Capitulo 1

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-¿Estas segura de esto Avalon?- preguntó mi madre colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja.- ¿Estas nerviosa? Porque está bien estarlo, digo estamos hablando de la gran manzana hija, tú sólo eres una bebé, mi bebé en medio de esa enorme ciudad- Su mirada se cristalizó- Triunfaras, pastelito.

-Asentí-Será una ayuda para las cuatro má, sólo imagina verme en las enormes pasaleras invadida de fotógrafos y gente que quiera conocerme o sacarse una foto conmigo, no puedo esperar llegar.

-Cuídate ¿sí? Y si en algún momento decides regresar sabes que esta es tu casa- Besó mi frente.- Siempre, nunca lo dudes.

-Lo haré mamá y lo sé- Sin más que decir le di un suave beso y me fui, tenía que salir casi corriendo de mi casa o no sería capaz de salir, digo con esa mirada de cachorro que pone mi madre cada vez que está triste o ver a mis hermanitas llorando sería demasiado y me quedaría, no puedo darme el lujo de desaprovechar esta gran oportunidad, nuestra necesidad de dinero es demasiado grande, colegio, comida, electricidad, ropa, impuestos y el sueldo de cocinera que tiene mi mamá tiene de todo menos cantidad.

En Internet encontré un anuncio que decía "Se solicitan chicas entre 16 y 17 años para casting de modelaje" así que decidí apuntarme, me entrevistó una agente en una pequeña oficina a las afueras de Atlanta, me pidieron modelar, posar, sonreír, mi mejor actitud y quién sabe que más todo fue tan rápido que a la semana me llamaron solicitándome en Nueva York, firmé un contrato de 10 años con la compañía esto será fantástico, conoceré otra ciudad, ayudare a mi familia, y seré conocida mundialmente, no le puedo pedir mas a la vida.

El viaje a NY fue largo, busqué con la mirada al chofer de la agencia hasta que vi a un hombre corpulento, tenía un letrero con mi nombre, mal escrito por cierto.

Lo salude con una enorme sonrisa, me sonrió de vuelta pero aquel gesto no le alcanzó los ojos. Al llegar sentía una increíbles nauseas, por Dios ni siquiera preparé algo para decir, ni siquiera tengo un traje de baño. En el fondo de una callejón se veía en letras grandes "Afrodita" el nombre no se veía muy convincente pero yo no hago las reglas. Al entrar me resultó todo tan extraño, en la entrada se encontraban dos gorilas con uniforme de seguridad, el interior olía a agua de rosas y a cuero. Pasaron 2 chicas en ropa interior frente a mi ¿No les da vergüenza? Caminé un poco mas y vi en lo mas alto de la pared central las fotos de al menos 14 chicas colgadas todas muy sexys, al parecer aquí lo único que hacen es estar en ropa interior , pero conmigo se equivocaron oh si. Mi ropa interior mas sexy tiene la cara de un osito bordada en el trasero.

Todo el piso estaba alfombrado de color canela y la recepción estaba impecable, el recepcionista me indicó que me acercara hasta allí tomé mi bolso y corrí, bajó sus anteojos y me miró con suspicacia -¿Nombre?- preguntó revisando una lista.

-Stewart, Avalon Stewart.- Respondí entusiasmada. 

-Final del pasillo primera puerta a la derecha, te dirán que hacer.- Una sonrisa irónica salió de sus labios.-Bienvenida.

-Gracias- Llegué a donde el hombre me indicó, era un dormitorio de paredes rojas y cama con sabanas negras una cama enorme cubría al menos un cuarto de la habitación, un armario y por ultimo un baño privado, se veía muy acogedor a mi parecer.¿Mi cuarto estaba en la agencia? ¿Esta era mi habitación? Quizás era el set para realizar las fotografías.

-Avalon ¿no? Ponte el baby dolls que está sobre la cama y espera unos minutos.- Me indicó otro hombre entrando conmigo a la habitación.-Dame tus documentos, necesitamos hacer unos chequeos.

-¿Harán fotos en ropa interior?- Pregunté extrañada.- Porque en el folleto dice que primero es la presentación.- Le señalé el papel que venía junto con el contrato.-Busque en mi bolso mi pasaporte y me indentificacion y se lo entregué.

-Si, creeme ya te van a presentar- El hombre esbozó una sonrisa y se fue. Hice lo que me pidió y coloque el baby dolls, solté mi cabello y lo peine un poco mientras dejaba mi equipaje al lado de la cama. Suspiré, bien ya estoy aquí, no puedo dar marcha atrás será el comienzo de un mundo nuevo tanto para mi como para mi familia.

-Que chica tan preciosa- Me di la vuelta rápidamente y me encontré con un hombre alto ojos negros al igual que su cabello y algo viejo, de unos 50 años o 60 años

-¿Es usted el fotógrafo?- Pregunté.

-Te explicare algo que no hicieron en Atlanta cariño, primero mi nombre es Stefano y soy el dueño de Afrodita.

-¡Oh el jefe!, mucho gusto, mi nombre es Avalon soy su nueva modelo.- Respondí retrocediendo unos cuantos pasos no se que pasaba pero por alguna razón tenia los vellos de punta.- Estoy muy emocionada de estar aquí, no sabe como se lo agradezco- Mi voz se fue entrecortando al final cuando empezó a retirar su saco y luego su corbata. ¡Ponte eso de nuevo, viejo asqueroso!

-Me encantas, haré una fortuna contigo Avalon, faltaba alguien con tus facciones aquí, ojos azules, cabello castaño, alta y con carita de ángel.- Se aclaró la garganta.-¿No has pensado que en este local no hay ningunas cámaras para fotografiar? Ó  quizás ¿equipos de producción? Este mi querida Avalon es el nuevo y mas prestigioso prostibulo de todo NY, ofrecemos toda clase de mujeres, altas, bajas, rubias, morenas y una infinidad de mujeres. Firmaste un contrato el cual estipulaba que la participante para el puesto o sea tú, debes tener total discreción a su empleo ¿Recuerdas? Pues al igual firmaste un contrato el cual estipulaba que me perteneces pequeña tanto tu cuerpo como tu vida, dejaste de ser una persona para ser un objeto, mi objeto. Legalmente eres de mi propiedad. Pero ya me harté de platica.

-Pros... ¿prostíbulo?- Dios dime que todo esto es un sueño por favor dime que nada de esto es real. No otra desgracia en mi vida, pasé las manos por mi rostro demostrando mi desesperación un frío recorrió mi columna vertebral.
-El contrato que obviamente no leíste decía que nos pertenecías por 10 años sin importar lo que tuvieras que hacer, al igual que el CDC que firmaste, me perteneces Avalon, legalmente.

-Usted no puede- Sentí como las lágrimas se acumulaban listas para rodar por mis mejillas- Tengo derechos, no puede apropiarse de las personas- Grité histérica.

-No aquí preciosa, hablaremos de lo que tienes permitido hacer y lo que no- Me tomó de los hombros- Pero primero lo primero- Planto un brusco beso en mis labios y me obligo a abrirlos para tocar su lengua con la mía, lo empujé.

-Suélteme maldición, usted no puede- Me dio una bofetada, quedé acorralada en la pared, un líquido metálico entró en mi boca, me había roto. Llevé mis manos a donde mi había golpeado, se sentía realmente doloroso.

-O te quedas tranquila y aceptas tu nuevo destino así como lo aceptaron las demás o las cosas se pondrán feas- Me arrancó la parte superior del  baby dolls dejando todo mi torso desnudo a lo que ya me cubrí.

-Hijo de puta- sollocé, forsejeando para liberarme.

-Lo sé, ahora recuéstate.- Dijo en tono firme, su mirada oscura.-Lo vas a disfrutar ya lo verás, una zorrita como tú debe aprender lo que es estar con un verdadero hombre.

-Antes prefiero morir- intente correr.

Antes de salir por la puerta me tomó del cabello- No acabes con mi paciencia y recuéstate- Me empujó sobre la cama. -Sentia que me estaba quedando sin aire no podía dejar de llorar, él se quitó la ropa y se puso sobre mí- Si no te resistes esto será sencillo.

Su cuerpo era grande, muy grande, con rizos en su pecho llenos de canas, su barriga era realmente asquerosa.

-Por favor no- lloré más fuerte- Yo aún soy virgen- El hombre solo me miró.

-Pues que afortunado soy, te traeré al mundo real pequeña, quiero follarte de mil maneras, eres oro puro ya aprenderás a obedecer no tengo prisa para eso-Retiro mis bragas y me dio una fuerte embestida que me hizo sollozar del dolor, cerré lo ojos y apreté los dientes intentando no pensar en el ardor y el dolor que sentía, me tocaba por cualquier lugar que quisiese, me sujetaba los brazos con fuerza para que dejara de patalear, sus embestidas se hicieron cada vez más rápidas no dejaba de tocarme sin importar cuando llorara- Bienvenida a Nueva York- exclamó, dió una última embestida y cayó sobre mí.

Oh mamá...Quiero volver a casa.

Pensamientos de una Prostituta (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora