-Señorita. -Dijo Darren.
-Mierda.
-Ese no es vocabulario de una señorita.
-Creí que sólo lo había pensado. -Definitivamente, yo, siempre metía la pata.
-Eres muy cómica. -dijo entre risas. -¿Acaso no deberías estar en clase? Aún quedan unos minutos.
-Terminé el trabajo antes. -Dije cortante.
-Ya veo. -Dio media vuelta para irse, pero paró y volvió a donde se encontraba antes. -me preguntaba si podrías ayudarme con algo. Ya sabes, tengo que pasar unas notas... y tengo muchas cosas que hacer.
-Tengo miedo de que esté ilusionado profesor. Mi comentario no significaba que usted me gustara. -Dije mirándolo de manera retadora.
-Algo me dice que usted me traerá muchos problemas. -Dijo riendo. -¿Me ayudarás?
-¿Tengo de otra? -Dije riendo y caminando a su lado.
Llegamos a la sala y estaba a punto de coger una silla para sentarme al lado de su escritorio, cuando me paró y me hizo un gesto negativo.
-Prefiero trabajar en la biblioteca. Me agrada la bibliotecaria.
Yo no pude evitar echar una carcajada, porque la mujer de la biblioteca era de unos 70 años y no era para nada agradable. Así que él acompañó mi risa. Hasta que el sonido de la puerta nos interrumpió.
-Hola. -Dijo Stephan mientras entraba y hacia como si se aclarara la garganta. -Señorita Rogers, usted no puede salirse de mi clase de esa manera.
Estaba a punto de contestar. Pero alguien... contestó por mí.
-De hecho, yo la llamé. Necesitaba que me ayudara en unas cosas. Sí puedes avisarle al profesor de la próxima clase te lo agradecería. Debemos irnos, el tiempo vuela. -Dijo tomándome del brazo con delicadeza y llevándome fuera de la sala.
Casi podía ver como Stephan buscaba encontrar algo con qué protestar. Casi que olía su enfado. Él estaba jugando conmigo, pero no le gustaba que nadie más tocara su pequeño juego.
-Gracias. -Dije en cuanto salimos.
-No tienes por qué agradecerme. La verdad es que no entiendo la razón del mal trato que te da Stephan. Suele ser un buen tipo. ¿Por qué te saliste de clase?
-Es un idiota... y ya había terminado mi actividad. -Dije agregando con dulzura.
En cuanto llegamos a la biblioteca localizamos una mesa en el medio. Descargamos las cosas y Darren empezó a buscar entre sus papeles, qué era lo que debía hacer primero.
-Sí, esto. -Dijo hablando para sí mismo. Sacó unos exámenes de una carpeta. Y los puso a mi lado. -Necesito que pases las notas de esos exámenes a...-Hizo una pausa mientras buscaba otro papel. - a esta planilla.
Estaba pasando las notas cuando sentí una mirada fija en mí. Alcé la vista y ahí estaba él con sus grandes ojos, mirándome.
-¿Pasa algo?- Pregunté inquietada.
-No, no. Sólo que estaba pensando en algo. Lo siento. Dijo volviéndose a concentrar en su trabajo.
-¿En qué?
-Nada importante.
Me quedé unos segundos mirándolo fijamente, como esperando que contestara. Pero no funcionó. Sólo siguió concentrado en lo que hacía.
Por la tarde, estaba de salida para coger transporte para irme a mi casa, pero la lluvia era muy fuerte, y la calle estaba vacía. Sabía que el bus, se demoraría mucho tiempo en pasar. Así que abrí mi sombrilla y empecé a caminar. De repente escuché el pitido de un auto y mi nombre. Me volteé y vi a Darren en un Volkswagen.
-Hola. -Dije mientras el viento amenazaba con llevarse mi sombrilla y mi falda.
-Sube por favor. No puedo dejarte acá así.
-No te conozco.
-Sí te secuestro, no te vuelves a subir a mi auto. -No pude evitar sentir tristeza al escuchar esto, eso era tan... Adam. Pero exactamente por lo mismo, me generó confianza.
Subí al auto. Y mojé de inmediato el antes seco interior. Sin embargo, el auto seguía siendo cómodo y cálido.
-Entonces, ¿dónde vives? -Dijo esperando saber una dirección para arrancar.
Le indiqué la ruta y en 5 minutos, estábamos en la entrada de mi casa.
-Gracia, nuevamente. Supongo que me has salvado dos veces hoy.
-Así es. -Dijo riendo. -gracias a ti por lo de sexy. Ten linda tarde.
Y así acabó mi día. ¿Con un nuevo problema? O al contrario ¿una solución?
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Quizá Algún día sea una historia de amor
RomantiekMadeline una adolescente que había tenido ya un año bastante duro, debía volver a clases. Cuando volvió a su escuela, se encontró con el reemplazo de su antigua profesora favorita, y aunque al principio hubo mucho odio entre ellos. Maddie empezó a m...