Eider.

38|La verdad.

El ambiente estaba tenso, la línea se quedo en silencio cuando respondí la llamada y Donovan hablo antes de que siquiera pudiese decir algo, con la mano temblorosa, mire a Justin y el me brindó una mirada de apoyo pero podia ver que estaba confundido por mis acciones.

-¿Qué esta sucediendo? -Preguntó Justin en voz baja, lleve mi dedo índice a mi boca dándole la señal de que guardará silencio.

 Justin estaba cada vez más confundido y por una parte yo también lo estaba, el que Donovan me esté llamando y en este momento era algo inusual, podria suponer que tenía cámaras en mi casa o que era vidente o algo así para saber que esto estaba pasando, que en este momento yo sabía que el era de mi sangre. No quería acceder a su visita pero tenía que hacerlo por mi madre, necesito saber toda la verdad sobre este asunto.

-Donovan, ¿que haces con mi padre? Pensé que no se conocían. -No se como demonios tuve el valor de pronunciar esa oración pero lo hice, Justin se acercó más a mi cuando me escucho hablar.

-¿Es Donovan? -pregunto Justin, de nuevo hice la señal y el rodó los ojos frustrado.

-Estoy con el señor Cowell en este momento y me presto su celular para hacer esta llamada, era la unica forma de contactarte, pero podría ir a tu casa o tomamos un café en alguna cafetería. -propuso, lo pensé un momento, Justin me miraba esperando una explicación, decidí ponerlo en altavoz de una buena vez por todas.

-Ven a mi casa, en media hora. -dije cortante. Sorvi los mocos y seguí hablando. -No llegues tarde, Donovan.

-Claro que no, hermana. -juro por Dios que la sangre me hirvio cuando escuche que me llamo hermana. Justin me quitó el celular y finalizó la llamada, ahora me sentía dolida, furiosa y triste. Malditas hormonas, maldito período.

-¿Escuchaste como me llamo ese hipócrita? -Justin asintió. -¡Agh!

-Tranquilizate amor, todo este asunto se va a solucionar. -respire profundo y asenti. Quizá eso me daria más ánimos. -tengo que quedarme contigo cuando llegue él.

-Necesito estar a solas con él, tenemos muchas cosas de que hablar... ¿lo entiendes, verdad? -el asintió.

-¿Hablaras con tu madre? -Asenti a duras penas. Recogí mi cabello en una coleta.

-Tengo que hacerlo. -talle mi cara y al ver mi mano con maquillaje decidí que era momento de hacérselo de nuevo.

El celular de Justin sonó, como lo había dejado en mi escritorio lo tome y por instinto vi quien llamaba.

Nina Hanks. Lo que me faltaba... Que esta mujer moleste de nuevo, justo ahora que problemas me sobran. Le tiendo a Justin el teléfono, el lo tomó y cuando miró la llamada la declinó. Lo fulmine con la mirada y el negó.

-No comencemos otra vez, Cassie. -se levantó de la silla y se dirigió a la puerta.-Ahora no, un problema a la vez.

Abrió la puerta y cuando estaba apunto de salir hablo. -Llevare a Eider a pasear para que hables con él, arreglate la cara, no puede verte así. -asenti.

Antes de que saliera de la oficina se devolvió y beso mi nariz para después depositar otro beso en mi boca.

-Eres fuerte y se que puedes con esto. -asenti bajando la mirada. -vendré en una hora.