Capítulo #27

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Una semana después...

Los días han pasado muy rápido, y ni Gerard ni yo hemos podido localizar a los demás. Puesto que, nadie responde a los números de teléfono que supuestamente tienen. En fin, solo espero que estén bien y que sigan ayudándonos en donde sea que se oculten.

Me acerque a la pequeña ventana en el cuarto de azotea que habíamos logrado conseguir y recargue mis brazos en el bordillo de esta para ver como las gotas de lluvia resbalaban con lentitud, mientras que, otras tantas golpeaban fuertemente el vidrio.

Este lugar no era la gran cosa, pero al menos no tendríamos que dormir en un callejón. Además, nos cubría de la tormenta que se avecinaba.

De pronto, la puerta se abrió, dejando ver a Gerard totalmente empapado y molesto con un par de bolsas en cada mano.

–Maldito clima. – gruño, limpiándose los pies en la entrada y cerrando de un azoton.

–Deberías cambiarte antes de irnos.

Le sugerí yendo a su lado y abriendo las bolsas al igual que él.

–Eso no tiene importancia ahora. Toma estas cosas y visteté antes de que cierren la joyería.

Este hombre nunca me escucha. – dije en mi mente negando con la cabeza y llevando dos bolsas conmigo hasta el baño.

Deje todo sobre el lavabo y me desvestí, pensando en como iba a resultar nuestro primer robo juntos en la joyería principal de la ciudad. Según planeamos, yo distraería y Gerard haría el resto.

No contaba con un arma aún, así que, no había mucho que pudiera ayudar si se salía de control la situación. Tenía que estar completamente concentrada.

Trate de apurarme lo más que pude poniéndome el vestido y los tacones, ya me había arreglado la peluca castaña que usaría y el maquillaje antes de que llegará. Únicamente me faltaba rellenar el bolso de cosméticos, pero eso lo hice en lo que salía del baño para ir con Gerard.

Pare al estar en el marco de la puerta que daba a la habitación y revolviendo todo el contenido del bolso, que estaba hecho un desastre, suspire.

–Creo que ya esta, listo. – murmuré bajo y dirigí la mirada hacia Gerard, quien estaba en una de las esquinas recargado sobre la pared con los brazos cruzados y los ojos fijos en mi cuerpo.

Analizándolo de arriba, abajo detenidamente. Colgué el bolso en mi brazo y me encamine hacia él. Cruzo mirada conmigo fugazmente mientras bajaba la cabeza y se reincorporaba para darme la espalda.

–Andando. – respondió, intentando sonar tranquilo y desvío la mirada a la cama para agarrar el paraguas y lo abrió en lo que salía.

Tome la chaqueta que me había dado y me la coloque antes de pasarle por un lado. Nos encaminamos al auto, un Corvette negro, como el que solía tener tiempo atrás. Subimos, y arranco.

Miraba al frente con el objetivo de centrarme en lo que haría al llegar. Sin embargo, recibir miradas cortas por parte de Gerard, durante el trayecto me ponía algo nerviosa.

Llegamos a un semáforo en rojo y se detuvo. Observo a detalle el tablero al igual que su asiento y a juzgar por las expresiones que hacia parecía buscar asociar el auto con el antiguo Corvette.

–Es igual a tu Corvette ¿cierto? – susurré, bajando un poco del vestido discretamente para verlo. –¿Logras recordarlo?
Suspiro pesado.

–La mayoría… de los recuerdos que tengo del… están ligados a ti. – confeso un tanto disgustado.

–¿En serio? – le pregunté consternada.

Cómplice III: Destroya [Gerard Way ft Billie Joe Armstrong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora