Inferna Heller Black

baseball

ENERO 1996. DENALI, ALASKA

-¡Yo soy la jueza!- gritó la niña emocionada. Arreglándose la bufanda azul con una mano. En la otra tenía una cámara de vídeo encendida. Apuntaba a sus padres-¿Puedo mamá? porfavoooooorrr- rogaba sin dejar de apuntarlos. Todos llegaban uniforme de baseball, hasta la pequeña Dess, pero ella llevaba una bufanda y su inseparable gorrito gris.

Ya tenía seis años, y a Destiny le había dado por llevar a todos lados una cámara que sus padres le habían regalado por Navidad. Documentaba todo lo que pasaba en ella. Su vida diaria: Sus lecciones de piano, sus aventuras en la cocina,
las clases de ballet, los días de nieve, los días de sol con sus padres, todo.

Ella los había visto brillar ante el sol. No la asustaban, así como no le asustaba el hecho de que fueran muy veloces, fuertes y el cambiante color de sus ojos, de caramelo a carbón. Ellos hasta la dejaban grabarlos al ver la naturalidad con que aceptó la realidad de que su familia brilla y parece sacada de una portada de revista.

A la niña le encantaba decir a sus compañeros de clase que sus padres eran brillantes, al igual que toda su familia. Dess les sonrió por debajo de la cámara al recordar lo último.

-¡beso a la cámara!- río la niña, sus padres saludaron y mandarlon besos a la cámara.

-Dess, cielo ven aquí- habló una voz femenina, la pequeña giro su cuerpo, cámara incluida, y apuntó a Esme, quien le miraba sonriendo. La nena corrió hacia ella y se detuvo poco antes de llegar. Había aprendido que de lejos podía filmar mejor a las personas.

- mandé, nonna Esme- respondió la niña obediente. Habían descubierto poco después de su quinto cumpleaños que a la pequeña se le daban muy bien los idiomas, y le enseñaban varios. De modo que ya manejaba el inglés, francés e italiano, aparte del idioma de los nativos de Alaska.

-¿Quieres acompañarme a arbitrar, cielo?- preguntó Esme, la niña ladeó la cabeza y con ella su cama

-¿Que es arbtri...abtribear, nonna?- preguntó la niña consternada. Esme rió divertida.

-arbitrar significa que vamos a ser las juezas del partido.-hablo Esme, cariñosa como siempre- Y necesito una chica inteligente que me acompañe ¿Quieres?- Destiny y su cámara asintieron enérgicamente. Carlisle rió llegando junto a la mujer y depósito un tierno beso en sus labios.

-Que lindas chicas- habló, Dess río feliz. Le encantaba que todos sean tan amorosos y que lo demostrarán. El rubio miró a la niña. Se le iba a acercar pero el sabia que a ella no le gustaba que se le acercarán mientras grababa por que la cámara se desenfocada. Pero no le importó, así que a velocidad vampírica se puso al lado de la niña y le besó tiernamente la mejilla.

-¿Que grabas Dess?-Pegunto él, curioso. La niña volteó a verlo con una sonrisa. Ella no se asustaba de los poderes de los demás y los veía como algo divertido.

- a mi familia en un día de deportes ¿Porque?- sonrió la niña y se abrazó a Carlisle. Él la cargó y se acercó a Esme.

-pero no estamos jugando- le respondió el doctor.

- eso se puede resolver- agregó Esme con una sonrisa, se aclaró la garganta ligeramente y habló con voz firme y clara- familia, acerquense.

Varias estelas se acercaron rápidamente hacia el pequeño grupo. Alice y Jasper venían tomados de la mano. Rosalie iba encaramada a la espalda de Emmett como si fuera un koala. Y Edward jugueteaba con el bate entre sus manos.

- ¿empezamos el juego ya?- preguntó Alice con una sonrisa  radiante.

-ajá- Dess asintió enérgica.

- muy bien, equipos- habló Carlisle con su vida calmada- Alice y Rose al mío y Emmett, Jasper y Edward harán otro.  ¿Alguna objeción?

Emmett levantó la mano como un niño pequeño y se puso a dar saltitos con Rose rebotando en su espalda. Alice y Esme rieron.

- yo tengo una objeción- hizo una mueca disconforme muy graciosa- yo quería jugar con Ross.

- pa.pá- regaño Destiny que había estado grabando todo; él la miró confundido.

- ¿Ahora que hice?

Dess negó con la cabeza y  frunció el ceño. Los demás rieron.

- no le puedes decir nada al nonno Carlisle, él es mayor que tú y es tu papá.

-ya pero todos tenemos derecho a decir lo que pensamos- contraatacó Emmett, haciendo que Rose se bajara de su espalda.

- pero si querías que ella estuviera en tu equipo lo tenías que decir antes.- la niña nunca dejó de apuntar a su padre con la cámara y veía todas las muecas burlonas que hacía.

-pero ya lo dije ahora- respondió el fortachón.

- muy tarde- le secundo la nena, con una sonrisa torcida bastante altanera que hizo sorprenderse a Carlise y Edward.

- ¿me estás retando, Destiny Cullen?- Emmett se acercó a la niña lentamente. Ella bajo de los brazos del doctor de un salto y le dió la cámara. Se acercó a su padre hasta quedar muy cerca. Ella alzó los brazos y acordamos reflejo él la cargó. Quedaron frente a frente.

- ¿te has dado cuenta que estás peleando con una niña de seis años, Emmett Cullen?- dijo la nena y Rosalie río.

- eres un pequeño monstruo terrorista manipulador- dijo Emmett achicando los ojos y sonriente. Ella achicó los ojos de igual manera y sonrió ladina.

- así me quieres, papi- Le respondió nena mientras le dejaba un beso en la frente. Ninguno pudo dejar escapar un suspiro de ternura por la escena que acababan de ver.

un flash cegó por un momento a Destiny, quien parpadeó confundida. volteó su rostro rápidamente al lugar del que vino la luz y se encontró con ¡oh sorpresa! : Alice con una cámara en sus manos.

Y la verdad era que Alice estaba tomando la manía de tomarle fotos a Destiny sin previo aviso: sin importar la hora, ni el lugar, ni lo que estuviera haciendo; y la verdad era que  Dess le parecía divertido y además salía bien en las fotos, así que no se quejaba y sonreía sin preguntar... pues nadie sabía lo que ocultaban los pensamientos de la vampira azabache.