Abro los ojos lentamente encontrandome con mi hija sonriendome, los vuelvo a cerrar y sonrió sin mostrar los dientes cuando siento un beso en mi mejilla izquierda. Amo despertar así, mis mañanas han sido de lo más tranquilas los últimos días. Desde que he trabajado de casa le dedico más tiempo a Eider, ahora tengo un coche que recién compré, no es último modelo pero es presentable y lo utilizó para la escuela de mi hija y salir a pasear, lo he adquirido con la venta del otro coche.
El día hoy estaba soleado, no parecía que fuese a llover en lo absoluto, todo lo contrario a eso.
—Buenos días, mamá.
Me saluda feliz, enfocó mi mirada en el reloj de mi mesa de noche y me levantó rápidamente cuando veo que son las 7:30 am y Eider tiene colegio en media hora.
—Buenos días, princesa. —le devuelvo el saludo un poco apurada. Corro a ponerme mi bata negra y cuando me volteó hacia Eider me doy cuenta que ella ya está vestida con su uniforme y peinada en una trenza. Frunzo el ceño un poco extrañada.
—Fui yo. —dice Justin entrando con la mochila de Eider en sus manos, sonrió. Parecía que había leído mis pensamientos o simplemente observó mi cara de confusión.
—Debiste despertarme. —lo regañe, el se encogió de hombros y puso le paso la mochila a la niña quien se la puso enseguida.
—No te preocupes, siempre que pueda hacerlo lo haré. Además ayer te dormiste muy tarde. —asenti dándole la razón.
Ayer trabaje en casa por lo que estuve hasta tarde revisando unos papeles, Sofía había aceptado ayudarme con el asunto de la transportación de los documentos siempre que pudiera.
Hoy me tocaba ir a la oficina así que mientras Justin iba a dejar a Eider al colegio yo me duchaba y preparaba para ir a la oficina. Cuando este volvió yo ya estaba vestida y lista para partir a la oficina.
—Tenemos que decirle a Eider.
Mencionó antes de subir al auto, entre a la parte de atrás y me senté a su lado, enfoque mi vista en el y parpadee sin comprender.
—¿Ah?
Dije verdaderamente confundida por lo que había dicho. El suspiro lentamente y se volvió hacia mi. Deje mi celular de lado y preste atención.
—Cassie, quiero que nuestra hija sepa que somos una pareja ahora. —envolvió mi mano derecha en sus manos y la beso. No sabía que decir, ¿tan rápido decirte a Eider? ¿que pasaba si no funcionaba? Eider se deprimiria. —se que tienes tus dudas sobre si esto va a funcionar, pero yo creo que si. —me animo.
—Esta bien, le diremos pero después. Dame mi tiempo, ¿si?
El asintió, no me soltó la mano en todo en camino por lo que no volví a tomar mi celular para responder el mensaje que Jules me había mandado anoche y que apenas pude ver.
Cuando entramos a la oficina salude a Donovan y Sofia con la mano y ambos me respondieron alegres de mi presencia ya que por lo regular trabajaba desde casa.
Las miradas que el personal me lanzaban eran ya más familiares para mi y he de aceptar que me gusta ser la atención, aunque me gustaría que me mirarán porque hago bien mi trabajo y soy exitosa y no porque estoy de la mano con el dueño de la empresa.
O que las personas que acerquen y me hablen como si fuese alguien más y no que midan sus palabras para evitar arruinar algo. No soy de papel, digo.
Cuando ha estamos en mi piso me bajo del elevador y prometo ir a comer con Justin a la 2:30 pm, pasaríamos por Eider al colegio y después iríamos a alguna parte a comer los tres.
Entró a mi oficina y dejó los papeles y mi bolso en el escritorio, me quitó los zapatos altos y camino descalza por la oficina, me pongo a trabajar y enlazo una llamada con Green el otro abogado y comenzamos a hablar sobre un nuevo terreno para una sucursal nueva del hotel.
Cuando menos pienso ya habían pasado las horas suficientes como para salir a comer con mi familia... mi familia, era raro decirlo porque hasta hace algún tiempo yo estaba sola en la vida con mi hija y mi mejor amiga y ahora es todo lo contrario a lo que solía ser y realmente estoy feliz por eso.
Apago la computadora y empiezo a guardar mis cosas cuando la puerta suena, digo un "pase, esta abierto" y Justin entra por la puerta con el ceño fruncido. Le sonrió para aliviar un poco el ambiente y corro a darle pico.
—Buenas tardes jefe. —digo cuando me corresponde el beso, me apartó y voy en busca de mis tacones ya que como dije anteriormente estaba descalza el parece notarlo y ríe.
—¿Trabajas sin zapatos, Cass? —asiento tímidamente, me pongo el derecho y cuando me iba a poner el izquierdo el me brinda su ayuda a abrochar el cierre.
—Es mas por temas de concentración, hoy hablé con Green y todo parece indicar que el terreno en Cleveland esta disponible, contacte al dueño y tengo una video llamada mañana. —me levantó y aplastó mi falda ya que se había arrugado al momento de sentarme, el parpadea dos veces y sonríe.
—Me parece muy bien, ¿sabes cuando he querido ese lugar? ¡eres la mejor, mi amor! —la sangre se me sube a la cabeza cuando escucho como me llama, el parece notarlo y suelta una carcajada. —no te pongas tímida, eres mi amor, ¿no?
Asenti con una sonrisa y me pegue a su pecho. Eran pequeños momentos que se hacían importantes para mi.
Estuvimos así un par de minutos más y cuando vimos la hora decidimos partir hacia el colegio de Eider para ir a almorzar.
—¿Te pasa algo? —me dijo cuando subimos a su auto, voltee y asenti.
—Hoy le diremos a Eider que somos pareja. —dije decidida.
Nunca imaginé que Justin reaccionará así, sus ojos brillaron de alegría y su sonrisa de hizo más grande de lo normal. Era una gran noticia para él.
Cuando llegamos al colegio de Eider Justin bajo por ella mientras yo hacia una llamada con Jules, hablamos un par de minutos y prometio que iría a casa en estos días ya que por el momento se estaba quedando con Brent, aún no eran pareja pero ella me decía que parecía que ya casi se lo pedía formalmente y yo estaba encantada por ella, le conté sobre la relación que mantengo con Justin y que hoy le planeaba contar a Eider, me dio un par de consejos y colgamos la llamada prometiendole llamar al día siguiente o en algunas horas.
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Eider.
FanfictionUn reencuentro nada planeado entre Cassandra Cowell y Justin Bieber después de casi seis años sin verse cara a cara, hasta que el destino les juega una mala pasada. 《Mi mami tiene una fotografía donde usted aparece.》 《Tengo cinco años y mi nombre e...