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Ya era hora del almuerzo cada estudiante fue a la cafetería en busca de su almuerzo. En cambio, los profesores tenían su propio comedor donde calentaban su comida traída de su casa. Pero a Ruben, como tan olvidadizo que es, se le olvido además de que ya estaba acostumbrado a cenar comida rápidas que no había tocado la cocina en meses.

—Macho, en serio' se te queo' la comia' en tu casa?— preguntó el pelinegro a Ruben quien se mantenía sentado frente a la mesa donde Miguel tenia su pote con comida.

—Soy un desastre...— restregó su cara con sus manos frustrado y para tratar de quitar la mirada de la comida de su amigo.— una de las consecuencias de vivir solo y además, ser un chico que ni sabe lavar la ropa.

Mientras que aquellos amigos hablaban, _________ entro al comedor de maestros y se sentó en una mesa algo alejada y sin nadie. Ruben se quedo mirándola y fingía que le prestaba atención a lo que Miguel le decía. El ignorado, al darse cuenta de que no le prestaba ni la mas mínima atención y ni siquiera le dirigía la mirada. Así que se vio obligado a mirar en donde su amigo miraba, sorprendiéndose de que aquel chico solitario y sin nadie en años miraba al fin a alguna chica. Miguel ya pensaba que el chico era gay o algo por el estilo ya que no miraba a alguna chica o se mostraba tan interesado en alguna.

—Deja de pone' esa cara de gilipolla' y ve a habla'le.- Hablo Miguel un poco alto, haciendo que la chica levantara la mirada viendo a Ruben mirándola detenidamente. Al darse cuenta de aquello la chica sonrió un poco tímida y sonrojada, para volver a ver su pote de comida. Ruben al salir de aquel trance se fijo en la escena que acababa de suceder avergonzándose y dándole una mirada asesina a su amigo quien solo sonreía.— te pasa po' no hace'me caso.

—Seras Gilipollas? - susurro el castaño aun avergonzado.— no. No seras, eres uno.

—Ve, habla con ella.— le alentó su amigo pero Ruben se negó varias veces. Aunque para ser profesor hay que tener personalidad Ruben aun era tímido conociendo gente, y mas si era una chica. — Si no lo hace' la va' a pe'de.

Ruben soltó un suspiro y tímidamente se acerco a la chica quien terminaba su almuerzo. Se sentó en la silla que estaba delante de ella y saludo un poco tímido. La chica levantó la cabeza de su pote ya vacío y sonrió sin mostrar los dientes.

—_______ no?— preguntó el castaño. La chica asintió.— me llamo Ruben, soy el maestro de Literatura.

—Yo creó que ya sabes lo que hago así que me ahorro la presentación.— ambos rieron un poco y Ruben se quedo mirándola examinando cada parte de su cara.— que? Tengo algo en la cara?— pregunto la chica pasando sus manos por su rostro.

«—No, nada, solo que eres muy hermosa.—» pensó el chico.

—Tienes sucio... Aquí...— Él chico se acerco y con su pulgar limpio la comisura de sus labios, para luego pasarla por sus labios. Pero en ese momento el timbre sonó, alertando que ya era hora de volver a sus salones. Se separaron y ambos se miraron un poco avergonzados por la incomoda situación que acabada de pasar. La chica guardó sus cosas y rápidamente salio del comedor de maestros.

El chico al verla salir no se movió  ya que hasta el sabia que eso le había incomodado, tanto a el como a ella. Pero no se arrepiente de haber tocado esos labios carnosos que por un momento tuvo deseo de morderlos y besarlos. Volvió donde su amigo con una tonta sonrisa y este solo negó divertido para luego tomar sus cosas y salir junto a su amigo quien estaba como un adolescente enamorado.


® Maestros [Rubius y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora