memorias (parte uno)

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MIREN A ESE SEXY CHICO QUR ESTA ARRIBA EN LA FOTO (OKNO ES LA GRAN COSA, RELAJAOS) ES LEO VALDEZ 💘🔧💘🔨💘🔩💘💘💘💘💘💘💘
FEBRERO 2005. PORT ÁNGELES, WASHINGTON

Inferna cruzaba los pasillos de la nueva casa, buscando una manera de llegar a su habitación. Mientras la buscaba descubrió que tenía una alacena gigante, baños con hidromasaje, varias habitaciones de huéspedes muy serías como para gustar. Llegó a una puerta de vidrio corredizo. La abrió con cautela y llegó a la parte superior del garaje. Había una carpa gris que cubría la mayor parte de el lugar. Bajo ella un sofá muy cómodo de cuero negro. Y a ambos lados unas mesitas de descanso con muchos libros. La chica se acercó para verlos. Estaban en griego. Inferna sonrió. Frente al sofá había una chimenea moderna. De esas que parecen un largo cajón hueco y no tienen nada encima. Inferna aplaudió dos veces y la chimenea lanzó un fuego crepitante, con llamas naranja intenso. La chica frunció el ceño. Recordando. Se sentó en el sofá de cuero negro mirando el bosque.

Un chico latino muy guapo llenaba sus pensamientos. Leo Valdez. Su ex novio, no porque quisiera, la obligaron, su padre la obligó. Leo se enojó un día. Un día en el que ella estaba mal. No pudo controlar su poder. El bosque cerca de las cabañas de los tres grandes se prendió. Jason, Piper, Anabeth y Nico estaban en el comedor mientras Inferna dormía. El olor los alertó y ellos corrieron, sabían que algo malo pasaba. Cuando llegaron todo era un caos. El fuego se esparcía cubriendo completamente la cabañas de Hades, parte de la de Iris, y un poco menos de la de Hermes. Escombros caían de todas ellas. Chispas saltaban por todos lados. Nico corrió hacia la cabaña. Entrando en ella, justo cuando una madera caía donde segundos antes el había pasado. empezaron a apagar el fuego del bosque. La cabaña de Hades estaba calléndose a pedazos.

-¡Nico! - gritó Will , quien había  a llegado con los demás hijos de Apolo para  ayudar, corrió hacia la cabaña, pero Annabeth lo detuvo. Derribándole y abrazándolo por la espalda.

- ¡no puedes entrar Will!- le gritó la rubia, halando de él para que retroceda. - ellos van a salir. Te lo juro por el río Estigio que van a salir.- un trueno sonó a la distancia- Yo me encargo. 

Will dejo de forcejear con la rubia y la abrazó. Asustado. - ¡ALGUIEN APAGUE EL MALDITO FUEGO!- gritó la chica cuando vio que otra porción de techo se desprendía y caía. Haciendo que saltan más chispas.

-¡FER!- gritó Piper. Más madera calló y más chispas saltaron. Jason se concentró, tratando de invocar una tormenta que apagara todo, las nubes se empezaron a oscurecer. 

-¡NICO!- volvió a gritar Will y se soltó de Annabeth. Los de la cabaña Apolo corrieron para detenerlo. Pero, el ya había entrado a la edificación en llamas. Gritos se escuchaban por doquier. Llamando a los dos semidioses que habían entrado, y también a Inferna.

Una explosión se escuchó. La cabaña de Hades estaba prácticamente en ruinas.

Más gritos.

Silencio.

Nico y Will salieron corriendo con bulto cubierto por una manta entre los brazos del primero. Otra explosión. Su onda expansiva  los hizo volar y aterrizar varios metros más allá. La cabaña estaba destruida. Los semidioses empezaba a llegar corriendo con baldes repletos de agua tratando de parar los incendios de las cabañas vecinas. Nico dejo el bulto en el piso y sea arrodilló frente a el, junto a Will. Los campistas rodearon al trío mientras la lluvia empezaba a caer como un fino sirimiri.

- Inferna... Inferna despierta- le hablaba Nico apremiante mientras la sacudía.- Inferna...¡Inferna! - gritó ya desesperado. No quería que ella también lo abandonara- ¡Inferna, maldición! ¡Despierta!- empezó a frustrarse. -¡No te atrevas a dejarme! ¡Me oyes! ¡NO TE... ATREVAS!- la voz se le empezó a quebrar. 

