® Maestros [Rubius y Tu]

11 || 2° Tem

Jacky lo tenia controlado, no había escapatoria para Ruben.

No podía zafarse de las garras de ese monstruo

Como era de esperarse, Ruben no podía controlar entre su corazón y su excitación, no le quedo de otra que seguir a una..

Y fue a su corazón.

Como pudo, traro de zafarse de las garras de la chica sin lastimarla hasta que pudo al menos separar su mano de su miembro ya erecto.

  —¿Que haces...? — Preguntó la rubia con cierto tono infantil.

  —Lo que debí hacer desde hace mucho tiempo. — Respondió con una sonrisa de oreja a oreja. — Seguir al amor de mi vida

Dicho eso, salio rápidamente de su casa sin importarle la molesta erección. Solo quería a su familia de vuelta.

  Corrió por todos lados hasta que divisó la rubia cabellera de _________ entre la multitud. Aun sabiendo que la mayoría de las mujeres en Noruega tienen el pelo rubio, para Ruben el de _________ era uno en un millón. Así como ella.

  Sin tantas fuerzas en las piernas corrió dando empujones a la gente hasta que llego a unos centímetros de ella, queriendo tocar su hombro para llamar la atención. Pero su plan fue descartado por el pequeño Ruben quien grito «Papi!» para luego saltar y abrazarle recibiendo la ayuda de Ruben para tomarlo en brazos y hacer mas tierno aquel abrazo de padre e hijo.

  —Sabia que volverías!— Exclamo él pequeño mientras lloraba. Ruben solo le abrazo mas fuerte reprimiendo las ganas de llorar.

___________ solo miraba la hermosa escena que se había creado, dejando que pequeñas lágrimas se derramaran por sus mejillas. Ruben abrió un brazo lo que le dio pase libre a la chica de ir y abrazarlo con fuerza. Pero Ruben no solo quería eso, necesita un beso de ella.

   Se agacho un poco para atrapar esos labios que lo traían loco y besarlos de unan forma que no lo hacia en años.

La besaba con Amor.

   No les importó estar haciendo un espectáculo en mitad de la calle, solo se querían, se amaban de una forma inimaginable.

   Una forma que solo ellos sabían como hacerla. Que le había brindado a un pequeño que aun estando en los brazos de Ruben no lo soltaba ni por lo mas mínimo.