® Maestros [Rubius y Tu]

7

Las clases terminaron por ese día. Los alumnos se fueron a sus hogares y los profesores como siempre se quedaron en la escuela preparando material para enseñar

—Que te pareció la maestra Argent?— hablo Jaime, el profesor de Matemáticas sentándose al lado de Ruben.

—Quien?— preguntó el castaño confundido

—La nueva maestra de historia

—Te refieres a _________?— Jaime asintió con una sonrisa un poco picara, lo que provocó que Ruben arda en celos.

—Todos quieren tener algo con ella pero nunca les hace caso, así que probaré yo...— Jaime sonrió convencido y en ese momento entro la chica de la que todos hablaban.

—Jaime sal. Ahora.— el nombrado miro confundido a Ruben pero este lo empujo pero no cayo. Le hizo señas a _______ y al ver a Ruben sonrió y se sentó a su lado.— ya pensaba que no llegabas al almuerzo y te iría a buscar

—No te dejaría sin comer Ruben.— ________ le dio un emparedado a Ruben y este lo acepto con gusto.

—Gracias, siempre me salvas.— hablo después de tragar lo que había comido.

—Soy socorrista ahora.— ambos rieron y Ruben miro de reojo a Jaime quien les miraba con los ojos abiertos muy asombrado.

Pasando los minutos del almuerzo aquella mesa donde se encontraba solamente Ruben y _______, ya que Miguel apenas termino fue a terminar su trabajo, los dejó solos y las miradas que recibían. Porque claro, estaban sentados juntos, muy juntos, entre risas, miradas y uno que otro brazo de Ruben sobre sus hombros, cualquiera pensaría que son pareja.

En simples palabras, como Ruben no sabe disimular, eso le sirve para que los demás entiendan que ella ya es suya y que ya tiene dueño.

—Oye ________.— la chica miró a Ruben y sonrió.— harás algo el sabado en la tarde?

—Oh, reunión familiar en mi casa lo siento, mi hermanita esta enferma y recaudaremos dinero para su tratamiento

—Que tiene?— pregunto preocupado.

—Cáncer... — susurró y mordió su labio que había comenzado a tiritar.

—Hey, ella va a estar bien...— Ruben le abrazo y ella sin dudarlo lo correspondió.— yo puedo ayudar si quieres... Puedo decirle a unos amigos o familiares para que ayuden a tu hermana

—Eso sería abusar de ti y no quiero que lo hagas... Pero gracias...

—Ya me veras en la puerta de tu casa con una bolsa llena de dinero del banco... Y su preguntan si me has visto no digas nada.— la separó un poco y le guiño un ojo, lo que causó una sonrisa y una pequeña risa de parte de _______.

—Gracias.— susurro quitándose las lágrimas de las mejillas.

—No se dan

En eso, sonó el timbre y todos comenzaron a arreglar sus cosas, ya que ese timbre indicaba las siete de la tarde. ________ tomo una servilleta y limpio él maquillaje corrido viéndose en su móvil.

—No comí nada.— Habló Ruben viendo su almuerzo con una sola mordida.

—Y mas lo que me costo ir a comprarlo.— sonó tan dramática ________ que el maquillaje corrido para esa escena era perfecto.

—Ya, lo comeré en el camino en que vamos a nuestros autos.— tomo el emparedado y mientras ambos caminaban fuera de la escuela para ir a sus autos. Cuando llegaron al auto de _______ Ruben se le adelanto y le abrió la puerta.

—Que caballero por dios.— Ambos rieron y ________ entro para luego Ruben cerrarle la puerta. _________ bajo la ventana y Ruben solo metió la cabeza mientras se apoyaba con sus brazos en donde antes estaba la ventana.

—Entonces nos vemos mañana, que es viernes y luego el sábado en la tarde... Pero a que hora de la tarde?

—Como a las tres, así me ayudas a mover unas cosas.

—Abusas de mi ayuda... Que feo _______.— ambos rieron y se quedaron mirando. —Oye... Sobre lo del beso... — en ese minuto cuando Ruben tocó aquel tema a ambos se les subieron los colores.—E-es que no sabía lo que hacia...

—Se vio que sabias que hacías.... Pero si quieres olvidarlo por mi... Esta, bien. — su tono se vio desanimado y triste.

—Que? No! Al contrario quiero darte otro. — Ruben sonrió y ________ le miro sorprendida por sus palabras. Ruben se adentro un poco mas al auto y con una mano tomo su mejilla y beso esos labios que tanto le hacen soñar.

Pero lo que no sabían es que a unos metro de ellos habían tres cotillas observándolos detrás de unos autos. Las tres chicas eran de tercer grado de secundaria y asistían a las clases de ambos profesores.

—Que monos.— susurro la que estaba debajo.

—Son muy tiernos, se les veía que querían estar juntos.— susurro emocionada la que estaba en medio de ambas.

—Los voy a shippear.— hablo la tercera con un tono agudo.

Las intenciones de las tres chicas no eran malas. Solo que son unas cotillas y que desde el primer momento que los vieron sabían que terminarían juntos.