Capítulo 11

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Al poner un pie nuevamente en la casa de Louis siento todo dar vueltas. El olor a alcohol presiona fuertemente contra mis fosas nasales. Miro hacia el suelo y diversas botellas de alcohol se encuentran dispersas, algunas rotas y otras con contenido abiertas, dando por terminado que gran cantidad de alcohol este repartido en el suelo.

—Estuvo buena la fiesta al parecer —susurra Lottie pateando una botella de vodka. La botella sale disparada choreando alcohol en el piso.

Adam, quien nos fue a buscar y trajo nuestras cosas del hotel, niega con la cabeza mostrándose cansado. Sigo avanzado junto a las chicas, en el piso seguimos encontrando botellas y ropa. Jade se agacha recogiendo una botella de vino a la cual le queda más de la mitad.

—Esta botella vale 5.000 dólares. Es más dinero de lo que he ganado sirviendo café en un todo año — su rostro luce descompuesto. Se nos he inevitable soltar una carcajada. Adam también emboza una sonrisa pequeña —, los ricos y su afán de botar el dinero.

Vuelve a dejar la botella en el piso avanzando ahora por el pasillo que según Adam, llega hasta la sala de estar. Admiro esta vez todo mejor.

—Tomen asiento, iré a buscar a Louis —dice Adam ofreciéndonos una sonrisa para luego desaparecer rápidamente.

Danielle se tira al sofá como si fuera de su propiedad, pone los pies arriba la mesa estirándose completamente. Jade niega con la cabeza, pero no le dice nada, solo se limita a sentarse a su lado.

—Esta no es tu casa, ten modales —digo, sacando de un movimiento brusco sus pies de la mesa de centro.

Danielle abre la boca para responder, pero sus ojos se dirigen a la puerta de entrada de la casa. Me vuelvo por instinto. En mi campo de visión aparece un Louis destruido, torpemente intenta cerrar la puerta, pero no lo logra, por más que lo intenta.

Mi garganta se cierra al instante, casi de la nada siento unos deseos incontrolables de abrazarlo. Se ve muy mal, la delgadez de su cuerpo parece acentuarse a raíz de su ebriedad. Se vuelve quedando enfrente de nosotras. En su rostro puedo notar que se ha asombrado con nuestra presencia, pero rápidamente emboza una sonrisa de lado. Su gesto sale algo torpe y burdo, pero me hace gracia de alguna manera.

Sigo el camino por todo su cuerpo hasta su mano, en ella una botella de whisky está presente. La decepción inunda mi cuerpo, todo mi cuerpo es paralizado por una sensación indescriptible. Un nudo me aprieta mi estómago y la reparación es escasa.

—Hola chicas —saluda alzando la botella de alcohol. Danielle y Jade se levantan en un segundo mirando fijamente a Louis —, ¿quieren un poco? —nos ofrece la botella estirándola completamente hacia nosotras. Casi siento como mi cuerpo se rompe.

—Louis —susurra Lottie en un sonido ahogado —. ¿Qué te ha pasado?

Eso mismo me pregunto yo. ¿Qué le paso?

—Fui a una fiesta —dice y de sus labios brota una estruendosa carcajada.

—No me refiero a eso —se apresura a modular.

La sonrisa de Tomlinson poco a poco deja su fuerza convirtiéndose en una mueca dolorosa. Sus ojos rojos me dicen que están bajo el efecto de algo. Su rostro pierde color, y en vez de su color rosado queda un neutro color de palidez escasa.

Estudia nuestros rostros, pero no deja de lucir confuso.

—Ayúdenme —susurra mirándonos con los ojos desorbitados.

Pasa una milésima de segundo, cuando el cuerpo de Louis pierde fuerza, sus ojos se cierran y puedo ver como sus piernas flaquean. Corro hacia él evitando que caiga y se rompa la cabeza, a casi veinte centímetros de que su cabeza toque el duro piso lo atrapo en mis brazos obligándome a quedar arrodillada con mis manos en su cabello. Toco con mi mano izquierda su mejilla intentando que responda, pero parece estar en un sueño profundo. De esos que solo sabe alguien que ha bebido mucho.

El Descanso de One Direction. |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora