capítulo 8

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Después de pasar su mañana en el bosque, almorzar con su madre y tener clases, LuHan ahora se dirigía a la guardería de los cachorros pequeños, donde ayudaba a Yoona y a algunas chicas omegas o betas sin pareja a cuidar a los más pequeños de la manada ya que sus padres trabajaban y aquel lugar se construyó para que los cachorros tengan un espacio en el cuál aprender a como controlar sus cambios y sus pequeñas travesuras, como por ejemplo, en cuidar sus peluches y que estos no terminen destrozados.

Yoona, junto a las demás ya que podían cambiar a su forma lobuna, enseñaban a los cachorros de cinco años a cambiar y LuHan, siendo el único beta hombre se encargaba de los bebés.

Para él, cuidar a tres cachorritos no era difícil, ya que le gustaba cuidar y mimar con sus caricias a aquellos pequeñines, verlos dormir o regalarle aquellas sonrisas sin dientes hacían que su pecho se infle por lo tiernos que eran.

- ¡oh, Luhan menos mal que llegas! - una gritona y exaltada Yoona lo recibía en la puerta.

Sacó su cuaderno y escribió:

¿qué sucedio?

Le mostró el cuaderno mientras se sacaba los zapatos con su mano libre.

- es JiHo, esta peleando con un niño.

La miro extrañado. JiHo era un alfa tranquilo además era apenas un bebé, era imposible que este peleando.

- vamos te lo mostraré.- agarró la muñeca del beta y lo dirigía a la pequeña sala donde estaban los niños de cinco años. Un momento... ¿que hacía JiHo de tan sólo un año en aquella sala?

Cuándo la omega abrió la puerta, vio que JiHo le agarraba del cabello a un niño, éste sólo lloraba y no se defendía.

LuHan rápidamente se acercó a JiHo e hizo que suelte su manito del cabello.

- JiHo ¿porque hiciste eso?- el hijo de Jondae y Minseok miro a Yoona enojado.

- Yoongi, le saco el juguete con el cuál estaba jugando.- una niña habló y le entregó un dinosaurio de plástico al bebé y como respuesta salto emocionado en los brazos de LuHan.

- ¡no es cierto! - un llorón Yoongi pataleaba en el piso.- esa tonta miente.- lloró más fuerte.

- JiHo, sabes que debes prestar los juguete ¿cierto?- mencionó la omega. El cachorro sólo sonrió y bajo torpemente de los brazos de LuHan y se acercó a Yoongi y le tendió el dinosaurio.

- gr-gracias...- susurra un tímido Yoongi.

LuHan sonríe, sabe que JiHo a veces suele ser posesivo con los juguetes por eso es que cuando tiene la oportunidad lo lleva a la guarderia y Yoona se encarga de enseñarle a ese pequeño alfa a compartir y ser amable con los demás.

Al ver que JiHo esta jugando, saca de su morral el cuaderno y escribe.

Por cierto... ¿qué hace aquí JiHo? ¿Minseok volvió a su trabajo?

La peli negra negó con la cabeza.- es que hoy tenemos una pequeña excursión por el bosque y el asignado de esta vez es el hijo del líder y cuando llegó, en sus brazos estaba JiHo.

El castaño escribe y muestra.

Ya veo... Me iré con los bebés, cualquier problema no duden en llamarme.

Yoona sólo asintió con la cabeza. LuHan se agachó y se despidió de JiHo con un beso en la cabeza, ya tendría tiempo de jugar con el cachorro.

     
                         ~♡~

Cuidar a los cachorros de la manada no era para nada de su agrado, tener que separarlos cuando comienzan a pelear,  corren por donde quieran o simplemente no llevarle el apunte y reírse de él.

Iba a ser el futuro líder de la manada, no podía permitir que unos mocosos le falten el respeto era algo que no debía dejar pasar por alto. Pero la parte racional de él entendía que se trataba de unos críos de tan sólo cinco años y porque eran menores de edad lo dejaba pasar por alto.

- ¡Jeon vuelve aquí! - gritó con voz autoritaria SeHun, haciendo estremecer al pequeño omega.

El travieso omega, se dio la vuelta temblando y sus ojos marrones estaban cristalinos, apuntó de llorar.

- oye, se que serás el macho alfa y toda esa cosa, pero no permitiré que trates así a los cachorros.- Amber, la beta encargada del grupo lo reprendió y agarró a Jungkook en sus brazos, el pequeño escondió su cabecita en el hombro ajeno.

SeHun rodó los ojos, no era su intención ser autoritario con los cachorros pero la poca paciencia que tenía ya se le había agotado.

                         ~♡~

Un rato largo de jugar, aprender a controlar su transformación, mordidas en sus orejas por parte de aquellos cachorros que se atrevían a molestarle y ahora estaban yendo todos juntos a la cascada en donde los cachorros podrán limpiarse, jugar y nadar.

- estar con estos cachorros hacen que te salgan canas.- se quejaba Yoona quien cargaba a una niña que no paraba de jugar con sus mejillas.- bueno... No entiendo porque me quejo si tu estas peor.- río al ver a SeHun cargar arriba de sus hombros a Jungkook que tiraba de su cabello y en sus brazos sostenía a Jimin.

La caminata duro quince minutos, SeHun bajo a ambos cachorros y les señaló hacia adelante, indicándole que vayan a la cascada. Apenas ese par de cachorros salieron corriendo, los demás siguieron sus pasos gritando y riendo.

- al fin...- soltó un suspiro.- si que están cargados de energía.

La brisa que golpeó su cara, traía consigo un aroma a avellana y vainilla con una mezcla de miel.

- ¿sientes eso? - llamó la atención de la omega.

Yoona movió su nariz tratando de identificar algún aroma, pero negó con la cabeza.- yo no siento nada.

Mediante se iba acercando hacía la cascada, el aroma se iba intensificando. Sentía la necesidad que tenía su lobo de aullar.

SeHun comenzaba a inquietarse, su corazón golpeaba descontrolado, no entendía que le sucedía, sus manos picaban por tener a aquel ser que lo hacía caminar entre la cordura y el desenfreno.

Con todo el maldito autocontrol que poseía, dominó sus impulsos y se volvió a mantener estable tomando el control de su cuerpo y actuar.

Yoona lo miro de reojo e intento ignorarlo, tal vez el olfato de SeHun estaba mal y le jugaba una mala pasada. Sonreía por sus adentros, los alfas no eran perfectos después de todo.

Su atención se fue rápidamente a aquel beta que jugaba con los cachorros salpicandose agua.

Su corazón de omega palpitaba desenfrenado por aquel beta de mirada cálida y corazón puro.
El enamoramiento que tenía por LuHan hace tres años, con cada segundo, minuto, hora o incluso meses crecía sin control alguno.

Un corazón enamorado, otro confuso y uno que desea poder encontrarlo.

¿esto es a lo que llaman comienzo de un triángulo amoroso?

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