Cassie POV.
Paramos el ascensor en el penúltimo piso, aún estábamos tomados de la mano, la verdad es que me sentía cómoda así... no entiendo porqué lo hizo pero me agradó.
Cuando ya estábamos por fuera del ascensor camino alrededor de treinta metros hasta llegar a una puerta negra lisa, pude ver algunas letras cursivas en color dorado sobresalir. Era muy lindo.
Justin le dio la espalda a la puerta y me sonrió, le devolví el gesto y levante las cejas esperando alguna respuesta.
—¿No pasamos? —dije mientras ponía las manos cruzadas bajo mis pechos.
—Sólo si usted lo ordena, digo, es su despacho, abogada Cowell. —automáticamente puse mis manos en mi boca en forma de asombró. Comencé a reír de una forma muy estúpida y pude sentir mi cara color tomate. —¿podemos pasar entonces? —dijo Justin mientras sonreía en mi dirección, asenti incorporandome un poco.
Las letras color dorado que mencioné antes tenían mi nombre sobre una placa del mismo color de la puerta, cuando Justin abrió la puerta del despacho quize morir ahí mismo, era precioso.
No era muy grande pero siento que tiene el espacio justo y necesario. Un escritorio de tamaño promedio con una lampara fue lo primero que vi, detrás de este una cómoda silla giratoria/reclinable y frente al escritorio dos sillas de piso, un par de plantas artificiales adornaban detrás de este y un mueble donde bien puedo guardar archivos o papeleo, también había una especie de livin' o recibidor con una pantalla plasma de un tamaño voluminoso, debajo había otro mueble con pequeñas plantas, las paredes estaba en color blanco y vino, como a mi me gustaban... recordó mis colores favoritos. Algunos cuadros decorativos adornaban la fachada y un gran ventanal detrás del escritorio lo hacía excepcional, estaba muy agradecida. —wow. —fue lo único que pude decir ante eso.
—Esta área es especial para Eider, cuando la quieras traer al trabajo... tiene televisión pagada y un lindo sofá. —dijo mientras se sentaba en este y sonreía.
—Muchas gracias por todo esto... —Justin asintio mientras interrumpía.
—¿Te gustó? —se levanto del sofa y camino hacia mi.
—¡Me encantó! Todo esta divino. —dije sin poder parar de ver cada detalle.
—Sólo le dije a la persona que se encargó que pusiera lo esencial, tu lo decoraras como mejor te parezca. —Asenti.
—Tengo a la mejor diseñadora del mundo. —dije recordando a Eider decorando su cuarto en Nevada hace algunos meses.
—Supongo que es una niña de cinco años, ¿no? —Asenti mientras reía.
—Ella estaría encantada de venir aquí siempre que tu quieras, nos vería a los dos y estoy segura de que seria muy feliz. —el sonrio sin mostrar los dientes y tomó mi mano envolviendola en las suyas.
—Yo también soy feliz, ¿y tú? —quite mi mano de su tacto y sonreí de la misma forma que él.
—Por supuesto. —concorde con él. —Si no te molesta, esto tiene que ser un poco rápido, tengo que contarte algo sobre la niña. —dije mientras me dirigía al ventanal, se veía realmente bien si estamos en el onceavo piso.
—Cuéntame sobre ella, el empleo puede esperar. —voltee a ver a Justin quien corrió la silla donde se sienta el superior para que me sentará, lo hice a duras penas pues aún me costaba un poco, se sentó frente a mi.
—Bueno, hoy fui a ver un par de colegios... —balbucee.
—Sólo dime el precio y yo-
—Son públicos. —lo corté.
—Ya te dije que mi hija no estudiará en colegios públicos, Cassie. —apreté los labios y trague.
—No tiene nada de malo que ella estudié ahí, esta más cerca de casa, así perderé tiempo en el bus. —dije obvia.
—¿Bus? —Justin hizo cara de desagrado y suspire.
—La gente normal toma el bus. —rodé los ojos.
—No te preocupes, una persona recogerá a Eider por la mañana y la llevará al colegio que elijamos y después te traerá aquí, ¿esta bien? —frunci el ceño. —No te atrevas a negarte, en un colegio público no te enseñan los idiomas necesarios y en un privado si, todo lo que necesite estará ahí.
El tenía razón, pero... no quiero que mi hija se acostumbre a cosas que después no podré darte. —Si te hace sentir mejor tu sueldo es muy bueno y podrás ahorrar lo suficiente para cumplir sus antojos, con medida claro. —siguió hablando. —Y eso sin contar la manutención de mi parte.
—Bien, pero yo eligire cual colegio. —dije apuntandolo con mi dedo. —Y por la manutención no te preocupes, yo puedo sola.
—No comencemos de nuevo, te abriras una cuenta en el banco o te lo puedo dar en efectivo pero eso será un tema para después... ahora ¿dónde esta ella? —dijo él.
—Con Jules y Brent en casa. —dije mientras mordia mis uñas.
—¿Y quien es Brent? —se interesó.
—El hijo de un socio de mi padre, lo conoció en la boda de mi hermana y me lo presentó. —dije mientras cruzaba las piernas para estar mas cómoda. Justin puso su dedo sobre sus labios y asintió.
—¿Y donde estaba yo en ese momento? —preguntó extrañado.
—Con Niña Hanks. —mi tono de voz cambio al instante, recordé el tacto de esa mujer sobre Justin y me puse furiosa pero no lo demostraría, le sonreí sin mostrar los dientes.
—Oh. —fue lo único que dijo.
—Tengo que irme, Eider me espera en casa. —Me levanté de la cómoda silla y alise mi conjunto. —mañana estare aqui a primera hora y con una vestimenta mas formal.
Quería evadir ese tema, ya no quería hablarlo y terminaría peor de lo que ya estaba. —ella es solo una conocida. —dijo mientras yo comenzaba a caminar a la puerta, voltee a verlo fingiendo estar desentendida.
—¿Disculpa? —toque mi pecho y abrí un poco mi boca. —¡Oh, Justin! —reí falsamente. —No tienes que darte explicaciones, sólo eres mi jefe.
—Y el padre de tu hija. —pareció dolido, así que asenti.
—Exactamente. —apreté los labios y trague el nudo que comenzaba formarse. —Buscaré buenos colegios y te llamaré en la tarde, hasta luego.
Eso fue lo último que le dije antes de dejarlo de pie en mi oficina.
Cuando salí al primer piso sentí muchas miradas, todos me veían extraño y no sabia el porque.
N/a: ¡Casi llegamos a 1k de lecturas!
Me encantaría que eso pasara antes de año nuevo por eso actualizo mucho estos días, ya comencé el siguiente capítulo así que leaaaan.Love u 💗
ESTÁS LEYENDO
Eider.
FanfictionUn reencuentro nada planeado entre Cassandra Cowell y Justin Bieber después de casi seis años sin verse cara a cara, hasta que el destino les juega una mala pasada. 《Mi mami tiene una fotografía donde usted aparece.》 《Tengo cinco años y mi nombre e...