—Justin y yo sólo tenemos contacto por la niña y el trabajo. —mi madre fruncio el ceño.
—¿El trabajo? —dijo ella sin entender, asenti.
—Soy su abogada. —se llevó las manos a la boca sorprendida por lo que habia escuchado.
—¿Y como estudiaste eso? Claro, si se puede saber... —mi padre acomodo correctamente su corbata color azul Rey mientras me observaba con despreció.
Dio unos pasos para quedar aproximadamente cinco metros de donde me encontraba sentada.
¿Cuando había llegado que yo no lo había escuchado? Me puse nerviosa al instante, me prometí no estarlo y lo cumpliré. Suspire pesadamente, hoy lo encararía.
¿Qué pasaría si mi padre había escuchado todo lo que habíamos hablado mi madre y yo? ¡Dios mío! Habría escuchado absolutamente todo... Pero ya no había marcha atrás.
Voltee a ver a mi madre quien me veía aterrorizada. —no sabía que vendría a esta hora, lo juro.
Suspire, asenti hacia ella tranquilizandola pues sabía que no era su culpa, ella no me haría esta mala jugada. Me levanté del sofá y alize mi falda antes de encararló.
—Estudie leyes por el simple echo de que me encanta ese oficio y pude hacerlo gracias a mi amiga Jules y su apoyo cuidando de mi hija, todo se lo debo a ella. —mi padre asintió cortésmente mientras se ponía de puntitas y volvía a su posición.
—Entonces quiza te vea en los juzgados, cuando defiendas a la criminal de tu amiga. —me sonrió y rodé los ojos, metió las manos en su bolsillo.
¿Cuando había cambiado tanto? Cuando éramos unas niñas apenas nos prestaba atención pero nos daba amor y nos ponía apodos ridículos, ¿y ahora? Era frío, sarcástico y mala persona... este no es mi padre, no es el hombre que me crió. Me da asco el tipo de persona que tengo enfrente.
Por otro lado, sabía que mi padre odiaba a Jules por el simple echo de que su familia no es de una clase social alta, eso jamás me interesó pero a mi padre si. Y para agregarle una cosa más... me fui con ella, todo el mundo se enteró de que estaba con ella pero nadie sabía donde y eso le castraba a él. Ya que siempre tenia el control de todo, menos de mi.
—Claro, te veré haya quizá cuando defiendas a tu empresa cuando vuelvas a tener problemas financieros. —sonreí, note que mi padre estaba tenso. —¡Oh, mira papá! —fui a mi bolso y saqué una de mis tarjetas de presentación. —cuando necesites de mis servicios aquí está mi tarjeta, no cobró mucho. —se la tendi, este la vio de reojo dudando si tomarla o no.
No sabía exactamente como me habia atrevido a decirle semejante cosa a mi padre, aún temblaba por dentro pero me estaba esforzando para que nadie se diera cuenta y creo que lo estaba logrando.
Había duda e incertidumbre en la mirada que me lanzaba mi padre, quería saber más... estaba segura.
Me di la vuelta dejando a mi padre sin habla, había tomado la tarjeta.
—Bien, es hora de que me vaya... tengo que ir a trabajar mañana y hoy inscribirte a Eider al colegio, mamá. —mi mamá asintió mientras sonreía sin mostrar los dientes. —¡Eider, es hora de irnos a casa!
Diez segundos después Eider salió de la cocina con una galleta en la mano y una bolsa con más producto en la otra, tenía restos de chocolate alrededor de su boca, mamá y yo soltamos una risita. Ay Eider.
—Mamá, tu y yo seguiremos hablando... te llamaré después ¿si? cuidate. —bese su mejilla y pase por enseguida de mi padre donde me veía sin decir nada. —Eider, despidete.
La niña se acercó a mi mamá y le dio un pequeño beso en la mejilla y esta la abrazo, después camino hacia papá y sacudió la mano. Este ni se inmutó al ver a la niña despedirlo, sólo asintió. Corrió hacia mi y salimos por la puerta.
—¡Siempre arruinas este tipo de momentos! —escuché que dijo mamá antes de que la puerta se cerrara.
Ya no pude escuchar más porque nos alejamos, suspire.
Ya esta hecho.
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n/a: otro capitulooooo!!! Les dije que intentaría publicar el otro lo más pronto posible y aquí está.
Ya estoy escribiendo el siguiente, pero la verdad si comentarán y votarán me darían más emoción al momento de escribir, se los agradecería a montones.
XOXO.
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Eider.
FanfictionUn reencuentro nada planeado entre Cassandra Cowell y Justin Bieber después de casi seis años sin verse cara a cara, hasta que el destino les juega una mala pasada. 《Mi mami tiene una fotografía donde usted aparece.》 《Tengo cinco años y mi nombre e...