Eider.

21|Día del caos.

6:47 am.

Como un día antes la rectora me había dicho la entrada a clases era a las 8:00 am, ni un minuto más. Por lo tanto, un día antes de ir a dormir puse la alarma para que me despertará a las 6:00 am, así distribuiria el tiempo de forma ordenada y concisa para no estresarme y formar una rutina como es debido.

¡PERO HOY NO PODRIA HACER TODO LO QUE PLANEE AYER PORQUE EL MALDITO DESPERTADOR NO SONÓ Y YA SON LAS CASI 7:00 AM Y ME VOY DESPERTANDO!

-Eider, cariño. -sitúe mi mano en su brazo derecho y comencé a moverla lentamente.

-Mami aún tengo sueño... -dijo con la voz un poco rasposa, aún tenía los ojos completamente cerrados.

-Andá, ya es hora de ir al colegio. -la niña se sentó en la cama y se tallo los ojos. -Andá al baño a ducharse, iré por el desayuno ¿si? -camine hacia la puerta aún en pijamas y antes de salir voltee mi atención a ella. -Llámame cuando termines para venir a peinarte. -lancé un beso al aire y ella me sonrió aún adormilada.

-Si mami. -murmuró mientras tomaba una toalla del estante y se dirigía al baño.

Ella ya sabía como bañarse, desde hace unos meses le mostré como y ella aprendió rápido pero siempre me gustaba estar atenta por cualquier cosa.

Me encontré a Jules en el pasillo, se frotaba los ojos mientras bostezaba. -¿puedo pedirte un favor? -vi el reloj que estaba en mi muñeca, 6:52 am. Tarde, tarde, tarde.

-Dime y lo pensaré. -dijo, soltó una risita. -es broma.

-¿Puedes ayudarme con el desayuno? ¡Por favor! -pedí con las manos unidas como si estuviera rezando, ella asintió.

-¿Te apetece un cereal gourmet? -dijo haciendo una sonrisa pícara.

Cierto, ella no sabe conocinar.

-Si, lo que sea. -dije mientras corría a la habitación de Eider, escuché el agua caer, se estaba duchando aún.

Bien, ahora es mi turno.

7:02 am, rayos.

Corrí a mi habitación, me despojo de mi ropa y me meto a la ducha sin dudarlo, el agua helada cayó sobre mi haciendo que mi piel se ponga de gallina.

¡Diablos, este no es mi día!

-Agua caliente, agua caliente. -murmure, mis dientes castañeaban a causa del frío

Me duché lo más rápido que pude, en tres minutos ya estaba afuera de la ducha, agradecí el haber tomado una ducha ayer por la tarde-noche, así no tendría que darme una dicha larga ahorita.

Cuando salí del baño me puse una falda en forma de lápiz color negro que me llegaba a las rodillas acompañada con una camisa blanca mangas largas, la abotone hasta arriba de mis pechos y puse mi collar de la suerte, me lo había dado Jules cuando Eider nació.

Me maquille lo más rápido que pude, siento que quede bien pero no como quisiera con respecto al maquillaje, mi cabello estaba seco por lo que sólo enjuague mi cuerpo en la ducha, lo alise un poco, por último puse unos tacones de diez centímetros color negro, tome mi bolso y baje.

Eider ya estaba desayunando el ''Cereal gourmet" que Jules le había preparado, esperen... ¿se puso su delantal de cocina sólo para servir un cereal? bueno, después hablo con ella sobre cocinar, ya era hora de irnos.

Agradecí que Eider ya estuviera peinada, tenía una coleta alta con un moño café negro, gracias Jules.

Vi mi reloj de nuevo, ya estaba más tranquila ahora sólo faltaba llegar.