A veces las cosas eran más duras de lo normal. ¿Y cómo no iban a serlo? ¿Qué se puede esperar de enamorarse de alguien como él? ¿Qué se puede esperar de enamorarse de alguien tan ajeno a tus alcances, tan ajeno a ti, pero tan dentro de tu alma?
Dios, no podía parar de pensar en él, en sus labios y en cómo deberían de ser sus besos, en sus brazos y sus cálidos abrazos, en su cara y en sus miradas desafiantes, tiernas, perfectas; en sus ojos, en su cuerpo, en sus piernas, en su cabello, en todo él. En cada minúscula parte que lo componía. Cada cosa, e incluso su desarreglada barba me encantaba.
No dejaba de imaginar situaciones, de momentos de encuentros casuales, no dejaba de imaginar aquella sonrisa dirigida solo para mí. Me lo imaginaba desde el momento más tierno, tomando un café en un restaurante, hasta el momento más lujurioso besándonos sin parar.
Sí que moría por ese hombre. No entiendo a quién se le ocurrió la estúpida idea de separarnos por detalles insignificantes como edad, clase, sexo... digo, se supone que el amor no se controla, así que por qué juzgar todo esto. A quién se le ocurrieron todas esas estúpidas novelas en las que el profesor terminaba con su estudiante a pesar de todo. O incluso esas novelas utópicas que sueles leer en internet, en las cuales al segundo capítulo hay una intensa atracción mutua. "oh sí Romeo, venzamos los prejuicios sociales". Pues nada se parece a esas novelas, nada es como las películas, nada es como Pretty Little Liars donde Aria es feliz con Ezra. No amigos, eso no pasa. Eso no es cierto. O por lo menos, no a alguien como yo.
Hay algo más de hecho que no logro comprender y es cuando niñas idiotas se quieren enamorar intencionalmente de sus profesores. Como niñas andan detrás de ellos sin sentir nada real, solo queriendo que se acuesten con ellas. Cariño, esto no es una linda historia de amor de un "Teacher Crush", esto es a realidad. Esto es la realidad de las personas que nos enamoramos y no tenemos curvas definidas, no tenemos ojos claros o cabello rubio, no tenemos el mejor cuerpo, no somos como lo que los hombres buscan. No soy hermosa, tal vez esa es la mayor razón, el mayor problema.
Ahora tenía que ser fuerte, tenía que aguantar. Debía verlo en la escuela, y ahora en una reunión familiar. Y él, tenía que verme sonriendo, tenía que morir de celos hasta que quedara a mis pies rogando por mi amor.
Madeline Jones había aprendido muchas cosas con Stephan, y ser más fuerte no se iba a quedar fuera de la lista. Maddie a causar un gran desastre si era necesario, sólo por obtenerlo. Porque aunque los celos debía tenerlos él, definitivamente la celosa era yo.
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Quizá Algún día sea una historia de amor
RomanceMadeline una adolescente que había tenido ya un año bastante duro, debía volver a clases. Cuando volvió a su escuela, se encontró con el reemplazo de su antigua profesora favorita, y aunque al principio hubo mucho odio entre ellos. Maddie empezó a m...