- ¡WILL!¡WILL, HAZ ALGO!- urgió al chico que estaba junto a él, quien pareció salir de un trance y empezó a revisarla. Le tocó el cuello. El rostro. Encontró pulso.

-¡¿QUE TIENE?!¡POR FAVOR, DIME QUÉ ESTÁ VIVA!- Gritaba el moreno desesperado. La chica tosió, despejando sus pulmones. Y asustando ligeramente a Nico.

- yo sabía que me quieres, DiAngelo- habló con voz ronca y débil, la chica-¿Que pasó?- susurró. A su alrededor todos se relajaron. la lluvia caía mas fuerte.

-¡Inferna!- respondió Nico y la abrazó con fuerza, haciendo que se siente. La chica emitió un ligero gemido de dolor.- ¿Que te pasa?¿Solace?¿Que le pasa?- la chica río quedamente.- ¿De que te ríes?- preguntó confundido.

- estas preocupado por mi- respondió la chica, aún ronca- me siento débil ¿que pasó?- Nico iba a responder pero Will se adelantó.

-¿Que te duele?- preguntó tocándole la muñeca para medir su pulso-¿Te arde la garganta?¿Te sientes débil?

-ajá- musitó Inferna, mientras se recargaba en el pecho de su hermano- tengo mucho sueño- susurró y abrazó a su hermano como si fuera de peluche.

- descansa pequeña- susurró Nico.

Inferna se durmió. Nico la alzó cuidadosamente y empezó a andar. Había sufrido varias quemaduras. La mas grande estaba en su brazo izquierdo y abarcaba desde su hombro hasta la mitad de su bíceps . Leo estaba desconsolado. Casi mata a su novia. Le imploró a los dioses que no le pasara nada.

- gran Zeus. Poderoso Apolo. Excelentísimos Dioses. Les imploro que no le pase nada a Inferna- rezaba asustado.

De la nada un árbol ardió en llamas. Nico frenó su andar, aún con su hermana en brazos, y miró a Leo con odio. La lluvia empezó de golpe y todas las miradas fueron a Jason, que acababa de lanzar una exclamación de alivio. Pero lo que nadie entendía era como el árbol seguía en llamas.

-contrólate, idiota- le gritó a Valdez. Leo tembló.

- No soy yo. Te lo juro por el río Estigio- logró responder el chico. Un trueno se escucho a la distancia. La tierra bajo el árbol de abrió y de ella emergió Hades.

Todos los semidioses se arrodillaron frente al dios del inframundo. Uno de los tres grandes. Excepto Nico. Que no pensaba soltar a su hermana por nada. el dios corrió hacia la chica y, con un movimiento ágil, se la quitó a su hijo de las manos y la acunó entre sus brazos. La chica emitió un quejido casi inaudible. Hades corrió hacia la enfermería del campamento con su hija en brazos como si no hubiera nada más. Cuando llegó se la encargó a Quirón. Quien había ido corriendo allí segundos antes de que Hades llegará para preparar todo para Inferna. Hades espero mientras Nico llegaba a su lado.

-¿Como se encuentra?-Pegunto el dios ansioso cuando volvió a ver al centauro, quien había desaparecido momentos antes para atender a Inferna. Era muy raro verlo así.
-mi señor, ella está estable. Por el momento no podemos darle ambrosía o néctar por lo mismo de su tratamiento. Pero el joven Solace ya se está encargando de ella. Le recomiendo que vaya al Olímpo para que los demás dioses no vayan a quejarse de favoritismo o cualquier incumplimiento de las leyes divinas.- Habló el centauro con voz serena y respetuosa- usted será invocado inmediatamente si algo le pasa a la señorita Heller-Black.

Hades frunció el ceño. Preocupado por su hija.

-me avisará si algo pasa. Es una orden- gruñó el dios y salió de la enfermería, para desaparecer de inmediato.

Inferna se acarició el brazo izquierdo con cuidado,donde aun tenía la cicatriz de la quemadura. Todo lo que estaba pensando se lo habían contado Piper y lo Stoll. Ella solo recordaba lo que pasó cuando despertó: la obligaron a cortar con Leo y la exiliaron a Port Angeles.

- malditos sentimientos- susurró para sí y se levantó de ese lugar. Dispuesta a seguir recorriendo la casa.

Inferna Heller BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora