capítulo 13

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Como todas las mañanas, LuHan se levantaba de la cama con cuidado. Ya era viernes, por lo cuál tendría que ir a ver a la curandera, para que le diga como estaba sanando sus costillas, podía ya levantar hasta un límite el brazo, así que no le haría un poco mal prepararse el desayuno por si solo sin la necesidad de levantar a su madre, ya que estos últimos días estuvo tan pendiente de él que ya era hora de que se tome un descanso.

Se dirigió al baño, abrió el grifo del agua fría juntó a la caliente y dejó que la bañera se llene, agarró del costado de la bañera un pequeño frasquito de cristal, el cuál contenía un jabón líquido que al sólo vertir unas pequeñas gotas en el agua, harían que la bañera se llene de burbujas y desprendiera un rico aroma a vainilla.

Este pequeño frasco fue regalo de su abuela cuando el cumplió sus quince años, según lo que le dijo su abuela era traído desde Europa y tenía ese rico olor a vainilla que con tan sólo meter un dedo al agua haría que todo su cuerpo se sienta relajado y que el olor se impregnaria en su cuerpo oliendo exquisito durante todo un día.

Antes de despojarse de su pijama, cerró los grifos y con la mano comprobó la temperatura del agua. Prenda por prenda fue dejándola en el canasto de ropa sucia situado a un costado de la bañera, su piel tan blanca como el azúcar fue siendo expuesta y haciéndola brillar más por la luz que iluminaba desde el techo.

Soltó un suspiro de placer y relajación cuando las puntas de los dedos del pie poco a poco se introducían en el agua, aquello que le había comentado su abuela era realmente cierto. Con todo su cuerpo cubierto por la espuma, sintió cada extremidad relajarse y todo su ser se sentía calmado.

                         ~♡~

Después de una buena ducha y un desayuno que él mismo se había preparado se despidió de su madre quién bajaba desde las escaleras, con una pequeña toalla en los hombro mientras se secaba su largo y oscuro cabello.

Ya que eran alrededor de las nueve de la mañana, algunos integrantes de la manada se dirigían a la parada del autobús o pasaban por la calle con sus autos a sus respectivos trabajos en la gran ciudad. 

LuHan de vez en cuando saludaba a algunas alfas u omegas que pasaban por su lado ya que las conocía gracias a la guardería para los cachorros.

- oh... LuHan realmente tienes un buen aspecto.- la omega, esposa del señor Kim lo saludaba mientras olfateaba a su alrededor.- y también un dulce aroma a vainilla.- le sonrió.

LuHan avergonzado se rasco la nuca. Y agradeció por el cumplido.

- realmente se extraña tu presencia en la guardería, oh demonios...- soltó de repente.- hablaremos más tarde, se me hace tarde y mi jefe me regañara- señaló a su reloj de mano.- ¡adiós y espero verte pronto!

LuHan se despidió con la mano y siguió su recorrido.

Por alguna extraña razón, cada vez que daba un paso podía sentir como si alguien lo estuviera viendo, pero en cada ocasión que volteó no había nadie quién le estuviera dirigiendo la mirada.

Era extraño... Pero sus sentidos siguieron en alerta hasta que llegó a la pequeña casa de la curandera y todas sus inquietudes desaparecieron cuando SoHee le saludó.

- te ves un poco abrumado ¿sucedió algo? - le preguntó mientras vertida un poco de té de jazmín en unas pequeñas tazas de porcelana.

LuHan negó con la cabeza y en el respaldo de la silla dejó colgando su morral.

- ten, toma un poco.- le entregó la pequeña taza. LuHan agradeció con la cabeza.- ¿cómo haz estado con los dolores?

LuHan agarró su morral y sacó su cuaderno, junto a su lapicera.

Estuve mejor, aunque al comienzo el dolor era muy fuerte pero lo pude sobrellevar con los cuidados de mi madre y las visitas de Jackson y SeHun. Ahora puedo levantar un poco más el brazo pero sigo sintiendo leves dolores.

