Avalon Stewart.
Desperté gracias al sonido de mi teléfono, entre dormida y despierta pude visualizar el nombre en la pantalla “Mamá” ¡mierda!. ¿Y ahora qu hago? Ya he hablado con mi madre todo esté año, actúa casual Avalon.
-¿Aló?- Dije con un nudo en la garganta.
-Mi pequeña- Demonios, esta mujer me hará llorar, su voz se escuchaba tan dulce como recuerdo- Tragué en seco y me dispuse a contestar.
-Hola mamá ¿Cómo esta todo?
-Oh cariño todo muy bien, ¿tú?
-Excelente… ¿mis hermanas?
-Ellas se encuentran bien, Avalon ¿Estas segura que todo esta excelente? Te escucho triste
-Claro mamá, ¿Por qué lo dices?
-No me has llamado en un mes, ni me has mandado fotos, no te he visto en la TV ¿Cuándo podré verte?
-Mamá sabes lo ocupada que me tiene la agencia, este negocio es lento en un año no me podras ver en nada de eso, creo que hasta necesitare salir del país para buscar más oportunidades- mentí. Necesitaba una excusa para líbrame de decirle mentiras otro mes.
-Me encantaría verte- Sentí como su voz se quebraba- Las niñas y yo te extrañamos, planeo una sorpresa para ti.
-Yo también las extraño, por favor mamá, me harás llorar. ¿Que tipo de sorpresa?.
-Sorpresa, Esta bien cariño, cuídate y hablamos luego, tengo que trabajar. Por supuesto entiendes eso mi chica trabajadora.- Sentí su sonrisa detrás del teléfono.- Cuídate cielo, te amo.
Oh mamá sí supieras en lo que se ha convertido tú hija trabajadora.-También te amo- Colgué y acto seguido me tiré a llorar, no podía seguir mintiéndole a mi mamá de esta forma. Me sentía una persona vil, pero no me quedaban opciones, no quería herir su corazón y mucho menos ponerla en peligro.
-Hey Avalon ven conmigo a… oh cariño ¿Qué sucede?- Julieth había entrado a mi habitación haciendo un bonito vestido floreado.
-Mi madre llamó - Expliqué.Lloré en su hombro.
-Sigue pensando que eres modelo ¿verdad?- asentí- Ven acá- me tomo de los hombros obligándome a mirarla- Debes pensar que ha pesar de todo ellas están saliendo adelante gracias al dinero que les das y decirle la verdad no es una opción, las lastimaras y estarias incumpliendo tu contrato de CDC y si vienen a buscarte te puedes meter en un lio- Julieth tenía razón, contar la verdad no me llevaría a nada. No temo por mi vida, temo por la de ellas. Sí algo les pasara yo... No podría soportarlo.
-Tienes razón- Sequé mis lagrimas- ¿A dónde querías que te acompañara?
-A hacer unas cuantas compras ¿Tienes ánimos?- Su tono de voz tan amigable como siempre.
-Si me das una hora para estar lista los tendré- Ambas reímos.
-Una hora, ni un minuto más.
-Si Señora- hice saludo militar y acto seguido me metí a la ducha, tardé en ella aproximadamente 20 minutos tratando de limpiar todo rastro de la noche anterior. Salí y me coloqué un suéter ancho de lana azul, unos vaqueros ajustados y botas de corte bajo color negro, aplique un poco de rímel, lápiz labial y acomodé mi cabello en una trenza de lado.
-Avalon ya tu hora está terminando- Dijo Julieth golpeando con su dedo su reloj.
-Lista- Tomé mi bolso y ambas salimos.