Cómplice III: Destroya [Gerard Way ft Billie Joe Armstrong]

Capítulo #12 [4/4]

Al día siguiente...

(Con Gerard)

Ocho de la mañana con treinta minutos. Los chicos estaban despiertos y listos para cumplir con su mayor hazaña o más bien, su mayor desafió. Nunca antes habían asaltado un banco, todos lucían nerviosos e inseguros a excepción de Gerard, quien se veía calmado y concentrado tanto así que hasta fumaba sin mostrar preocupación por nada. Esa actitud tranquila, hasta a Ray le sorprendía.

-¿Están todos listo para irnos? - les preguntó Gerard cuando vio que preparaban sus armas para ir rumbo al banco que asaltarían.

-Si, ya estamos todos. - aseguró Ray y él le asintió mientras se ponía de pie para tomar su arma.

-¿Estas seguro de esto? - preguntó Mikey viéndolo.

-Si no lo estuviera, no hubiera perdido mi tiempo en esto. - le respondió sin verlo. Mikey solamente bajo la cabeza y subió las escaleras para ir a su habitación. Gerard se coloco su mascara al igual que el resto y los miro. -Hora de irnos.

Todos asintieron y fueron hacia la camioneta para finalmente partir.

(Con _______)

Caminaba por las calles rumbo al hospital en donde estaba Scarlett esperando que siguiera allí, le prometí que no la abandonaría y eso haré. Iré por ella para que no vuelva a prisión y pase por lo mismo que yo.

Había pasado la noche en un callejón junto con otros vagabundos, que a decir verdad fueron buenos conmigo me dejaron acercarme al fuego que tenían y me dieron algunas sobras de comida al igual que de ropa. Sin embargo, no pude dormir en toda la noche estaba preocupada porque la policía me encontrara y porque el brazo no me dejaba de doler. Para mi suerte, había parado de sangrar pero aún tenía la bala dentro. Anoche pensaba asaltar una farmacia, pero hubiera sido demasiado, no quería llamar la atención de la policía.

Luego de haber escapado de prisión, deje la patrulla junto con las llaves y el chaleco antibalas. No podía arriesgarme a que me atraparan por andar en esa patrulla robada.

Di un suspiro y me senté en el suelo, estando cansada. Ya faltaba poco para que llegara pero no tenía muchas fuerzas para seguir. De pronto, una mujer distraída que hablaba por teléfono paso con su hijo, un niño de al menos siete u ocho años, quien se detuvo por un instante a darme un billete y sonreírme antes de alejarse.

Lo tome y mirándolo sin poder creerlo, sonreí. Me puse de pie con cuidado y vi como el niño desaparecía entre la gente, no me dio tiempo de agradecerle.

Guarde el dinero y camine a la parada de autobuses junto con la demás gente. Miré con atención la zona y me di cuenta de que el banco al que una vez vinimos Gerard y yo a dejar su dinero, estaba cerca.

Vaya recuerdos. - pensé y sonreí de lado.

El autobús llego y subimos todos.

Mientras tanto...

(Con Gerard)

-¿Todos tienen claro como lo haremos, cierto?

-Si. - dijeron todos fastidiados.

El plan ya lo habían repasado una y otra vez desde hace días y aún así Gerard les seguía preguntando si lo recordaban bien o no.

¿Nos cree idiotas? - se lo preguntaban todos a sí mismos.

-Gerard por favor, hemos estudiado cada maldito detalle de ese banco los últimos días ¿como podríamos no recordarlo? - dijo Tré en un tono de molestia.

-Además, quien no sigue los planes, eres tú. - Ray le recordó y Gerard rodó los ojos mientras dejaba de verlo.-La vez pasada te precipitaste al dispararle a ese tipo.

-Todos estamos vivos, sean felices con eso.

-Ya llegamos. - avisó Tré mientras estacionaba.

-Cinco minutos y nos vamos, el tiempo corre a partir de ahora ¿listos?

-Listos. - dijeron todos al mismo tiempo.

Bajaron de la camioneta y se dirigieron a la entrada del banco. Tré abrió la puerta y entro Bob por delante para golpear al de seguridad, luego entraron los demás. Ray dio algunos tiros al techo para llamar la atención de todos.

-¡Todos abajo! - las personas obedecieron y se recostaron boca bajo. -Si no se mueven no saldrán heridos. - Ray advirtió y giró a ver a Gerard para indicarle que tenía bajo control la situación.

Bob saqueaba las cajas mientras que Gerard iba por el dinero de la bóveda.

-¡Abre la bóveda! - le apuntó a la cajera principal.

-No... no puedo. - dijo asustada alzando ambas manos.

-¡Si puedes! ¡hazlo ahora!

-No... no... puedo. - rogó llorando mientras negaba con la cabeza.

Perdían tiempo valioso y Gerard se desesperaba, se distrajo con eso y entonces un guardia aprovecho e hizo sonar la alarma. Todos sabían que la policía llegaría pronto, y sin detenerse a buscar al culpable dos veces Tré le disparo a todos lo que estaban cerca de la alarma sin excepción, algunos murieron al instante mientras que otros agonizaban. Las personas de inmediato comenzaron a gritar y llorar aterrados. Ray no podía calmarlos y Tré con lo que había hecho los asusto aún más. La cajera aún rogaba piedad sin parar, pues estaba totalmente paranoica. A estas alturas se sintió totalmente estresado por tanto alboroto, la situación se había salido de control.

-¡Carajo, Gerard se jodió todo! - exclamo Bob igual de estresado que él.

-¡Cierren todos la maldita boca! - grito furioso y dio un par de tiros al techo, se tranquilizaron un poco y le apuntó al cajero que estaba al lado de ella. -¿Es tu prometido, cierto? - la cajera asintió templando y él dio un tiro en el brazo al chico, causando así el sobresalto de la asustada cajera. -La siguiente bala sera en la frente sino abres la bóveda, ahora.

Sin más opción, la cajera accedió a abrirla y Tré junto con Bob entraron a tomar el dinero, sin parar.

Al fin parecían ir bien las cosas, cuando escucharon que la policía se acercaba.

-¡Vayámonos! - les dijo Gerard.

Salieron de la bóveda y él entro. Ambos lo miraron sin entender que hacía.

-¿Qué haces? ¡vayámonos!

-Adelántense. - se quedaron donde estaban. -Vamos, yo los alcanzaré en un segundo.

Tomaron la delantera, llegaron hasta la puerta y cuando estaban por salir se toparon con la policía quienes comenzaban a rodear el banco.

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Hasta aquí el maratón, espero les haya gustado :3

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pdt: Mañana actualizo :) las amo, bai.