- ya veo... ¿Jackson no es el hijo de la familia Wang? - preguntó mientras tomaba un sorbo de té.

LuHan asintió.

- oh... también he sabido que esta interesado en un humano, vaya... Si supiera lo que le depara su futuro.-río entre dientes.- ¿desde cuándo tú y SeHun se llevan bien? - preguntó y fue testigo de como las mejillas de LuHan se  tornaron rojizas.- bueno... creo que eso es algo positivo por lo menos ahora podrán comunicarse más, querido toma tu té no dejes que se enfríe.- le señaló con el dedo la taza llena.

LuHan volvió en si y dio un pequeño sorbo sintiendo el rico aroma del jazmín invadir sus fosas nasales. El vapor que se filtró por su nariz, le trajo tranquilidad a los latidos de su corazón que se habían salido de control con sólo mencionar el nombre de SeHun.

SoHee que lo miraba por encima de sus pestañas, descanso entre sus labios la taza de té y sonrió.

                         ~♡~

Tenía tantas ganas de visitar la guardería y saber como estaban los pequeños cachorros, que se desvió de su camino a casa.

- ¡LuHan! - una sonriente y alegre Yoona le dio la bienvenida.- ¿cómo haz estado? ¿estas recuperado? - preguntaba mientras sentía a su corazón queriendo salir por volver a ver a LuHan.- te extrañe...- susurró por lo bajo.- eh... quiero decir todos te extrañamos.- río nerviosa.- los niños preguntan por ti.

- si es LuHan.- Amber se paraba al lado de Yoona quién traía cargando a JiHo.

El pequeño al ver a LuHan, extendió sus manitos a él y saltó emocionado esperando a que LuHan lo cargará.

El beta se acercó a Amber y sostuvo entre sus brazos a JiHo, quién reía entusiasmado al recibir las cosquillas en su pechito que hacía LuHan con su nariz. Lo lleno de besos por toda su cara y finalizó apretando una regordeta mejilla rojiza de JiHo.

- ¿LuHan, que haces aquí? 

LuHan le sonrió a SeHun y se perdió en la mirada cálida del alfa. SeHun al ver esa tierna expresión de LuHan, se fue acercando más rápido a él y sintió el delicioso aroma que desprendía el cuerpo del beta.

- de seguro vino a dar una pequeña visita.- respondió Amber.- ya era hora de que pasará por aquí, su presencia trae mucha paz.

SeHun cargo a JiHo, que al momento de agarrar al cachorro sintió los finos, suaves y calientes dedos de LuHan rozar con los suyos.

Su lobo aullo por ese leve contacto.

Vengo de la casa de la curandera SoHee, hoy fui a ver como van sanando mis costillas. Y me entraron ganas de visitar a las chicas, pues aquí me tienes.

Se lo mostró y sonrió.

- ¿ya te encuentras mejor?- recibió un asentimiento por parte de LuHan.- eso me alegra mucho.- respondió como pudo SeHun ya que JiHo le apretaba las mejillas.

LuHan se acercó un poco más a ellos y acarició los cabellos del cachorro quién contento empujaba más su cabecita para sentir más cerca el contacto.

Para los ojos de Amber aquella escena que presenciaba, destellaba un aura de felicidad, tranquilidad y podía también percibir un poco de algo mucho más que sólo un cariño entre primos. Pero eso no lo quiso enmarcar como amor ya que era demasiado pronto para saberlo con exactitud, aunque su sentido de beta le hacía remarcar que eso era el comienzo de un nuevo romance en la manada.

Yoona en cambio, comenzó a ver a SeHun como un posible rival en su camino a conseguir el corazón de LuHan, pero más que nada sentía una pizca de tristeza al ver aquella mirada y aura que emanaba de aquellos dos, pero no se daría por rendida fácilmente y se juro conquistar a LuHan.

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