Stephan me pidió que me quedara en el salón. Y se disculpó, me dijo que creía que Ashton era mi novio, y que reaccionó demasiado mal. Al final. Decidimos en ir nuevamente al café porque el concurso, seguía en pie.
-Me contó Adam que cumplirás años.
-Así es, la fiesta es este sábado.
-¿dieciséis?
-Exacto.
-Mi niña está creciendo.
Yo sólo reí.
-Sabes, acompáñame, haremos algo juntos por tu cumpleaños.
Nos dirigimos a los bolos. Y cómo era de esperarse yo lo vencí.
Así que hice un baile de la victoria y me acerqué a él a restregarle mi triunfo. El me cargó y empezó a darme vueltas. Cuando paró nuestros labios estaban cerca. Estábamos a punto de besarnos.
Pero él me alejó.
-Yo debería irme. -Dije confundida.
Habíamos estado a punto de besarnos. Íbamos a juntar nuestros labios cálidos. Iba a conseguir lo que esperaba desde hace tanto. Y él me lo había quitado, me lo había negado.
Al llegar a mi casa repetía la escena una y otra y otra vez. No sabía si mirarlo con melancolía o con alegría de que casi sucedía.
El siguiente día transcurrió normal hasta que llegó la clase del profesor Rogers. No podía ni mirarlo. Mientras él hablaba yo escribía en mi cuaderno de poesía.
Me quedé con ganas de ese beso,
De ese beso plasmado,
Mas nunca practicado.
Ese beso que estuvo a punto de ser,
Que estuvo a punto de elevar mi ser,
Pero que no lo hizo,
No pasó,
No llegó,
No sé realizó.
Me quede como corrupto sin política,
Cómo fanático sin objeto de adoración,
Me quede con ganas de ese beso.Y justo cuando terminé. Stephan me arrebató el cuaderno y me pidió que me concentrara en la clase. Él tomó el cuaderno en la hoja en que escribía y empezó a leer. En cuanto terminó carraspeo su garganta y me miró, pero yo baje la vista. Había descubierto que sentía algo por él. Estaba pérdida.
-Creo que me quedaré con este cuaderno. -Mierda. Mierda. Mierda.
Ahí estaban mis más profundos sentimientos y pensamientos. Y aunque en ninguna parte mencionaba su nombre, igual no me gustaba que lo leyera.
Por la tarde tuve que ir al café con él.
-Creo que nunca te agradecí por lo de ayer.
-No tienes por qué. Fue un gusto, la pasé muy bien.
El aire era demasiado incómodo y tenso.
-Me gustó tu poema.
-Gracias. Deberíamos empezar a escribir.
Escribimos y avanzamos dos capítulos, sin hablar, sin charlas. Sólo escribimos.
-¿te llevo?
-No, gracias. Puedo llegar sola.
-Claro, pero a Adam sí le recibes la invitación.
-El señor perfecto se comprara con alguien más. Creo que el cielo se cae. -Dije saliendo del lugar.
Llego el sábado y me arregle como tenía previsto. La reunión fue en mi casa. Comimos pastel y tomamos un poco, más tarde fuimos a mi restaurante favorito y nos quedamos comiendo y charlando hasta las doce de la noche. A pesar de que Adam era mucho mayor que los demás, se acopló a los temas y nunca mostró una cara de aburrimiento.
La había pasado muy bien.
El domingo, me decidí por salir a trotar. Corrí hasta que vi que empezaría a llover. Cuando llegué a mi habitación, empecé a buscar canciones que definieran mi situación. Porque así somos los seres humanos, buscamos más tormento. Encontré canciones bastante buenas y específicas, armé una playlist y las escuché hasta quedarme dormida.
Nuevamente era lunes.
- ¿Cómo te fue el sábado? Adam me contó que lo invitaste a tu fiesta.
-Fue bastante buena. La pasé muy bien. Y sí, él insistió mucho la verdad.
-Así es él. – Cargó su morral al hombro y dijo. –Bueno, nos vemos esta tarde en el café.
En cuanto entramos al lugar fue demasiado incomodo porque empezó a sonar una canción algo o completamente inapropiada, o demasiado apropiada: To Sir With Love.
Those school girl days
Of telling tales
And biting nails are gone
But in my mind
I know they will still live on and on
But how do you thank someone
Who has taken you from crayons to perfume
It isn't easy, but I'll tryIf you wanted the sky I'd write across the sky in letters
That would soar a thousand feet high
To Sir, with loveThe time has come
For closing books
And long last looks must end
And as I leave
I know that I am leaving my best friend
A friend who taught me right from wrong
And weak from strong
That's hard to learn
What, what can I give you in return?If you wanted the moon I'd try to make a star
But I would rather you let me give my heart
To Sir, with love.Empecé a tararearla y él me miró. Tenía los ojos cerrados, pero sentí su mirada fija.
- ¿Pasa algo?
-Me sorprende que sepas canciones tan viejas.
-Alguna vez la escuché por ahí.
-Ya veo. ¿Y conoces la letra?
-Sí, es de un amor entre estudiante y maestro. O por lo menos a la cantante le gusta su maestro.
-Sí. Mi abuela la escuchaba cuando yo era pequeño.
-Ya veo.
-Ella fue estudiante de mi abuelo. -Solté la carta que tenía en mi mano. Estaba en shock Sentí que tenía oportunidad. - ¿Qué pasa?
-Nada, solo me parece bastante romántico. -Ambiente tenso nuevamente.
Como hacía tanto calor me quité mi suéter en frente de él; para mi desgracia la blusa se subió más arriba de mi ombligo. Y si seguía subiendo el buso, iba a subir más. Esto empeoraba la situación. El infierno se había confabulado.
- ¿Puedes ayudarme? -Pregunté con el suéter tapándome toda la cara.
Él tardó en reaccionar unos segundos, pero se acercó a mí. Y muy despacio y acariciando mi cuerpo bajo mi blusa hasta donde debería estar. Me hizo temblar y él lo notó. No sabía por qué hacía eso, no sabía por qué se comportaba de esa manera si luego me iba a tratar como una basura, y si además de todo, tenía novia.
Quería retirarme, quería ignorar sus encantos. Quería olvidarlo. Tenía novia. Pero no podía, me había dado cuenta demasiado tarde. Yo estaba rendida en sus brazos.
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Quizá Algún día sea una historia de amor
RomanceMadeline una adolescente que había tenido ya un año bastante duro, debía volver a clases. Cuando volvió a su escuela, se encontró con el reemplazo de su antigua profesora favorita, y aunque al principio hubo mucho odio entre ellos. Maddie empezó a m...