―Deprisa sube ―apremié, ayudándola a trepar al árbol más alto que encontramos, una vez estuvimos en el corazón del bosque.
No había habido suerte, y no fui capaz de lograr que tropezásemos con ninguna de las trampas por el camino. Era mucho pedir.
Habíamos corrido delante de aquella bestia, por lo menos durante media hora, y nos habíamos tenido que adentrar en el bosque desde el primer momento, porque en línea recta nos hubiera alcanzado muy rápido. Estábamos exhaustos. Creo que de dar un paso más en ese momento, ambos, especialmente Adamahy Kenneth, habríamos caído muertos.
Pasado un rato en el que incluso escuchamos como aquella bestia arrancaba árboles a nuestra espalda y habíamos tenido que sortearlos como obstáculos mientras los arrojaba a su alrededor, habíamos logrado despistarle un poco rebozándonos en el barro, en parte por una inoportuna caída que, por fortuna, se saldó sin nada que lamentar. Pero él merodeando, y era cuestión de poco tiempo que nos encontrase, porque parte del rastro todavía podía olerlo.
La idea más inteligente que se me había ocurrido era trepar a un gran árbol.
El viento se llevaría el olor a otra parte del bosque, y no nos encontraría tan fácil. Los licántropos no es que suelan trepar a los árboles, aunque este no lo era y no podía predecir su comportamiento. Pero ante la duda, escogí la copa de un árbol antes que en el suelo. Una buena decisión. O eso pensé en aquel momento.
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SLADERS (I). UN CAMINO BAJO LAS ESTRELLAS [COMPLETA]
Übernatürliches"Eliha tiene dieciséis años, aunque ni siquiera sabe si cumplirá los diecisiete. Le gusta matar, o al menos eso se dice, para poder seguir matando. No quiere creer en las viejas historias que subyugan a la realidad en la que vive. Pero sabe que la...