casa hogar (parte uno)

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ABRIL 1993. DENALI, ALASKA 

- ya es hora- hablo Emmett emocionado frente al volante del auto, tenía un brillo especial en los ojos y le temblaban un poco las manos. a pesar de ello iba muy arreglado: una camisa de vestir manga larga color gris y un pantalón de vestir negro, acompañado de un hermoso abrigo negro hacían resaltar aún más su nívea piel y  le daban un toque aún más misterioso a aquellos  a aquellos ojos dorados. veía hacia adelante con una gran sonrisa en su rostro.

-ya es hora- repitió Rosalie ansiosa en el asiento del copiloto, la rubia llevaba un vestido rojo pegado al cuerpo con un abrigo de piel negro y sus labios de un matiz carmín con una hermosa sonrisa, la vista fija hacia adelante. ninguno de los dos se movió del auto. ambos siguieron sentados en silencio durante un rato

-estoy tan, tan nervioso- habló Emmett rompiendo el silencio, haciendo que rosalie soltara una pequeña risa- ¿tu crees que le encontremos hoy?- preguntó el.

- le encontraremos hoy- aseguró la rubia y sonrió - vamos- abrió la puerta del coche, tomó su bolso y bajó del auto dirigiéndose hacia una reja de color negro.

emmett abrió la puerta de su lado del coche, la cerró rápidamente y corrió hacia su esposa. ambos se tomaron de las maños y levantaron la vista para ver el cartel que había sobre la reja,en el que se leía con letra gótica:  CENTRO DE ADOPCIONES DE ALASKA.

suspiraron y caminaron agarrados de la mano, hasta la puerta de entrada, la cual estaba abierta y entraron.

llegaron al vestíbulo principal, el cual era de un azul cielo, el color contrastaba con los mobiliarios muebles marrones. se acercaron a la joven que estaba tas la barra, si soltar su manos. ambos estaban nerviosos.

-hola, ¿que tal?- habló emmett con un toque de emoción en la voz- somos Rosalie y Emmett Cullen y hemos venido aquí para adoptar a un niño. -la recepcionista levantó la mirada del computador y les sonrió a ambos.

-muy buenas tardes señores Cullen- hablo la mujer- ¿tienen el papeleo en orden?

-si- habló rápidamente Rosalie -hemos terminado todo el papeleo ayer por la tarde.- la mujer la miró y le dedicó una sonrisa cariñosa. acto seguido se levantó y se acercó a unos archivadores. al poco tiempo regresó con una carpeta en mano. rosalie leyó disimuladamente lo que decía en la hoja de registro: señores Cullen (denali, alaska).

-síganme por favor- habló la mujer y empezó a caminar con ellos siguiéndole los pasos, los llevó por un pasillo en donde había varias puertas, se oían risas y murmullos infantiles por todos lados, lo que llevó a Rosalie a sonreír; sería madre, ella sería madre.

se permitió fantasear un momento sobre cómo podría ser su hijo o hija, sin duda se imaginaba una hermosa niña de cabellera rubia como la de ella, piel blanca y ojos tiernos, vestida con un hermoso vestido rosado y unos zapatos blancos. se imaginó un niño de ojos marrones, cabellos negros y rizados, con la misma sonrisa traviesa que la de emmett. se detuvieron frente a una puerta al final del pasillo.

Inferna Heller BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora