¿Amigos o Enemigos? 2 [Jimin] TERMINADA

C. 22

Creí que estaba soñando. Todo en mi interior comenzó a doler y por primera vez deseé odiarla. Intenté procesar por enésima vez sus palabras pero sentía que no encajaban bien. Algo no me cuadraba, algo no estaba bien, algo estaba fuera de lugar, algo faltaba aquí.

La miré por enésima vez pensando que decir y hacer. Miré el piso desolado. Me sentí traicionado por ella. "¿Como?" "¿Cuando?" "¿Donde?" "¿Desde cuando?" "¿Porque?" todas esas eran posibles preguntas para hacer, pero ninguna salía. Noté por su mirada que quizás estaba arrepentida de decir tal cosa. Y como si de una grabadora se tratara sus palabras volvieron a repetirse en mi cabeza.

- ¿Jimin? - su mano, tan cálida antes ahora se sentía áspera, y al sentirla rozar mis dedos la alejé con brusquedad. Hasta yo me sorprendí al notarlo, pero mi cuerpo no estaba reaccionando a mis ordenes.

- Alejate... - comienzo a caminar hacia atrás, mirando al piso. No podía mirarle a los ojos. - Vete. - Mi voz no salía. Ya no era firme, era como si hablara en susurros. Mi cuerpo ya no tenía fuerzas.

Sin pensarlo más volteé y entré al edificio sin mirar atrás.

// Tn //

Deseé, oré, recé, supliqué que no tuviese algún tipo de reacción negativa. Quizás, dudosa, pero no negativa. No esperaba a que se emocionara, ni mucho menos saltara de la emoción. Sólo quería que lo escuchara.

Jimin entró al edificio sin mirarme a los ojos. Sé muy bien que se siente dolido, traicionado e incluso confundido. Sé también que me costará obtener su perdón. Lo único que espero es que no niegue a Yang Mi. Por unos segundos vi su espalda deseando correr a él, abrazarle y suplicarle que no odie a Yang Mi. Que no me odie a Mí. Pero mi cuerpo no reaccionaba, luego de sentir su fuerte rechazo.

Sabía que le costaría entender la realidad, incluso sé que le costará aceptar la realidad. Claro, si es que la acepta.

Aunque suene egoísta sentí una paz en mi corazón indescriptible. Claro que luego comenzará a sufrir pero muy en el fondo estaba tranquila de que Jimin si sepa la realidad.

Su realidad y la mía.

Di la vuelta y llegando hasta el auto subo, me quedo sentada unos largos minutos mirando al vacío, sintiendo un pequeño dolor.

- Te demoraste en llegar. - dije suspirando. Me pegué en el pecho una y otra vez, arrepentida de haberme ido, de haber vuelto, de haber visto a Jimin, de nunca haberle dejado de amar, de decirle que le amo, de ocultarle la verdad, de la gran mentira que durante años he estado guardando. Del único secreto que he mantenido en mi vida. Del único arrepentimiento que de seguro me durará otros años más.

Como siempre, las lágrimas no tardaron en salir. El frío me estaba calcomiendo los huesos, el vapor se impregnaba en los vidrios y ventanas. Pero ni las bajas temperaturas hacían que mi corazón se enfriase. Estaba sufriendo, estaba arrepentida y dolida. No podía parar de llorar.

Y peor aún, no podía ver a la cara a mi propia hija.

*********

Me Ri me miraba sin decir nada. Se notaba un gran dolor en su mirada. Y eso me hizo sentir más desdichada aún. La mujer con la peor suerte de todo el mundo.

Me preguntaba una y otra vez "¿Porque Jimin? ¿Porque No otro? ¿Porque mi mejor amigo y mi único amor es famoso?" me lo pregunté una y mil veces en una milésima de segundos. Mi cabeza dolía, mis ojos dolían, mi cuerpo dolía. Como un momento de desconsuelo total me abrazo, como si frío sintiese.

Las lágrimas volvieron a salir, pero ésta vez Me Ri se encargó de secar.

- Está bien, te aseguro que todo estará bien. - decía con su voz entrecortada. Ella quería llorar tanto como yo. La conozco tan bien que estoy segura que en estos momentos debe de arrepentirse por insistir en que le dijese la verdad. Me abrazó con fuerzas. - Te juro que no pasará nada malo. - con una de sus manos comienza a sobar con suavidad mi espalda. Ella muy bien sabe que es lo único capaz de relajarme en situaciones angustiantes. Pero esta vez no creo que funcione.