Me encontraba sentada sobre la alfombra de la habitación, con las rodillas pegadas a mi pecho llorando sin poder contener el aliento. Supe que algo había muerto dentro de mi o quizás era sólo yo. ¿Y ahora que haré? ¿Como regresaré a mi ciudad sí no tengo ni un sólo centavo? Le prometí a mi mamá una mejor calidad de vida. Renunció a su tercer trabajo por eso.Vine con esperanzas y sueños hasta aquí ¿y ahora? Me encuentro tirada en el suelo acabada de tener sexo contra mi voluntad.
Pasé ambas manos por mi rostro para mantener la calma, pero nada funciona Dios ayúdame a salir de aquí. De este infierno.
No puedo ser prostituta a penas tengo diecisiete años. Pero está ¡Ese maldito contrato! Como pude ser tan estúpida grite con todas mis fuerzas en la habitación. ¿Como no lo vi venir? ¿Un contrato por internet? Ja! Soy una completa imbécil y ahora pagaré muy caro mi error. Me levanté del suelo rápidamente, prefiero morir en el intentó a quedarme aquí un segundo más. Me vesti y tomé mi bolso. Abrí la puerta con total silencio y miré a ambos lados antes de salir. A pasó veloz caminé hacia la salida pero una morena se interpuso en mi camino. Oh mi escape.
-Eres la nueva, ¿Verdad?- Preguntó con una sonrisa muy amigable.
-Puede decirse que sí, mi nombre es Avalon.- Traté de esconder el bolso.- Sí me discul...
-Hola Avalon, mi nombre es Julieth- estrechamos manos- ¿A donde vas, ya te estrenó el viejo de Stefano?
Su pregunta me tomó por sorpresa y sin previo aviso lágrimas rodaron por mi rostro, no puedo creer lo que pasó hace casi dos horas.
-Se que no es de mi incumbencia, pero eso que estas haciendo esta mal, el se dará cuenta y será peor para ti. Creeme ya lo intenté. Escapar no es la mejor opción, a menos que quieras ver a tú familia muerta- Habló Julieth con un tono algo triste y señalando mi bolso.
Coloqué mis manos en mi rostro para secarme.
-Oh cariño ven, vamos- Me tomó del brazo y ambas nos dirigimos hacia la habitación donde estaba hace unos minutos- Escucha Avalon, Avalon ¿no?
-Sí.
-No es momento para llorar o sentir pena por ti misma, llevo cuatro meses en este maldito local ¿Crees que es lindo? Pues no, estoy lejos de mis amigos, mi familia y todo por creer en un jodido anuncio que estaba en internet- Dijo mirándome fijamente a los ojos.
Yo no quiero pasar por los momentos que pasó ella, sólo quiero irme de aquí.
-Yo no sabía que esto era un pros…- no pude seguir hablando, me dolía todo el cuerpo de tan sólo pensar en el lugar donde estaba.
-Prostíbulo, de ahora en adelante eres una prostituta y déjame decirte que ninguna de las 14 mujeres que estamos aquí imaginábamos que íbamos a ser estafadas ¡Por el amor de Dios!
-¿Como puedes llevar esto?- Pregunté con un nudo en la garganta.
-No es fácil, pero si no te adaptas te puede ir mal, me resistí los primeros dos meses y ¿Qué recibí? Solo golpes y quemaduras de cigarro- Noté como su voz se quebraba- Así que es mejor hacerse la idea y rogar para que un día se muera Stefano y tengamos nuestra libertad.
-Pero puede haber otra manera, la policía entenderá. Tiene que haber otro modo julieth. Podemos denunciarlo.
Soltó una risa amarga-¿Crees que eres la primera a la que se le ocurre la idea? Stafano no es estúpido, tiene a muchos agentes de la policía con el, su contrato está muy rígido a la hora de ser discretas con el trabajo. Y aunque no lo creas su contrato está limpio, dice que le pertenecemos que estamos bajó su autoridad. Hace dos años una joven llamada Ashley denunció el contrato. Para su desgracia estaban de parte de Stafano y por la violación a su contrato la llevaron hasta la parte más oscura del local y le dispararon dos veces en el cráneo. A Stafano no le importa el dinero, le importa el poder y el respeto.
