El transcurso de la empresa hasta el colegio no serían más de veinte minutos, el tiempo que llevabamos en el trayecto Justin estuvo sumamente callado, me debatía en preguntarle lo que le sucedía pero el se adelantó.
—No me gusta que mis empleados sepan sobre mi vida privada. —cuando puse mi mirada en él, esté ya me veía como si quisiera matarme.
—Bueno, soy tu empleada y estoy obligada a estar en tu vida privada. —puso su dedo índice en su boca sin abrir y desvío su mirada de mi para ponerla en el lugar por el que pasábamos en ese momento. Me voltee hacia él confundida. —no entiendo a lo que quieres llegar.—No quiero que vuelvas a decirle a los empleados que no eres mi mujer. —abrí la boca levemente, estaba sorprendida por su argumento.
¿Que le sucedía a este loco? ¡yo no era su mujer! No se que pasaba por su mente, pero no le diría nada... por ahora.
—No voy a mentirles. —volví a mi sitio anterior, sentí su mirada en mi de nuevo pero esta vez no dijo nada.
El resto del viaje no hablamos en todo el tiempo que estuvimos en el coche pero una vez que llegamos al colegio Justin me ayudó a bajar de la camioneta, lo cual agradecí ya que mis tacones me impedían bajar como es debido.
—¿Y bien? —dijo cuando ya estuvimos los dos en la cera de aquella escuela.
—Hable con la rectora ayer por la tarde, dijo que no tenía cupos disponibles pero me agrado la escuela.—Le informé mientras ponía mis lentes de sol ya que el calor estaba insoportable.
—LICEO VERUM. —pronunció Justin viendo el gran letrero que tenía en la entrada a los alumnos. —es el mejor colegio de California, buena elección.
—Ajá, pero no hay cupos. —repetí mientras comenzaba a caminar frente a él. —la convencí de que me diera esta charla para ver si podíamos llegar a un arreglo y aceptó, no prometió nada.
Una mujer de mediana edad, quizá unos cincuenta años, nos esperaba en la entrada del colegio, tenía un atuendo conformado por falda y blazer gris. —Usted debe ser la persona con la que charle ayer. —dijo al verme, asenti tomando su mano en forma de saludo.
—Cassandra Cowell. —me recibió la mano y finalizamos el contacto para que repitiera su acción con Justin. —Y este es Justin Bieber.
—Es un placer conocerlos, señor Bieber... una sorpresa tenerlo por aquí. —Justin asintió hacia ella cortésmente, ella nos condujo por todo el colegio hasta llegar a lo que parecía su despacho, nos sentamos frente a ella y esta comenzó a hablar. —como le comente por teléfono, por el momento no hay cupos, pero podemos dejarla en lista de espera...
—Disculpe, señora rectora, pero para mi hija debe tener cupo. —apreté los dientes en cuanto Justin hablo, iba a matarlo. La rectora carraspeo.
—Disculpeme, pero por el momento no lo hay. —dijo la mujer lo más amable posible.
—Soy dueño de la cadena hotelera más grande de Estados Unidos, señora Rectora. —Justin le sonrió con autoeuficiencia, puse mis dedos en mi cien y comence a masajearlas. —así que por lo tanto, quiero a mi hija en esta escuela y si es necesario pagar dos veces la colegiatura no habrá problema.
Iba a matarlo, realmente tenía ganas de poner mis manos en su cuello en este precisó momento, todo iba mal... ¡muy mal! El no debía de hablarle así a la pobre mujer, esta comenzó a sudar de inmediato.
—¿Y porque tan interesado en nuestras instalaciones, Sr. Bieber? —dijo la rectora un tanto nerviosa.
—Su institución es la mejor que hay en el estado de California y yo quiero lo mejor para mi hija. —observé de reojo como Justin le daba su sonrisa hipócrita mientras la mujer me observaba a mi sin decir nada. —entonces estoy esperando su respuesta, pero ya. —tome el brazo de Justin y lo apreté por la metida de pata que había tenido, el pareció no inmutarse al dolor que seguramente sentía.
—Disculpe, señora rectora... a veces el es así. —dije intentando calmar la situación.
—Si usted no acepta a mi hija en este colegio llamaré a mis colegas del sindicato de educación que si la aceptaran de inmediato, así que evite que sea por las malas. —siguió hablando él, claramente me había ignorado.
Puso su mano en mi agarre a él y lo suavise de inmediato, acarició mi mano levemente. —¿cuando es su primer día? —siguió hablando él.
—No tenga cuidado Sra. Bieber. —dijo la mujer rendida, suspiro limpiando la fina capa de sudor que tenía en la frente con un pañuelo, dejó sus lentes de lado y sonrió a penas.
Automáticamente mi rostro se puso caliente, sentía que la temperatura subía y eso significaba una cosa, esta ruborizada.
¡Estaba ruborizada porque me habían llamado Sra. Bieber!
Admito que me había encantado que la rectora del colegio me llamara así.
—Mañana mismo puede comenzar. —la mujer se levantó y estrecho la mano con ambos, cuando llegó a Justin él sólo tiró veneno por su boca.
—Tomó la mejor decisión, Sra. Rectora. —la mujer asintió mientras el le sonreía con autoeficiencia.
La siguiente hora la mujer se dedicó a mostrarnos el actualizado colegio, tenía una maravilla de lugares deportivos y para Artes de todo tipo, era muy grande y tenia muchos maestros muy bien preparados para impartir clases, nos dio una charla sobre la escuela donde nos explicó su historia y lo que aspiran a hacer.
Nos dio un par de libros que utilizaban los menores que asistían a preescolar y el uniforme el cual consistía en un vestido color café clarísimo con logo del colegio, una blusa con mangas bombas y un moño rojo y azul a rayas, con un suéter corto color negro.
Después de todo eso ya habíamos terminado y era hora de ir a casa, mañana sería otro día.N/a: este capítulo especial es para que vean que sucede con Eider, ya que la fanfic esta inspirada en ella más que otra cosa, gracias por leer. Xoxo😗
Cuenta como capítulo especial así que no es un capítulo oficial.
Abra muchísimos más.
Aún habrá un par de capítulos más antes de cerrar el año sólo si hay vistas o votos, si no, las vere el próximo año.
Xoxo🌺
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Eider.
FanfictionUn reencuentro nada planeado entre Cassandra Cowell y Justin Bieber después de casi seis años sin verse cara a cara, hasta que el destino les juega una mala pasada. 《Mi mami tiene una fotografía donde usted aparece.》 《Tengo cinco años y mi nombre e...