Un extraño y nauseabundo olor hicieron que el policía haga una mueca con la nariz, aguantando las ganas de vomitar.
Para el olfato del gran alfa, hermano del líder de la manada de Busan. Este olor traía consigo mismo la mezcla a sangre, hilos de distintos aromas pero siempre todos con una característica alfas. No se trataba de dos, sino que podría decirse que mediante por su olfato eran alrededor de cinco.
Estaba en una casa que pertenecía a un humano pero que era alquilada por uno de los alfas de la manada, el señor Yang.
El llamado a la comisaría fue dado por una vecina, que había escuchado el grito de una mujer.Pero era algo extraño, porque no veía a ningúna mujer en la casa, en realidad se encontraba desierta. Algo muy extraño estaba pasando...
Recorría los cuartos de la planta de arriba, buscaba desde los armarios hasta abajo de la cama. Sin tener éxito.
- ¡oficial Oh! - escuchó el grito del policía que lo acompaño.- ¡encontré algo!
Bajó lo más rápido que pudo los escalones, teniendo cuidado de no tropezar, se dirigió a la cocina y vio que la pequeña alfombra de un color caoba estaba tirada a un costado junto a la mesa.
- ¿un sótano?- se acercó a su compañero.- tiene candado...
- si, esto es algo sospechoso, ¿no lo cree?
- hazte a un lado.- apuntó con su arma reglamentaria al candado dorado y cuando vio que su compañero se alejó, disparó tres veces.
Sacó la cadena gruesa y el candado hecho trizas a un lado, al abrir el olor que invadió sus fosas nasales eran más fuerte. Su compañero salió corriendo de la casa, él al contrario se armó de valor, sacó la linterna de su cinturón permitiendo que lo dejé iluminar las escaleras desgastada que lo conduciría hacia ese oscuro sótano.
En los últimos escalones, levantó la linterna y lo que sus ojos vieron lo dejaron petrificado.
Al frente de él se encontraba una cama matrimonial, una mujer atada de pies y manos sólo llevaba puesto un camisón blanco pero por la parte baja de su intimidad había sangre seca manchando más las sábanas.
Sin perder tiempo, se acercó rápido y comenzó a desatarla, al estar cerca de ella sintió el fuerte olor a semen que desprendía la cama y su camisón.
- l-la es...quina...- la mujer susurro lo más fuerte que pudo. Levantó con todas sus fuerzas su dedo y apuntó a la esquina derecha, el alfa apuntó la linterna a esa parte.
¿Un niño? No puede ser.
Dejó a la mujer y se acercó al infante que al verlo se cubrió con sus pequeños brazos la cabeza y retrocedió hasta estar pegado contra la pared.
Quiso sacarle el brazo, pero el pequeño comenzó a temblar y llorar en silencio.
- no te haré daño...- su voz sonó cálida, tranquila y armoniosa.- ven, dame la mano.
El pequeño bajo sus brazos con temor poco a poco y se quedo viendo esa gran mano tendida.
Olfateo el aire y sintió un aroma que lo relajo haciendo a sus piernas adormecer.
Quería agarrar esa mano, quería sentir la seguridad y protección que le transmitía, quería decirle gracias por salvarlo, pero ni una sola palabra salía de su boca.
El miedo seguía estando presente.
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Beta
FanfictionPorque aquel brillo, despertó a mi corazón. ¤ Pareja principal: HunHan ¤ hombres lobo, mpreg ¤ autora: elizabethk_96