Domingo, 8:00 am.
Si soy sincera, casi no pude dormir en la noche, sólo unas cuántas horas a comparación de lo que el doctor me recomienda dormir. Quizá tomaría una siesta más tarde pero se que no sería posible con Eider tan desanimada, la niña dormía plácidamente a mi lado.
Entre otras cosas, ayer cuando llegamos a casa Eider estaba viendo una película con Brennie, le dije que papá vendría pronto.
Flashback.
—¡Mami, ¿Encontraste a papá?! —trague duro, mi rostro estaba rojo de lo que había llorado en el auto por la rabia que me causaba la situación. Me incline hacia ella, vi de reojo a Brennie quien me observaba con el ceño fruncido. —¿mami? —insistió la niña, me senté a su lado en el sofá y puse mi mano en su barriga.
—¡Si lo encontré! —dije intentando disimular un poco, le sonrei y ella me devolvió la sonrisa. —el vendrá pronto, en unos dias.
Los ojos de la niña brillaron de la emoción, lo siguiente que sentí fue su cuerpo arriba del mío mientras me abrazaba.
—Ya lo extraño mucho, le daré besitos cuando venga a casa. —dijo apretujando a Bees hacia ella.
—Me parece bien, ahora sube a tu habitación que tengo que hablar cosas de grandes. —hice cara de desagrado y ella asintio, se despidio de los tres y subió a su alcoba.
Cuando puse mi mirada en ambas personas me miraban de forma confusa, Brennie no entendia lo que sucedia y Jules tenia fruncido el ceño.
—¿Porque le dijiste eso? —Jules se acercó y se sentó al otro extremo del sofá, a lado de Brent.
—¿No viste su cara? —baje la mirada hacia mis manos. —me partía el corazón decirle que tipo de persona es su padre.
Brent nos miraba sin entender ni un poco, procedemos a contarle absolutamente todo lo que sucedia, creo que Brent ya era de la familia. Aunque lo conociéramos de hace poco tiempo, se que el y mi amiga pueden llegar a algo más, nadie lo sabe. Sólo el destino.
—Realmente quiero matarlo. —dijo el, después de terminar de contarle todo. Jules se inclinó en su hombro mientras suspiraba.
Por primera vez que atreví a decir esto, suspire y hable. —Lo que más me duele es que estaba con ella... con Nina. —hable entrecortado mientras lloraba.
Sentí el abrazo de mis dos únicos amigos, me acerqué a ambos mientras me desahogaba, esto era una total MIERDA.
FIN FLASHBACK.
Ahora era un nuevo día, nada me impediría salir de esta casa y recorrer las calles de California, hace mucho que no estaba por aquí y realmente lo extrañaba.
Jules entró apresurada a mi habitación, su cara era de desagrado.
Antes de que pudiera hablar, le hice una seña para que guardará silencio pues la nena aún dormía, me levanté de la cama con cuidado evitando despertarla, cuando lo logre me puse mi bata de dormir y mis pantuflas para hablar con mi amiga.
Camine detrás de ella hasta salir de la habitación, una vez afuera ahora ella me hizo callar.
Toc, toc, toc.
La puerta, alguien llamaba a la puerta. La mire sin entender, puso sus brazos en jarra.
—¿No escuchaste? ¡Hace dos horas esta haciendo esto y nos despertó! —dijo Jules enfadada mientras se dirigía a su habitación donde Brent la esperaba.
—¿Quien es? —dije dirigiéndome a las escaleras dispuesta a encarar a la persona molesta.
Antes de entrar a su habitación y perderla de vista, ella hablo. —Es Justin y esta hebrio, le dije que se fuera un centenar de veces pero se niega.
¿Que dice? ¡Justin ni siquiera toma alcohol! Baje corriendo las escaleras donde los golpes ya eran menos frecuentes, abrí la puerta y un bulto cayó en el suelo, Justin estaba en el suelo y hebrio. Se habia dormido.
¿Que diablos pretendía? ¡Dios mío, huele horrible a alcohol! Corrí escaleras arriba en busca de mis amigos. Toque la habitación de Jules y Brennie me abrió la puerta, traía su pantalón puesto y no tenía camisa.
—Buen día, morena. —le sonreí, choque puños y hable.
—Hola Brennie, necesito un favor, Justin está hebrio abajo y necesito ayuda para subirlo. —dije sin dejarlo hablar, el asintió. —No quiero que Eider lo vea así.
Lo que menos quería era que la niña se diera cuenta de lo que sucedia, ni siquiera que oliera a su padre, ella vomitaria enseguida y comenzaría a preguntar cosas que no estaba dispuesta a responder.
—Claro, vamos. —camino detrás de mi por unos dos minutos hasta que llegamos a Justin, la puerta aún estaba abierta.
Brent lo levantó con dificultades mientras yo cerraba la puerta y comenzó a subir las escaleras, lo guíe hasta la única habitación desocupada y lo tiró en la cama, mi amigo se fue de ahí no sin antes agradecerle.
—¿Que voy a hacer contigo, Bieber? —murmuro mientras salgo de la habitación, dejándolo ahí sólo ahí durmiendo.
Decidí ignorar a mi noinvitado comenzando la mañana como es debido: cocinando el desayuno, después de que estuvo listo me dirigí a la habitación de mi hija para que pudiera tomar su desayuno temprano, un par de horas más tarde nos dispusimos a ver dibujos animados en el televisor mientras comíamos palomitas y vestiamos graciosas pijamas.
—Mami, tengo que ir al baño. —murmuró la pequeña, trague la palomita que mazticaba y asenti.
—Vale, aquí te espero. —dije yo concentrada en aquel episodio infantil.
La verdad es que siempre he tenido una fascinación por los dibujos animados, siempre me han gustado y ahora que tengo una nena no pierdo la oportunidad de verlos.
Eider ya había tardado más de diez minutos, cuando me levanté buscarla escuche pasos en la escalera, parecían correr.
—¡Mami, papá esta en casa! —gritaba la niña con euforia.
Mierda y más mierda. Pensé.
ESTÁS LEYENDO
Eider.
FanfictionUn reencuentro nada planeado entre Cassandra Cowell y Justin Bieber después de casi seis años sin verse cara a cara, hasta que el destino les juega una mala pasada. 《Mi mami tiene una fotografía donde usted aparece.》 《Tengo cinco años y mi nombre e...