❝DADDY❞ ━VKOOK

EPÍLOGO ✧𝓳𝓴

—¿Jungkook? Mi Kookie... —te volteaste.

—¡Oh, Dios! —grité. —¡TAEHYUNG TE EXTRAÑÉ TODO ESTE TIEMPO! —lo abracé.

Lloramos, era de esperarse. No lo había visto en tanto tiempo, necesitaba de él, de sus caricias, de su amor.

—K-Kookie, te amo, te amo, te amo. —chocaste nuestras frentes. —No te dejaré, ¿si?

—T-Te amo, hyung. Tampoco te dejaré. —no podía hablar, era como tener la cabeza en otro mundo, las palabras no salían.

Toda la tarde nos la pasamos en besos y caricias, por fin recordaba.

El choque automovilístico no me permitió recordar a Taehyung.

—¿Qué te parece si vamos a mi casa? —hablaste—. Te he extrañado tanto.. —se aferró a mí.

—Sí, bebé. —sí, sí y sí por los mil demonios.

Llegamos, dejamos las cosas en la cocina y fuimos a tu habitación. Por alguna razón, me sentía distinto.

—No sabes cuánto te extrañé. —susurraste para acercarte más a mí al cerrar la puerta.

Nuestras caras se encontraban a menos de tres centímetros una de la otra, noté como tus ojos se posaban en mis labios.

Mierda, mi corazón latía a un ritmo incontrolable, tanto así, que sentía que en cualquier momento me daría un ataque cardíaco.

Respirábamos el mismo aire, ahora tenías los ojos oscuros llenos de lujuria que se podrían notar a metros de aquí. De pronto sentí como tus labios se posaron sobre los míos, aumentando cada vez más la intensidad. Nuestras lenguas jugueteaban y se pedían permiso para entrelazarse, las ondas bucales y los leves chasquidos resonaban en toda su habitación.

Y ahí fue cuando sentí como tus manos se posaban en mi cintura atrayéndome más hacia ti de forma brusca y posesiva. Nuestras respiraciones se agitaron, deseando quedar sin prenda alguna.

Me aprisionaste contra la pared y empezaste a succionar mi cuello, dejando leves caricias húmedas, mientras que yo solo respondía con gemidos agudos.

—Ahora eres mi prisionero, puedo hacer lo que me apetezca.

—Adelante. —sonreí.

No respondiste, soltaste un gruñido y deslizaste tu mano debajo de mi suéter, tocando mis pezones.

—Ah-Ah... Tae-Taehyung...

Me posaste bruscamente sobre la cama y quedaste encima mío. Mi suéter ya no estaba; chupabas mis pezones, los apretabas y de un momento a otro se tornaron de un color más rosa.

Taehyung siguió lamiendo gran parte de mi cuello. Su lengua hizo un recorrido hasta llegar a mis pezones, succionándolos mirando mis ojos. Esta se deslizó por todo mi pecho y descendió hasta mi vientre, bajando para lamer sobre la tela de la ropa interior que llevaba puesta.

Se acercó y tomó mi nuca para besarme fuertemente, cerré los ojos y correspondí excitado.

Era rápido, movía su lengua por todas partes al punto de estar llenos de saliva. Hice el beso más profundo abriendo mi boca dejando un pase libre.