20| Primer día de trabajo.

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6:00 am.

La alarma comenzó a sonar, odie ese sonido durante el minuto que la deje sonar. Le lanze un golpe y esta dejo de hacer ruido, estire mi cuerpo y boztece sentandome en la cama mientras me le quedaba viendo a aquel zapato que utilice ayer por la mañana.

Cuando recupere el sentido común fui al baño y abrí la llave del agua para ducharme, el delicioso olor a pancakes inundó mis fosas nasales y agradecí internamente a la vida por enseñarle a Jules a hacer mi desayuno favorito.

Cuando termine de ducharme, me puse mi ropa interior y crema en el cuerpo. De vestimenta para hoy, opté por un conjunto un tanto elegante y formal, observé que varias mujeres traían uno parecido en la empresa así que me puse el único que tenía. Tendría que comprar más ropa para el trabajo después.

Dejé mi cabello suelto y con mis ondas naturales, me maquille un poco más de lo normal y me lleve en el bolso mi labial para aplicarmelo después de desayunar.

Me dirigí a la habitación de Eider donde ella estaba plácidamente dormida, le di un pequeño beso en la mejilla y le puse bien su manta protegiendola del frío que causaba el aire acondicionado de la habitación, antes de marcharme aumente ma temperatura pues ya faltaba menos para el invierno.

Salí de esta despidiendome de Eider, la vería en unas horas.

Cuando baje un gran plato estaba en la mesa repleto de pancakes, Jules traía un delantal de cocinera y una espátula en la mano, mientras me sonreía.

—¡Buenos días, abogada! —grito apenas me vio, solté una risita y sscudi la mano restandole importancia al sobrenombre que había utilizado.

—Buenos días, cocinera. —me senté en la mesa y ella me fulminó con la mirada en forma de broma.

—Bien, me ganaste. —alzó las manos en forma de derrota y le guiñe el ojo.
—¿Eider duerme aún?

Asenti sin hablar ya que tenía comida en la boca, ella lo entendió. Ya que se metió a la cocina a hacer quien sabe que.

—La despertare en unas horas. —dijo ella saliendo de esta con dos tazas, me puso una frente a mi y otra en su puesto antes de sentarse. —¡Oh si! Ayer me pediste que te recordará que tienes cita con la directora del colegio hoy a las once de la mañana. —dijo mientras se situaba frente a mi con un plato igual al mío para comenzar a desayunar.

—Si, gracias por recordarmelo... voy a textear a Justin.

Limpie mi boca, vi el reloj en mi muñeca y anunciaban las 7:15 am.

¡Tardísimo, el chófer llegaba en cinco minutos! Me levanté lo más rápido que pude de la mesa.

—¿Qué te pasa? —dijo Jules cubriendose la boca con su mano derecha ya que aún tenía comida en la boca, me veía divertida.

—¡Es muy tarde, gracias por el desayuno estuvo riquísimo! —dije a las prisas mientras me dirigia al baño.

Fui a lavarme los dientes, cuando termine aplique el labial y lo guarde en mi bolso junto a mi cartera, identificaciones y mi celular.

También llevaba mi computador en una bolsa especial para eso.

Cuando baje el último escalón sonó el timbre, me despedí de Jules y fui con el hombre que me esperaba para llevarme a mi primer día de trabajo.

El camino duro aproximadamente quince minutos, mi entrada era a las 7:40 am así que iba a tiempo.

Cuando llegue saludé al hombre de ayer y este me correspondió educadamente, fui directo al ascensor en el que también se subió una mujer más o menos de mi misma edad, y otro hombre un poco más elegante. Jamás lo había visto.

Eider.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora