Cómplice III: Destroya [Gerard Way ft Billie Joe Armstrong]

Capítulo #14

(Con _______)

—¿Estas lista? — le pregunté y asintió antes de que le colocará la manta encima. —Aquí vamos.

Abrí la puerta de la habitación y observé a ambos lados para ver si alguien se había dado cuenta de lo ocurrido.

Una vez comprobado que estaba tranquilo el pasillo, empuje con una mano la camilla mientras que con el otro fingía también hacerlo.

Llegamos al elevador y entramos, presione el botón del último piso, que era donde estaba el estacionamiento.

Esperé a que las puertas se cerrarán y descubrí a Scarlett.

—¿Al llegar al estacionamiento robáremos un auto?

—No, tal vez una ambulancia para que sea más natural por si alguien nos ve.

—Ojala lo logremos. — dijo viendo al techo.

—Lo lograremos, calma. — afirme y me miró.

—Gracias por hacer esto por mi. — sonrió.

—Nos cuidamos las espaldas ¿no?

Reímos y el elevador se detuvo, la puertas se abrieron y tape a Scarlett de vuelta.

Apenas íbamos saliendo del elevador, cuando vi una patrulla y un par de policías interrogado a un chico cerca de una ambulancia.

—Maldición. — susurré y trate de apresurarme.

—¿Qué pasa? — preguntó de inmediato.

—La policía, esta cerca. — dije entre dientes e hice fuerza con mi brazo lastimado causandome dolor otra vez. —Ouch!

—¿Doctor? — escuché la voz de uno de los oficiales.

Eleve la mirada y vi que venían a nosotras.

—Dime que no esta sucediendo lo que me estoy imaginando, por favor. — dijo Scarlett asustada.

—¿Quieres que te mienta, entonces?

Dio un largo suspiro y cargo el arma que le di antes de que saliéramos.

—Pues hazlo, porque yo lo haré realidad.

Se quito la manta de encima y le disparo a los policías al igual que al chico de la ambulancia que los acompañaba. Finalmente, bajo de la camilla y yo me acerqué al chico para tomar sus llaves.

—Bueno, ya tenemos transporte.

—Vamos.

Le ayudé a que llegáramos a la ambulancia y subimos a ella antes de que los demás policías llegarán. La encendí y nos dirigimos a las puertas eléctricas, las cuales estaban por cerrarse.

—Acelera o nos quedáremos atrapadas.

—Sujetate bien. — le advertí antes de pisar hasta el fondo el acelerador.

Las puertas se estaban cerrando cuando pasamos por estas rayando así la pintura de la ambulancia, algunas chispas saltaron pero aún así lo logramos.

Scarlett comenzó a reír cuando vio que nos alejábamos del hospital.

—¡Al fin, libres! — exclamó con una gran sonrisa. —¿A dónde iremos ahora? — preguntó ansiosa.

—Dejaremos esto por allí... — dije refiriéndome a la ambulancia y ropa. —Luego iremos a mi casa necesito... curar mi brazo de una vez.

Scarlett me miró de cerca y puso su mano sobre mi frente.