Capitulo 19

10.7K 429 11
                                    

Abrí mis ojos de mala gana gracias al sonido de mi nuevo despertador, lo apagué y fui directo a tomar una ducha, cepillé mis dientes y me vestí con una blusa blanca de tirantes, una chaqueta, unos jeans y unas zapatillas. Salí a la sala y vi a Julieth haciendo el desayuno.

-Huele bien- Dije tomando un vaso de jugo de naranja.

-Esto debe de ser un milagro, Avalon despierta antes del medio día- Rió julieth mientras servía nuestros huevos con tocino.

-Hoy es un día importante, no puedo quedarme dormida.

-¿Ya pensaste que le dirás a Stefano?

Suspiré- No quiero hablar de eso.

-Vamos a practicar ¿si? Un juego de roles, yo seré el viejo y tú serás tú.

-De acuerdo.

-Entonces preciosa ¿Qué querías preguntarme?- Julieth hizo el intento de colocar la voz gruesa.

-Quería saber sí puedo salir hoy con mi madre.

-Bueno preciosa te dejaré ir con una condición.

Un nudo se formó en mi estómago- ¿Cu...Cual?- tartamudie.

-Tendrás que acostarte conmigo.

Comencé a llorar- No por favor- Julieth comenzó a reír.

-Avalon eres una excelente actriz, de verdad pensé que estabas asustada- Dijo con su voz normal. La miré aún llorando.

-No estoy actuando.

-Maldición Avalon era sólo un juego, calma.

-Tengo miedo de lo que pueda decir Stefano.

-Tranquila Avan todo saldrá bien- Dijo mientras acariciaba mi hombro.

Pocas veces la hora del desayuno es agradable, por una u otra razon siempre estoy de mal humor o llorando. Realmente no lo disfruto como deberia.

- Hora de irnos-Julieth se limpió la comisura de sus labios.

-Sí- Dije mientras me levantaba y lavaba todo lo que utilizó Julieth. Salimos del departamento y bajamos a la entrada a tomar un taxi.

-Respira Avalon, necesitas ese permiso de lo contrario tu mamá va a comenzar a sospechar.

-Lo sé Julieth- El taxi nos dejó a una esquina de afrodita, no podía saber que dos chicas iban a un prostibulo. Siempre haciamos lo mismo.

-Suerte- Dijo Julieth caminando hacia su respectiva habitación.

-Gracias- Dije mientras caminaba hacia la oficina de Stefano. Suspiré y toque la puerta.

-Adelante- Al entrar vi como una chica lloraba y lloraba cerca del escritorio de Stefano. Seguro es otra víctima- Hablamos después- Dijo Stefano a la chica.

-Hasta luego- Respondió y salió rápidamente.

-¿Qué puedo hacer por ti, belleza exótica?- Dijo mientras sonreía.

-¿Por qué la chica lloraba?

-Digamos que es otra mas del negocio.

Sentí como la rabia se apoderaba de mi- ¿También la engaño?- Asintió.

-Efectivamente América, pero no es la gran cosa.

-¿A qué se refiere?- Dije apretando los dientes.

-La chica es bonita seguro atraera clientes, pero no como tú, me saqué la lotería contigo muñeca.

-Maldito- susurre.

Pensamientos de una Prostituta (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora