Matt.
Salí de la casa de Chris y me subí a mi auto, lo encendí haciendo que el motor rugiera. Busqué en mi teléfono el GPS y coloque “Prostíbulo Afrodita” y me puse en marcha, estoy confundido, no logró entender que es lo que me molesta sobre el trabajo de esa chica, no significa nada para mi y aún sigo estoy como un idiota conduciendo. Al llegar estacioné y fui a la entrada.
-Disculpe estoy buscando a una chica...- El chico de la entrada señaló hacia la recepción, a lo que yo sin discutir seguí sus indicaciones.
-Buenos días joven ¿En qué puedo ayudarlo?
-Estoy buscando a una chica.
-¿Alguna en especifico?. Tenemos de todas las clases, rubias, moreneas, pelirojas, hoy nos trabajan 9 chicas.
.-Estoy buscando a Ava... América.
-Por desgracia la joven no trabaja hoy pero sí quiere le apartó una cita- Dijo el recepcionista sacando una libreta y colocándola en el mostrador- ¿Para cuando la desea?
-La próxima semana estará bien, Digamos ¿El lunes?
-¿A que hora y a que nombre hago la reservación? ¿A domicilio?.
-No, aqui estara bien. Estaré aquí el lunes A las 3:00pm ¿Es necesario nombre?- El hombre asintió- Mattew, pero insisto en que la chica no sepa de quién es la reservación- El hombre asintió- le entregué mi tarjeta con mi identificacion,esperé a que cobrará y caminé de vuelta a mi auto y conduje hacia mi casa.
Avalon, Avalon, Avalon era lo único que pasaba por mi mente hasta llegar a mi casa- Maldita sea sal de mi mente- Grité de frustración y entré en mi casa.
-Buen día señor Matt ¿Va a almorzar?- Preguntó Clara la señora que a servido en mi familia desde que tengo memoria.
-No gracias iré a darme una ducha- Subí a mi habitación, me desvestí y entré en la ducha. Cerré los ojos para el shampoo he inmediatamente imágenes de su rostro, su cuerpo, esa hermosa sonrisa y demonios esos malditos, redondos y perfectos senos que posee- Esta mujer me está volviendo loco- Dije mientras enjabonaba mi cuerpo.
Terminé de ducharme, me vestí con una camisa a cuadros azul pantalones negros y zapatos negros y fui a la terraza para llamar a Christian. Un hola se escucho del otro lado de la línea.
-Hey amigo ¿Me ayudaras a elegir el regalo de mi madre?
-En eso habíamos quedado¿ no?
-Bien, podríamos ir está tarde a comprarlo.
-Bien- colgué y fui a la cocina donde pude detectar el delicioso olor que salía de la lasaña que preparaba Clara.
-¿Mi niño ahora sí tiene hambre?- Preguntó pasando su mano por mi cabello aún mojado. Siempre olían a especias y algún jabón de a rosas.
-Por supuesto y más hambre me da al saber que lo preparó una mujer tan ardiente y sexy como tú- Sonreí y pase una mano por su hombro.
Clara frunció el ceño- Joven por favor- reventé en carcajadas.
-Ya va siendo hora que subamos de nivel- Le guiñé un ojos, avergonzarla me hacia sonreír, era una mujer maravillosa.
-Virgen santísima, que haré contigo- Negó con la cabeza- Clara era como mi madre siempre al pendiente de mi salud y bienestar, ella sirvió en la mesa un plato repleto de lasaña.
-Muchas gracias sexy- le guiñé un ojo.
-Matt por favor- Dicho eso Clara se fue avergonzada a la cocina. Mi teléfono comenzó a sonar.
-Habla Matt.
-Matt es Lucas, amigo hay una gran fiesta mañana.
-¿Que tiene que ver eso conmigo?- Hablé mientras llevaba un enorme pedazo de comida a mi boca.
-Mujeres, sexo y alcohol, vamos Matt la cumpleañera me pidió específicamente que te invitara.
-No se, estas semanas se harán los preparativos del cumpleaños de mi madre, además tengo unos asuntos de la empresa sin resolver.
-Que aguafiestas.
-Te pateare en las pelotas sí me vuelves a decir así-Sonrei mientras veía a Clara bailar en la cocina.
-Sigue soñando, ¿entonces es un sí o un sí?Suspiré- Sí digo que sí ¿me dejas comer en paz?
-Sí.
-Ahí estaré.