Cómplice III: Destroya [Gerard Way ft Billie Joe Armstrong]

Capítulo #5

(Con Gerard)

Se cubrían tras las paredes tratando de protegerse de las balas, aunque sabían que tarde o temprano ellos vendrían hasta donde se escondían para matarlos si no se movían.

No tenían opción, corrieron en diferentes direcciones mientras les disparaban. Tré salió herido de un rozón en el brazo y Gerard fue con él para ayudarlo a seguir.

—¿Darren te advirtió del número?

—No, solo dijo que los quería muertos a todos. — dijo mientras disparaba.

Se levantó del suelo y miró a Gerard como si fuese un idiota.

—¿Y de casualidad no nos incluyó a nosotros en ese trato?

—Tú sabes como es esto, Tré, así que si es así o no ya habrá tiempo de cobrarnos.

Dicho eso Tré se alejó negando con la cabeza. Gerard resoplo y salió de su escondite, le disparó a tres hombres de los cuales solo dos lograron cambiaron de posición, luego de eso decidió subir solo al segundo piso. Se dirigió a las escaleras y mientras subía escuchaba pasos que se acercaban.

Llegó al segundo piso y se topó con uno de los tipos, sin más lo apunto pero una voz por detrás hizo que se detuviera a pensar dos veces lo que iba a hacer.

—Baja el arma, ahora. — giró su cabeza y vio que otro tipo le apuntaba.

(Con ______)

Correccional para Mujeres Edna Mahan

Estábamos en el patio de la prisión, caminando alrededor de este, estando muy cerca del alambrado que nos mantenía dentro.

—¿Y bien?— la mire mientras ella no dejaba de ver hacia el otro lado del alambrado.

—¿Qué?— preguntó sin verme.

—Solo digo que ahora que compartiremos una celda y nos cuidamos las espaldas. Necesito saber tu nombre ¿cómo te llamas?

Suspiro mientras subía y bajaba los hombros sin darle tanta importancia a mi pregunta.

—Bueno... — se detuvo por un instante y me miró —Mi nombre... es Scarlett Wood.

—Lindo nombre... Scarlett. — sonrió y desvió la mirada hacia el piso.

—¿Y el tuyo es? — siguió caminando con la mano derecha aún pasándola por todo el alambrado.

—_______ Mitchel — asintió con la cabeza mientras sonreía fugazmente y miró nuevamente hacia el alambrado. —¿Y por qué estas aquí?

Volvió su mirada hasta mí tan rápido como pudo.

—Obviamente, no es por ser un ángel. — sonrió e igual yo también lo hice. —Para empezar, hurtaba tiendas para conseguir dinero y comprar cocaína. — quito su mano del alambrado y la metió dentro de su bolsillo —Así que en cuanto me acusaron de robos a mano armada y de asesinato a sangre fría, mis padres no dudaron en dejarme aquí.

—¿Y tus padres no han venido? tan siquiera a ver como estas...

—No. — rió y vio al frente. —Pero no me importa de igual manera no espero tanto de mis ellos... Si no les importe cuando era una niña ¿por qué les iba a importar ahora?

Suspire apenada por Scarlett, ella me hacía recordar a Gerard de alguna manera. Tan solos ambos, viviendo en su propio mundo y sin nadie que se preocupara si ellos se quedaban o se iban.

—Lo siento.

—Qué mas da — dijo restándole importancia. 

—¿Y aquí superaste tu adicción a la cocaína?