Mi última carta

EPILOGO

Muchas gracias por haber estado conmigo en esta corta historia. Este es el último capítulo. Por favor no olviden votar y comentar :)

Disfruten,

Kris

______________

Era una tarde preciosa, el verano con sus alas solares agitando el caliente viento que aumentaba el calor del ambiente. En un día como este, uno quisiera solo pasarse la tarde en casa durmiendo o leyendo un libro, pero no, hoy era un día especial y había algo importante que hacer. Se fue al armario y cogió la ropa que dejó apartada para una ocasión como esta. No era cualquier prenda, era esa prenda. Se lo puso y se miró al espejo, perfecto. Al mirarse a los ojos, una lluvia de recuerdos flotaron entre ellos...

"

–Casémonos

Carmen abrió los ojos de golpe a pesar del sueño que tenía.

– ¿Cómo?

–Quiero que te cases conmigo.

–Bonita forma de pedírmelo. En mitad de la noche, y con el pijama puesto.

–Tú y yo no somos una pareja ordinaria. Me vino a la mente de repente y dije, pues se lo digo.

Carmen comenzó a reírse. Lucas estaba loco. ¿Casarse? ¿Tan pronto?

–¿No te estás apresurando?

Cuando vio cómo Lucas la fulminó con la mirada, como si ella estuviera mal de la cabeza, se arrepintió de haberlo dicho. Se mordió el labio para no reírse.

–Señorita Villalobos, futura señora Cabello. Para usted nueve años...¿Ha sido poco tiempo?

–Eh, eh. Que aún no dije que sí.

Lucas la miró de forma pícara. La cogió por la cintura y la apresó contra la cama.

–¿Acaso tiene otra alternativa?

Cuando Carmen sintió los mordiscos de Lucas en su cuello, supo que estaba perdida. Su mente se anuló y no pudo pensar cualquier cosa para contraatacar a Lucas.

–¿Y? ¿Cuál es su respuesta?– dijo en medio de la tortura.

–¿Dios mío, acaso pudiera responder otra cosa que Sí?

"

Se rió al recordar el momento de la propuesta de matrimonio. Qué noche. Miró la hora de su reloj: las tres de la tarde, aún tenían tiempo. Puso su habitación en orden y se fue al salón para ver donde se encontraba él. No estaba en el salón ni tampoco en la cocina, buscó hasta escuchar el sonido del agua correr, se estaba bañando. Como sabía que le gustaba bañarse no minutos sino horas y no había fuerza divina que lo saque de la bañera, se sentó en el sofá y permitió que en un día como hoy los recuerdos fluyan como gotas de agua...

"Lucas aparcó el coche y esperó a que Carmen diera el primer paso, pero ella estaba quieta, inmóvil. Solo miraba al horizonte. Lucas le insistió mucho en esta decisión hasta que logró convencerla. Pero ahora mismo no podía empujarla más, este paso tendría que darlo ella sola. Este era su momento, el solo podría acompañarla. Carmen respiraba fuerte, de forma irregular como si le faltase aire.

–No sé si tendré la fuerza suficiente...

–Yo estaré contigo.

Carmen lo miró y sonrió un poco. Lucas le daba la fuerza que le faltaba, a su lado todo sería más fácil. Era hora de enfrentar su pasado. Salió por la puerta y caminó hacia la casa en donde nació y se crió. Lucas estuvo todo el tiempo detrás de ella. Era una casa ya desgastada por el tiempo y mal cuidado. Carmen tras un tiempo dubitativo, tocó la puerta, con golpes suaves para luego insistir. Cuando pensaron que no había nadie en la casa, la puerta fue abierta lentamente. Carmen dio un paso atrás, de repente quiso caerse.