alexander nos miraba a nosotros dos con cara de odio.
Creo que era el momento perfecto para darle ¿"una sopa de su propio chocolate"? Como estaría tan segura que realmente sentirá lo que yo sentí al verlo con ella... Chaz me tomo y los dos nos echamos al agua sumergiéndonos al fondo del agua, intentando salir mi cabeza para poder respirar, Chaz me tomo de mi estomago mientras el detrás de mi me apretaba hacia él.